Consiste en tratar de desarrollar la inteligencia emocional mediante la educación emocional en los grupos de 1º de ESO, en el tránsito desde la escuela primaria hacia la secundaria, en pleno comienzo de la adolescencia con los conflictos emocionales de identidad y personalidad que provoca. Dar recursos para solucionar conflictos y para mejorar el bienestar de nuestros alumnos y del profesorado sería nuestro propósito fundamental. Ahora más que nunca, la educación debe apuntar al corazón y estoy convencida que este proyecto podría contribuir significativamente a ello.