Grupos de trabajo

Imagen de fondo del tipo de comunidad

Continuando nuestros objetivos de cursos anteriores, proponemos mantener la colaboración interdisciplinar entre compañeros/as del Departamento de Geografía e Historia de diferentes institutos de la provincia de Córdoba; este trabajo colaborativo se dirige a la puesta en práctica de experiencias, de todo tipo, en el ámbito educativo con un reflejo directo en el trabajo diario en el aula.

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La importancia de la recuperación del patrimonio artístico en el entorno de la ciudad de Córdoba. Los Puentes romanos.

 

 

 

 

Dentro ddel estudio de la materia de Patrimonio de 1º de Bachillerato, he realizado un estudio de análisi, identificación y valoración de la ingeniería romana y su imbricación con la ciudad de Córdoba, como ejemplo fundamental. Y es que la construcción de puentes en esta época, obras eminentemente utilitarias pero que también sirvieron para utilizarlos como símbolos del Imperio y una exaltación de la majestas imperio y la publica magnificentia del pueblo romano. Ha sido y es una obra singular con alto coste económico y exigencias técnicas que hace inevitable la presencia del personal experimentado con amplios conocimientos constructivos y también estructurales. La ingeniería romana pudo construirlos de manera sólida y estable, sin concesiones a la ligereza y con una clara intención de que durasen eternamente. Un ejemplo se constata en el puente de Alcántara cuyo arquitecto constructor Caius Iulius Lacer dejó reflejada su intención en una inscripción en la que se lee que duraría ¿por siempre en los siglos del mundo¿.

www.puentealcantara.es

 

Los arquitectos.

 

Al analizar de un modo sistemático las fábricas de los verdaderos puentes romanos, se detectan que las obras las abordaron con un espíritu eminentemente práctico que les llevó a aplicar sistemáticamente unos tipos de diseños y soluciones constructivas similares en todo el imperio, sin que falten variaciones de tipo regional pero la mayoría de las veces de segundo orden.

¿Cómo consiguieron esa relativa uniformidad de disposiciones constructivas? ¿Los romanos debían tener un espíritu demasiado normativo y una mentalidad demasiado recta, eran demasiado buenos administradores como para realizar construcciones inútiles¿ (expresó Viollet-le-Duc). Además una buena justificación la podemos hallar en primer lugar, en la existencia de diversos profesionales vinculados a la construcción de las obras públicas, entre los que destaca el arquitecto, profesional bien formado y regido por normas corporativas (¿emanadas de un collegium específico?), que también pudo estar encuadrado como militar en unidades específicas del ejército. Desconocemos si hubo escuelas concretas en las que se impartían estos conocimientos o bien eran transmitidos en el seno de equipos o grupos donde el maestro constructor enseñaba a sus aprendices, de un modo similar a lo que sucedería posteriormente en la Edad Media.

Los architecti son los técnicos más reconocidos en el ámbito de la construcción clásica. Eran los autores de los proyectos, los presupuestos y las prescripciones de cómo debían hacerse las obras. Además, estaban encargados del cuidado de los obreros, la recepción de los materiales y el libramiento de las autorizaciones de pago. En la Hispania romana conocemos los nombres de algunos arquitectos nativos, como el lusitano Gaius Sevius Lupus, que levantó el faro de Hércules de A Coruña, o Caius Iulius Lacer (antes mencinado) que construyó el puente de Alcántara.

Tanto en la República como posteriormente en el Imperio intervinieron en la construcción de obras públicas civiles y empresas, pero sin duda una organización que resultó decisiva en el éxito de la ejecución de las obras romanas fue el ejército, gracias a la preparación de sus hombres y mandos, organización y capacidad de provisión de medios. Por ejemplo, en la instrucción de los soldados se incluía la construcción y el mantenimiento de vías y puentes, pues estas actividades les mantenían entrenados.

 

 

El proyecto.

 

En el planteamiento del proyecto y proceso constructivo de un puente, los ingenieros romanos estudiaban y resolvían una serie de problemas previos ineludibles como la elección del lugar de implantación, de los materiales a emplear y de la composición formal de la obra. La existencia de un buen firme en un lugar determinado y la abundancia de un tipo de materia prima permitían dar rápida solución a parte de estos planteamientos previos.

