EL TABAQUISMO Y LOS JÓVENES Muchos adolescentes que prueban por primera vez los cigarrillos no saben lo fácil que es volverse adictos. La adicción a la nicotina es tan poderosa que en poco tiempo la gran mayoría de adolescentes que lo prueban se convierten en fumadores diarios y con dificultad para dejarlo. ¿Y por qué esto es importante? Porque la mayoría de los fumadores actuales se hicieron adictos al tabaco cuando eran jóvenes. Los niños y los adolescentes son uno de los objetivos principales de la industria tabaquera que necesita captar nuevos consumidores para remplazar a casi la mitad de los consumidores actuales, que morirán prematuramente por enfermedades relacionadas con el tabaco. Mediante el engaño y la manipulación, relacionan el cigarro con imágenes atractivas de la vida adulta: éxito, aventura, belleza, libertad, glamour, delgadez, etc. Es importante conocer la verdad. A pesar de que constantemente aparece gente fumando en la televisión, en las películas, en las series y los videos musicales, la mayoría de los adolescentes, adultos y deportistas NO fuman. Un mal hábito muy común en nuestros días es el uso del cigarrillo por los jóvenes. Fumar parece ser inofensivo (es sólo humo dicen algunos), sin embargo, causa desórdenes orgánicos que afectan tanto a la salud física como a la mental. La mayoría sabe las nefastas consecuencias del tabaquismo, pero aun así se incurre a esta práctica. ¿Por qué? Existen diversos factores que inciden en los jóvenes para que estos decidan ser fumadores. FACTORES QUE INDUCEN A LOS JÓVENES A FUMAR  Minimización de los riesgos  Generalmente, los jóvenes buscan nuevas experiencias pero no toman en cuenta las consecuencias a largo plazo. Algunos están expuestos a mensajes publicitarios sobre el tabaco desde una edad temprana y, por lo tanto, aceptan la idea de que el tabaco provee ciertos beneficios, como darles más personalidad, ser considerados importantes, evitar frustraciones, rechazo, etc. Todas estas nociones son falsas. Los riesgos de consumir tabaco los perciben como consecuencias remotas. Otra gran equivocación de muchos jóvenes es que tienden a subestimar el poder adictivo de la nicotina y las dificultades que se presentan para dejar de fumar. La desagradable sorpresa llega antes de ser sospechada: pronto descubren que ya son adictos a la nicotina. Se estima que la cuarta parte de todos aquellos que hayan fumado hasta 100 cigarrillos estarán fumando dentro de dos años, y la mitad de estos seguirán fumando después de 20 años.  Exposición a la publicidad y promoción del tabaco La publicidad cumple un papel preponderante en la vida de los adolescentes. Las empresas que se dedican a la comercialización del cigarrillo son conscientes de eso, por lo que presentan consumidores de tabaco glamurosos, populares, independientes, aventureros, etc. en las publicidades de sus productos. Los jóvenes se sienten identificados con las características presentadas en la publicidad por medio de la selección de marcas de los cigarrillos que más les haya convencido. La publicidad del tabaco subvierte (trastorna) la comprensión y la habilidad de los jóvenes de tomar una decisión libre e informada sobre fumar o no hacerlo. También hace que los jóvenes crean que fumar es más común de lo que creen. Modelo o ejemplo de adultos  La industria del cigarrillo sabe que cuando los adultos fuman son modelos a seguir por los niños, y que la educación tiene muy poca eficacia cuando el ejemplo del fumador está presente. Los niños consideran que fumar es una conducta adulta, que indica madurez, seriedad e implica respeto y autoridad. Crecen con esas ideas y cuando llegan a la adolescencia intentan fumar con intención de parecer mayores. Estudios realizados por especialistas indican que los hijos de fumadores dicen que quieren fumar dos veces más que los hijos de no fumadores. Los hijos adolescentes de padres que dejan de fumar con éxito también tienen menores probabilidades de fumar en comparación a los hijos de padres que fuman. Los padres no son los únicos modelos que imitan los jóvenes. La conducta de otras personas fumadoras adultas, sobre todo los seres queridos, tiene impacto en la conducta futura de fumar.  