Mi primer acercamiento a Moodle, hace seis años, me vino dado de la mano de una amiga, profesora de música como yo, que me hizo ver las posibilidades que esta plataforma nos ofrecía, fundamentalmente para evaluar las distintas actividades interactivas que ya habíamos creado e incluido en el blog que cada una habíamos puesto en marcha. En efecto, Moodle me permitía saber los resultados obtenidos por el alumnado en todas esas actividades, sin necesidad de que me tuvieran que mandar, como hasta entonces, una captura de pantalla con el resultado de cada actividad por email.
Estuve usando Moodle durante dos años, pero no llegué a exprimir todas sus funcionalidades, dada la cantidad de tiempo que había que dedicar a aprenderlas e implementarlas. La que más me interesaba, y aún hoy me interesa, es la posibilidad de evaluar a cada alumno/a incluyendo y ponderando los datos internos que la propia plataforma genera con los resultados de las actividades realizadas, así como los datos externos recopilados en el aula. Pero ya digo que me quedé solo en el intento de ponerlo en marcha.
Por eso, este curso he querido acercarme otra vez a Moodle con la intención de acabar aquello que empecé, y a través de este grupo de trabajo he podido calentar motores gracias a la ayuda de nuestra coordinadora, María Revilla, cuya infinita paciencia ha conseguido que la experiencia haya resultado didáctica, dinámica y muy positiva. Espero que muy pronto Moodle se convierta en una herramienta didáctica más en mi día a día como profesora.