Una cuestión básica en el diseño de cualquier puente es darle el desagüe necesario para dejar bajo él las mayores crecidas del río. Quizá los ingenieros romanos tuviesen en cuenta en los proyectos de sus puentes unas recomendaciones sobre otros puentes inmediatos  o datos de las mayores crecidas obtenidos de la gente del lugar, esto hace posible los éxitos obtenidos en puentes como en de Alcántara, por ejemplo, que posiblemente nunca han sido rebasados por ninguna crecida. Además, para mejorar el comportamiento hidráulico de los puentes durante las crecidas, la ingeniería romana les dotó de 3 elementos compositivos: el tajamar en el frente de las pilas; el talón, en la salida, para compensar que al estrecharse el caudal, el agua circula más rápido por debajo de los arcos del puente y no socabe los pilares; y los muros de encauzamiento en la parte aguas arriba de los estribos.

Conocidos los condicionantes que marcaban el desagüe del puente y decidida la altura del mismo, el arquitecto tenía que definir su composición formal. Con carácter general, Vitruvio aconsejaba que las edificaciones cumpliesen 3 exigencias: firmitas, utilitas, venustas, es decir: solidez, utilidad y belleza. El concepto teórico de la disposición constructiva era lo que denominaba la symmetria, que se refería a que todas las partes debían estar relacionadas entre sí por su participación en un módulo de medida común, que es la base de sus dimensiones. Las relaciones de medidas se determinaban mediante la aritmética.

 

 

La construcción.

 

Para conseguir una obra resistente se exigió darle la mejor cimentación posible, bien asentándola directamente sobre un terreno firme o en caso de que no lo fuese mejorándolo con escollera u hormigón en masa. En el caso de que el terreno fuese muy deficiente recurrieron a cimentaciones profundas mediante la hinca de pilotes con la punta reforzada con azuches metálicos.

Parte resistente de la obra eran las pilas y los estribos, que tienen la función de transmitir al terreno las cargas muertas o permanentes y las sobrecargas del puente, a través de las bóvedas que sobre ellos se apoyan. Nada sabían los arquitectos romanos de empujes ¿entendidos como vectores, ya que la composición de fuerzas se desarrolló en el siglo XVII- pero sí tuvieron una gran experiencia sobre el comportamiento estructural de las pilas que les permitió diseñar puentes en época tardo-republicana con bóvedas rebajadas y pilas de gran delgadez con relación a la luz de los arcos ¿p.e. el puente de San Lorenzo de Padua- que todavía hoy causa admiración. Fueron modelos con un diseño muy avanzado para su tiempo que sólo la ingeniería del siglo XVIII consiguió igualar.

Para que la fábrica de un puente romano sea resistente, rígida y estable, los ingenieros de aquella época desarrollaron varios sistemas constructivos originales y eficaces. Para darle una mayor resistencia la aparejaron en seco, sin juntas de mortero de cal, con lo que consiguieron que la fábrica tuviese una resistencia parecida a la de la propia piedra, bastante mayor a la obtenida si se dispusieran juntas de mortero o cuñas como en la época medieval. El segundo criterio estructural ¿la rigidez- lo cumple sobradamente el material pétreo, pero al estar simplemente acumulado en seco creyeron necesario incrementar la trabazón o firmeza entre los sillares para resistir mejor los embates de las aguas crecidas del río o de las ondas deformadoras de los seísmos.

Uno de los sistemas de trabar las fábricas consistió en el grapado entre sí de los sillares con enlaces, grapas o espigos de madera dura, hierro o incluso mármol, de formas variadas, alojados en agujeros y sellados con plomo fundido. Esta técnica la pudieron exportar de la construcción persa, griega o egipcia, pues en ellas se utilizó desde el siglo V antes de Cristo (se pueden ver en Luxor, por ejemplo) fundamentalmente con forma de doble cola de milano. Con estas grapas, sobre todo las de madera, consiguieron trabar la sillería pero con uniones dúctiles que no la rompen en caso de existir desplazamientos.

Otro sistema menos frecuente era aumentar la trabazón con engatillados en la sillería o con la colocación de piezas de piedra en forma de T, doble T, o U. Los engatillados fueron utilizados con precedentes en la construcción egipcia y griega (como en el templo de Juno de Agrigento), para evitar el desplazamiento de las dovelas entre sí cuando se produjesen movimientos de los estribos.

 

Los arcos.