Por todo lo mencionado, se puede afirmar que es urgente y necesario reducir y marginalizar la conducta de fumar en adultos, como una estrategia para disminuir el tabaquismo entre los jóvenes. Influencias ambientales  Existen factores ambientales que determinan la posibilidad de que un joven sea más susceptible de experimentar fumar cigarrillos. Un adolescente es susceptible a fumar si no está totalmente seguro de que fumaría o no un cigarrillo en una determinada situación. Los jóvenes que creen que los problemas de salud acarreados por fumar se pueden apagar si se deja de fumar antes de los 35 años, tienen más probabilidades de ser fumadores. Presión grupal  El grupo de compañeros o amigos que fuman aumenta el riesgo de que el adolescente comience a fumar, ya que teme ser ridiculizado, ser el único “raro” del grupo o ser rechazado por sus amigos. La influencia de los compañeros es más notable durante la transición del fumar de manera experimental hasta la adicción.  El problema principal del tabaquismo es que los jóvenes encuentran factores que los incitan a optar por el cigarrillo, pero no tienen en cuenta todos los daños que les produce el fumar. Algunos de los deterioros más perceptibles son:  1. Enfermedades bucales como disminución del gusto y del olfato, halitosis (mal aliento), estomatitis nicotínica, leucoplasias y caries. Además existe el riesgo de cánceres orales y faríngeos. El fumador cree que está libre de riesgos porque retiene el humo del tabaco en la boca sin aspirarlo hacia el pulmón. Sin embargo, la cavidad bucal es la que tiene el primer contacto con el tabaco y sufre su acción directa irritante por los componentes tóxicos del humo y la acción carcinógena de los alquitranes, benzopirenos y nitrosaminas. Se producen lesiones a corto, mediano y largo plazo.  2. Enfermedades respiratorias: la mayoría de los fumadores aspiran el humo del cigarrillo desde la boca y por vías respiratorias, hacia los alvéolos pulmonares, donde la nicotina pasa a la sangre y es llevada a todo el organismo.  3. Alteraciones cardiacas y pulmonares como bronquitis, enfisema, empeoramiento del asma, etc. 4. Disminución de la inmunidad celular y humoral, especialmente de la actividad de los leucocitos. 5. La nicotina es el origen de problemas en el metabolismo de la síntesis del colágeno, de la secreción proteica y de la reproducción de los fibroblastos. Acelera el envejecimiento de la piel y la aparición de arrugas.  ALGO MÁS  El humo del tabaco contiene más de 400 sustancias químicas distintas. Entre ellas están la nicotina (la sustancia que crea adicción), el monóxido de carbono (un gas que se origina en el cigarrillo y también en el tubo de escape de los coches) y los alquitranes (sustancias irritantes, causantes de cáncer). ACTIVIDADES  1. Menciona algunos de los daños que causa el hábito de fumar y plantea las estrategias que consideras adecuadas para evitar que los jóvenes fumen.  2. Escribe una reflexión a partir del siguiente título: “El tabaquismo y el bien común”. 3. Di si estás de acuerdo o no con las siguientes afirmaciones. Justifica tu decisión. a) El tabaquismo es un hábito que produce una serie de afecciones ampliamente conocidas, provocadas por su consumo y también, aún sin consumir, por el hecho de respirar en ambientes con humo producido por los fumadores. b) ¡No tengo problemas con el tabaco, porque fumo pero no trago el humo...!. 4.- El tabaco ¿Es adictivo? Reflexiona tu respuesta. 5.- ¿Cuántos anuncios de tabaco conoces? 6.- ¿Conoces el precio de cada cajetilla de tabaco? Calcula el gasto anual para una persona adulta que se fume cuatro cajetillas de tabaco a la semana.