Los efectos producidos en mi aula de infantil estaban siendo buenos. La verdad que es un grupo tranquilo en el que surgen los conflictos propios de la edad (me han quitado el sitio en la fila, se ha reído de mí porque me he caído, me ha dicho tont@.....). Antes del confinamiento estábamos poniendo en práctica algunas de las dinámicas sugeridas por Ana en su ponencia: cada un@ de los niñ@s le decía una cosa bonita al encargad@ en el momento de la asamblea, expresar sus emociones y sentimientos con las frases “me siento…” “ cuando tú… “ “porque……” “me gustaría…. Estas estrategias estaban ayudando a potenciar la autoestima y a ser más autónomos en la resolución de conflictos. Como adulta he intentado intervenir menos en los mismos. En el momento actual hay un acercamiento a los niños y sus familias mediante audios, vídeos… No olvidando felicitar a los niñ@s el día de su cumpleaños, esto les hace sentirse bien, protagonistas y queridos. Pero lógicamente no puedo hacer una valoración final porque nos hemos quedado en el comienzo de un proceso……. donde nos hemos encontrado con la gran dificultad de la suspensión presencial de las clases. Un gran logro ha sido por supuesto compartir con mis compañer@s, especialmente con los de mi ciclo, la puesta en práctica de las diferentes experiencias en nuestras aulas. Será estupendo y necesario continuar con este proyecto, pero considero importante que aumenten el número de ponencias prácticas como las de Ana, que basadas en su experiencia nos ayuden a nosotros en el día a día. Por último destacar la implicación y el compromiso de los miembros de este grupo, tod@s somos conscientes de la importancia de una buena convivencia, basada en el respeto y diálogo, para conseguir un buen proceso de enseñanza–aprendizaje.