 

La característica más destacada y que ya hemos resaltado de los puentes romanos es la sabia utilización de las estructuras arqueadas de fábrica y su espléndido y meritorio desarrollo a lo largo del tiempo pues partían de unos antecedentes muy limitados. El arco apareció en Mesopotamia, y en la cultura del valle del Indo. Se utilizó en el antiguo Egipto, Asiria, Etruria y más adelante en la Roma Antigua. El arco se utilizaba en edificaciones auxiliares, estructuras subterráneas y de drenaje; pero fueron los romanos los primeros en usarlos en edificios monumentales, aunque se pensaba que los arquitectos romanos aprendieron su uso de los etruscos. Un arco es un artificio constructivo compuesto de dovelas que al colocarlas de una determinada forma, se consigue la estabilidad del conjunto por la simple fuerza de la gravedad que las hace trabajar sólo a compresión. Es uno de los grandes logros constructivos del hombre, ya que a su extraordinaria capacidad para adaptarse a los movimientos de las cepas, se une la capacidad para resistir sobrecargas mayores a las previstas, abriendo y cerrando grietas que no son en si mismas dañinas para la estructura mientras no se forme un número de rótulas ¿articulaciones entre dovelas- que la conviertan en un mecanismo.

La forma es, por tanto, la principal característica del arco pues gracias a la singular colocación de las dovelas y a la compresión mutua entre ellas traslada, a través de su masa, las cargas hasta la cimentación.

El denominado arco romano es de forma semicircular y construido a partir de un número impar de dovelas, para que haya una dovela central o clave. La clave puede destacarse del resto de las dovelas por el tamaño, el color, por estar más saliente o por estar decorada. Los romanos emplearon este tipo de arco semicircular en muchas de sus estructuras tradicionales, como acueductos, palacios y anfiteatros. Este arco de medio punto romano fue considerado por los arquitectos posteriores (hasta llegado en siglo XVIII) como el más estable de los arcos.

Las luces de los arcos no son grandes pues tienen valores modestos. Según los datos que poseemos de los puentes de Hispania, el 80% de ellos tienen luces comprendidas entre los 6 y 10 metros. Este valor estaría lejos de los 36,65 metros del arco de San Martín de Aosta, posiblemente la mayor luz alcanzada por un puente romano.

 

Ya hemos visto que toda estructura debe satisfacer los requisitos de rigidez, resistencia y estabilidad. En este tipo de estructuras, la principal característica a tener en cuenta es la estabilidad. Si colgamos una cadena de sus extremos observamos que adopta una curva denominada catenaria; pues bien es ella la que nos permite la primera aproximación a la estabilidad de un arco. Si se invierte la cadena colgante, adopta la curva antifunicular, que a partir del siglo XIX conocemos por el nombre de línea de empujes o curva de presiones, representación gráfica del equilibrio de las cargas. Esta afirmación la hizo por primera vez Hooke en la construcción de la cúpula de la catedral de San Pablo, de Londres, y esta sencilla  afirmación constituye el teorema fundamental de la mecánica estructural.

Gracias a la representación gráfica de esta línea de empujes se conoce el empuje del arco en los estribos y con ayuda de las sencillas fórmulas de la física estática se dimensionan los estribos para que sean estables.

Pues bien. Sin conocer la curva antifunicular de las cargas soportadas ni la línea de empujes, cuya formulación teórica se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, los romanos emplearon la bóveda con la maestría de quien ha comprendido su correcto funcionamiento estructural. Usaban reglas empíricas de construcción como la popular ¿regla del tercio¿ que señala que en los arcos de medio punto bastaba con dimensionar un estribo con el grosor de la tercia parte de su hueco. Emplearon mayoritariamente arcos de medio punto y en menor medida, bóvedas con directrices circulares rebajadas que se ajustan mucho mejor a la curva antifunicular de las cargas permanentes pero con el inconveniente de producir un mayor empuje horizontal en los estribos. Aplicando el análisis límite desarrollado por Herman a los arcos romanos, cuya estabilidad se establece en función de un coeficiente de seguridad definido por este autor, siempre hemos obtenido resultados que nos indican la gran estabilidad de las bóvedas romanas a pesar de que las sobrecargas aplicadas son muy superiores a las habituales de aquellos tiempos. Siempre se ha cumplido que la línea de empujes pasa, de forma holgada, por el interior de la rosca

El acertado criterio de diseño, en cuanto a sus dimensiones, la correcta forma de su directriz y la buena calidad de construcción han hecho de las bóvedas romanas un ejemplo de estabilidad frente a las cargas, los asientos y las deformaciones de sus cepas. Un ejemplo de una obra resistente y bien hecha, por lo que hasta hace relativamente poco tiempo podía verse en algunas carreteras españolas cómo el tráfico pesado era desviado hacia el puente romano (por ejemplo en Salamanca).

Este correcto funcionamiento de las bóvedas se debe a varias disposiciones constructivas, a destacar:

  1. El espesor constante en toda la bóveda.

  2. Distintas soluciones para incrementar la estabilidad de las bóvedas:

    1. Macizar el interior de los tímpanos con materiales como el hormigón en masa, la sillería maciza o ambos materiales a la vez. Mucho menos frecuente fue el uso de materiales térreos compactados o simplemente vertidos.

    2. Disposición de un dovelaje de buen espesor conseguido con dos roscas concéntricas, de tamaños uniformes o desiguales.

    3. Empleo de dovelas de mayor tamaño en la zona baja de la bóveda.

  3. Una ocasional mejora de la trabazón de las bóvedas con distintos sistemas que incrementaban su rigidez.

    1. Un sistema singular fue la práctica de engatillados en las juntas de las dovelas para evitar el deslizamiento entre ellas. Son más frecuente en las zonas del antiguo Imperio Oriental y Bizancio. El engatillado practicado en el plano de la junta es un recurso constructivo que evita el deslizamiento de las dovelas entre si, cuando se mueven sus apoyos, por ejemplo durante un movimiento sísmico. Su existencia mejora la estabilidad bajo esas alteraciones y en el caso de dichos movimientos incluso les permite volver a su posición original.

    2. Otro sistema consiste en la disposición de juntas finas que aseguraban un buen contacto entre las dovelas. Las dovelas las han colocado siempre en seco, sin ripios ni mortero entre las juntas. En cambio si emplearon pequeñas cuñas con mortero de cal en las fábricas de mampostería o sillarejo.

    3. La alternancia de hiladas de dovelas colocadas a soga y tizón es una forma de trabajar la bóveda poco habitual, pues son pocos los ejemplos que se conservan con esta disposición.

    4. Como ya se ha comentado, también trabaron las dovelas con grapas de madera con forma de doble cola de milano, aunque los puentes que conocemos con estos rigitalizadores no son de Hipania.

 

 

Un caso peculiar en nuestra región.

 

Como caso peculiar que nos atañe directamente, es de destacar el sistema de trabado de las dovelas engatilladas detectado en los puentes del arroyo Pedroches y en el puente de Villa del Río, ambos en nuestra provincia cordobesa.

 

Este sistema de engatillado (señalado en el apartado c.1 del apartado anterior) sólo se encuentra en Hispania en estos dos puentes. Para encontrar algo similar hay que desplazarse a puentes construidos en el antiguo Imperio Oriental. Estos puentes han sido considerados tradicionalmente como romanos, pero la falta de otros ejemplos en todo el Imperio de Occidente y el hecho de que la zona estuvo bajo dominio de los Omeyas que procedían de Siria, nos ha hecho dudar que la fábrica conservada tenga tal origen y se trate de una reconstrucción con técnicas bizantinas manejadas por alarifes árabes de un puente anterior del cual se conservarían la cimentación. La singularidad del estriba de una bóveda sobre el dovelaje de un arquillo sostenidos ambos por un estrecho pilar, con precedentes en la construcción oriental bizantina, refuerza esta opinión.

 

Identificación de los puentes romanos de Hispania.

 

Para rematar se expone de modo resumido las singularidades y características que nos pueden ayudar en la identificación del origen romano de las fábricas de sillería de un puente, después del estudio sistemático de los puentes romanos hispánicos. Son las siguientes:

 

  1. Anchura del puente superior a 4,50 metros. La calzada era amplia, pues mantenían la anchura de la vía de unos 6 metros. En una muestra de 146 puentes, el 81,50% de ellos superan los 5 metros. No suelen conservarse los pavimentos originales puesto que se deterioraban con facilidad por el uso y eran sustituidos por otros.

  2. Rasante horizontal o ligeramente alomada de la plataforma.

  3. Almohadillado de la sillería.

  4. Hiladas alternas de sillares a soga y tizón.

  5. Huellas de llaves en forma de cola de milano.

  6. La uniformidad del espesor de la rosca de las bóvedas.

  7. Esmero en la ejecución del aparejo y las juntas de la sillería.

  8. Agujeros para el ferrei forpicis usado en el manejo de la sillería.

  9. Muescas de borde para la palanca.

  10. Calidad constructiva de las fábricas.

  11. Juntas finas en seco y sin ripios.

  12. Ausencia de marcas de cantero.

 

 

PATRIMONIO CULTURAL

En primer lugar, expresar mi satisfacción en este grupo, al que me he incorporado en marcha de esos casi diez años que lleva funcionando. Siempre he pensado que me ha tocado vivir entre la pizarra individual que utilizaba en la escuela (y que sigo teniendo en casa) y la pizarra digital, y que eso es cuanto más, singular. En todo caso, el futuro está en esa pizarra digital (léase cualquier otro tipo de dispositivo) y creo que este foro es un lugar adecuado y necesario para seguir exponiendo e indagando sobre este mundo. 

En cuanto a mi experiencia particular este curso, me he encontrado con la dificultad de la asistencia irregular de mi alumnado a clase, al ser nocturno y las dos horas de Patrimonio Cultural y Artístico de Andalucía tenerlas a últimas horas de la noche. La idea que tenía de elaborar una material interactivo para conocer al menos el patrimonio de Córdoba, ha quedado en proyecto inacabado que espero poder realizar el curso que viene, con la experiencia de este año.

Un saludo a todos, y a conservar las fuerzas y las ganas. 

Ángel Sánchez Redondo

 

De procedimientos y metodologías de siempre

Hilando con las intervenciones anteriores, y celebradas las IX Jornadas de Intercambio de Experiencias en Ciencias Sociales (6.5.2017), puedo decir que me he sentido muy satisfecho de su celebración, de haber compartido con compañer@s una jornada sabatina de conocimiento y buenas relaciones, y, como apunta algún compañero en su entrada, reiterar la intención y voluntad de continuar dándole continuidad, valga la redundancia, a las mismas, porque no es cualquier cosa llegar a una década de vida, que es la que nos contempla, y el resultado está ahí (rf. https://socialescepcor.wordpress.com/ -blog del profesor José Moraga Campos-y revista eCO del CEP Luisa Revuelta de Córdoba -http://revistaeco.cepcordoba.org/).

En cuanto a la aportación de este curso en el GT hemos hecho una doble intervención:

a) De una parte, hemos dado a conocer el trabajo de aula que hicimos en el IES La Escribana (Villaviciosa) en el curso 2014/2015 en torno a la impartición de la unidad didáctica ¿Los retos de la tecnociencia¿, dentro de la asignatura de Educación Ético-Cívica de 4º ESO (¿El documental ético: recurso procedimental, evaluación y pensamiento crítico¿). Este tema lo abordamos con la visualización del documental francés ¿Hombres en peligro¿ (premio Europa 2008) -https://www.youtube.com/watch?v=Fb1t3kT7QsY-. A partir de los contenidos del libro de la editorial Oxford (MÉNDEZ PÉREZ, Francisco Javier y GÓMEZ MARTÍNEZ, Francisco Javier (2008): Educación Ético-Cívica. Oxford. Proyecto Ánfora) y del video, le planteamos al alumnado una serie de tareas: sinopsis del documental, índice decimalizado del documental, mapa conceptual de la UD con integración del documental, y, por último, una glosario en el que se integrasen conceptos de ambas fuentes.

Hicimos repaso a algunas producciones de los discentes, ejemplificando el alto nivel conseguido en todas las tareas encomendadas, y, como contraste, ofrecimos un solucionario propio en el que el alumnado podía encontrar el cotejo a lo hecho previamente. Fueron seis las sesiones que dedicamos a la resolución de los ejercicios, y dos a la visualización del documental.

El último bloque de la exposición en las Jornadas lo dedicamos a mostrar, con gráficos sectoriales, la valoración que hicieron los jóvenes de una encuesta en la que indagamos sobre la adecuación de dicha metodología y procedimientos. Los resultados fueron altamente positivos.

En conclusión, una experiencia de aula de la que nos sentimos satisfechos de llevar a cabo y, ahora más, cuando la hemos compartido con nuestro GT. Esperamos el próximo curso poder compartirla de modo desarrollado en un artículo en la revista referida.

b) De otra parte, junto a Pepa Cobos Maroto y Raúl Ruano Bellido, hicimos exposición pública del Proyecto Río (¿Proyecto Río (Guadalquivir): contextualizar un entorno natural y urbano¿), actuación que estamos llevando a cabo en el IES Averroes (Córdoba) en 1º ESO, y que está dando unos buenos resultados académicos y convivenciales. Ya tuvo un precedente este asunto, junto a otros proyectos (cocina, radio, revista digital), en unas jornadas anteriores.

Partiendo de una ¿Introducción¿ teórica sobre el trabajo basado en proyectos, pasamos a desglosar cronológicamente las distintas fases que ha tenido el mismo, encuadrado dentro de la FC del presente curso. Seguidamente estuvimos repasando la ¿Caracterización¿, es decir, los diferentes elementos y documentos que han permitido darle vuelo al proyecto (objetivos, plan de trabajo, rúbricas, roles de grupo,¿).

Contamos en una primera parte los ¿Prolegómenos¿, esto es, una salida al río dentro del Programa Municipal ¿Sotos de la Albolafia¿. En ella, como dejamos recogido en alguna crónica de nuestra plataforma virtual, el alumnado reconoció el medio físico (caudal, cauce, avifauna, vegetación de ribera,¿). Los monitores estuvieron excepcionales a la hora de explicar y atender las cuestiones que el alumnado iba haciendo. Se tomaron también mediciones de temperatura del agua, de velocidad de caudal,¿Además, dimos cuenta de una salida que hicimos parte de los integrantes del grupo de profesorado inscritos en el proyecto.

En la ¿Fase I¿ el alumnado hizo algunos ejercicios de conocimiento grupal y dinámicas dirigidas por alumnado de los ciclos formativos de Animación Sociocultural de nuestro instituto. Vieron el largometraje ¿Guadalquivir¿, como motivación y conocimiento de la riqueza ecológica y paisajística del curso fluvial. A continuación, se les dio una encuesta para las familias, a fin de conseguir sus percepciones y posible involucración en el proyecto. Se les proyectó una presentación geográfica (novedad de esta edición) en la que se pretendía enfocar el Guadalquivir multiescalarmente, repasando contenidos ya dados a lo largo del curso.

En la ¿Fase II¿ el alumnado salió nuevamente, y en esta ocasión, gamificando dicha salida, hicieron una gymkana con varias pistas pasando por cuatro postas, la última, la meta. Descubriendo las respuestas, a modo de rally, tenían que interactuar con el paisanaje y los turistas, darse prisa para llegar a la Puerta del Puente donde se les cronometraba su llegada, dándoles un puzzle que tenían que componer en grupo, finalizando así la prueba. Todo un éxito la respuesta que tuvo este nuevo diseño, mejorando así el rendimiento de los chic@s y teniendo un acercamiento más profundo y significativo al objeto de estudio.

La ¿Fase III¿ consistió en una realización de un trabajo temático libre, a partir de las sugerencias que el profesorado la había insinuado. Puentes, aves, contaminación, flora, callejero, monumentos,...fueron algunas de las elecciones, terminando todas en una producción material: ppt, murales,¿Tuvieron que exponer en clase dichas elaboraciones.

La ¿Fase IV¿ fue la presencia del proyecto en la II Feria de los Proyectos, celebrada en el mes de abril en la Facultad de Ciencias de la Educación. Por segunda año consecutivo, el IES Averroes tuvo el placer de compartir sus innovaciones en dicho foro. Alumnado de 1º ESO acompañó a los autores de esta comunicación a explicar las metodologías y procederes de todo lo que se viene haciendo en el centro (radio, prehistoria, climas y paisajes, cocina, y muy, especialmente, río).

Hemos llamado ¿Fase V¿ a todo el conjunto de acciones colaterales o paralelas que el proyecto de río está deparando. A saber, la conexión establecida con el profesor Agustín Cuello que, en la actualidad, está realizando su tesis doctoral sobre la relación de los ríos en los entornos urbanos como fuente de conocimiento y como recurso didáctico. Además, se hizo mención de las ponencias que la compañera Pepa Cobos ha dado a lo largo de curso sobre los proyectos en el aprendizaje en Secundaria en varios centros de la provincia (¿El aprendizaje basado en proyectos: una metodología para la mejora de la competencia lingüística y el desarrollo de las competencias clave¿).

Por último, extrajimos una serie de conclusiones de las que daremos cuenta en la publicación de la experiencias y que, en resumen, son todas favorables hacia esta apuesta activa, grupal y contextual.

 

 

AULAS VIRTUALES Y ENTORNOS COLABORATIVOS

Tras la participacioón en la Jornadas sobre experiencias didácticas dedl año 2017, dejo aquí parte de las conclusiones expuestas en dicho trabajo. Animo, por otras parte, a seguir con estos encuentros y abogo por la continudad del grupo de trabajo

"Se requieren esos recursos didácticos básicos para crear los nuevos entornos interactivos de conocimiento y comunicación:

- Crea tu web, edublog , wiki, webquest... con tus propios proyectos de contenidos seleccionados.
- Diseña plantillas-guía para elaboración de tareas  para dar homogenidad a los proyectos y permitir la actualización de las fuentes  documentales.
-Rompe los esquemas rígidos, tal vez una anécdota, una foto de un perro, pueda crear el interés, el estímulo y la motivación
- Usa las multimedias:  video, sonido o imagen (youtube, podcast...)
-  Selecciona cartografías y líneas de tiempo (timeline, earth...)
- Plantea tareas sugerentes o amables, en todo caso motivadoras y reales para uso en la vida cotidiana
- Aprovecha cuestionarios y ejercicios de tipo múltiple-opción, verdadero/falso y respuestas de una palabra.( Test)
- Crea glosarios terminológicos.
- Inicia en los pocedimientos de tratamiento de fuentes y trabaja con el comentario crítico de fuentes.
- Aplica didácticas de lo cercano aplicadas
- Planifica Itinerarios por el paisaje y patrimonio cultural
- Usa las redes sociales (twiter, pinterest...)

- Apoya con Bibliografias y recursos comentados.

- Prevee Ampliaciones o Refuerzos en enlaces para saber más.
- Usa recursos adicionales: materiales de lectura (Plan de lectura), enlaces a recursos externos como bibliotecas o cine (Vemos Cine)
- Participa en Foros o Grupo de encuentro: - foros, chats, email. Potencia tu PLE
- Rellena las Autoevaluaciones que pueden ser guardadas de forma automática
- Analiza las Estadísticas sobre el desarrollo del curso en el formato requerido por la administración y control de calidad institucionales.

En estos Ambientes Virtuales el principio de aprendizaje colaborativo cobra protagonismo. Permite a los profesores  realizar sus aportes y expresar sus inquietudes. El estudiante cobra protagonismo con la realización de sus tareas y reflejando sus necesidades en los diferentes foros, incluso su papel se refuerza partipando en el diseño y creación de recursos propios. La sociedad tambien partipa, conoce y opina. La comunidad educativa se amplia e implica.

Será el docente, en última instancia el verdadero agente de la innovación . Es el quien activa y configura el potencial formativo que encierran las tecnologías. Investiga, trabaja, reflexiona y plantea propuestas de mejora. Cierto que el mismo docente debe actualizar su formación y sentirse protagonista como un estudiante mas (formación permanente). De ahí la importancia de diseñar políticas institucionales de capacitación e incentivo destinadas a los  profesores (Salinas, 2010) ya sea en la carrera docente u centros de trabajo, que permitan un recocimiento social del docente. De tal forma que,  posilite la profundizando en la gnoseología propia y puedan enriquecer su práctica educativa, integrando en ellas las nuevas tecnologías y practicas, de modo significativo, con respuesta responsable a los retos del conocimiento, información y docencia.

El intercambio de experiencias en centros, los encuentros presenciales o virtuales (Aula Virtual de Formación del Profesorado. Junta de Andalucía.), o las coordinaciones entre equipos son muy recomendables. Nos encontramos con nuevos modelos cooperativos didácticos
 

Realidad Aumentada, Colaborando

Por nuestra parte, otro año más y analizando las dificultades que hemos encontrado en la experiencia pasada (problemas para localizar una aplicacióna adecuada paraimplementar las rutas, dificultades parala transferencia de información,etc,..), seguimos apostando por la Realidad Aumentada, entre los IES Guadalquivir, Blas Infante y Ángel de Saavedra, pero buscando fórmulas de colaboración y no tanto de distribución.

La experiencia está aplicándose al diseño de rutas culturales que puedan ser interpretadas y explicadas mediante dispositivos móviles, logrando una interacción mucho más rica y permitiendo ampliar la información en el lugar concreto de la visita.

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