Grupos de trabajo

Imagen de fondo del tipo de comunidad

El concepto de Inteligencia Emocional se refiere a la capacidad para reconocer, comprender y regular nuestras emociones y las de los demás tal. Tal y como expone Daniel Goleman es ¿la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, así como los ajenos, de motivarnos y de saber manejar las emociones¿. Las capacidades emocionales se pueden desarrollar a los niños para que sean capaces de: - Manejar el estrés emocional: esta vida agitada y apresurada que se vive hoy en día ha vuelto a los niños propensos a la irritabilidad y la ira. - Vencer las dificultades y los problemas le puede ocasionar distintas situaciones escolares y familiares: por ejemplo mediante la regulación emocional. - Adaptarse a los nuevos acontecimientos o situaciones: por ejemplo mediante la asertividad. - Comprender al otro: mediante la empatía. Mediante las actividades que organicemos en el grupo de trabajo, para desarrollar en el aula, podremos enseñarles a reconocer y controlar las emociones que estas y otras situaciones les puedan generar.

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ENFADO

Las emociones no siempre son positivas o agradables. En ocasiones podemos experimentar emociones negativas como el enfado, que a veces desencadena en ira. Estar enfadados puede conducirnos a actuar de ciertas formas que pueden hacernos sentir peor o incluso hacer daño a otras personas.

Con esta dinámica se pretende no solo acercar al alumnado al conocimiento e identificación de la emoción del enfado, sino también se intenta que los niñxs sepan gestionar su propio sentimiento de enfado e ira para actuar con una conducta adecuada. Deben entender que no es malo estar enfadado, pero es necesario aprender a canalizar esta emoción, con el fin de evitar conductas negativas.

Es por ello que se proponen una serie de herramientas e indicaciones para ayudar a nuestro alumnado a gestionar y regular la emoción del enfado y los posibles comportamientos negativos que derivan tras experimentar dicha emoción.

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Marta Muñoz Mora
Para trabajar esta emoción se proponen las siguientes actividades:

1. Lectura del cuento: Cuando estoy enfadado.
http://es.calameo.com/read/001908133a1aee0e13360

-Comentario oral acerca de la lectura.

2. Reflexionamos:
-¿Cómo sé cuándo estoy enfadado?
-¿Qué cosas me enfadan?
-Cuando me enfado, ¿cómo suelo reaccionar?
-¿Me siento bien cuando reacciono así?
-¿Cambiaría mi reacción o conducta?

3. Tiempo fuera positivo.
Consiste en dar al alumnado la posibilidad de tomarse un tiempo, fuera de la actividad que en ese momento se esté realizando con el grupo, para calmarse si está enfadado por algo y reflexionar acerca de lo ocurrido. Para ello se sugiere la creación de un rincón en una zona del aula, donde el niño o niña pueda evadirse y encontrar la calma tras experimentar enfado. Se puede colocar un mural en el que se desahogue escribiendo o pintando y colocarle un cojín en el suelo para que este más cómodo el rato que permanezca allí sentado. A este rincón se pueden incluir otros elementos como pelotas anti-estrés, peluches, objetos flexibles que puedan doblarse o estirarse, un tarro de la calma (que pueden confeccionar ellos mismos https://www.youtube.com/watch?v=31eQ69ur9C4 ), papeles de periódico para que los rompa y cualquier otro material que contribuya a que el niño o niña libere su rabia y se sienta mejor.

* Debemos dejar claro que este rincón es de uso exclusivo para cuando se sientan enfadados por alguna razón y que no se utilizará en otras circunstancias diferentes. De esta manera, además de conseguir que no se escaqueen de otras tareas, estaremos consiguiendo que identifiquen la emoción del enfado cuando la sientan y sean capaces de exteriorizarlo y comunicarlo para buscar soluciones acertadas.

*De igual forma, deben entender que no es un rincón de castigo, ya que ellos solicitarán el tiempo fuera positivo y acudirán a este rincón por voluntad propia y no por petición del maestro o maestra.

4. Pautas para el autocontrol.
Para fomentar el autocontrol de nuestro alumnado es importante facilitarles unas pautas sobre cómo actuar cuando estamos enfadados. Para ello se hará previamente una lluvia de ideas, aportaremos otras ideas no mencionadas por ellos y, por último, se incluirán estas pautas trabajadas en un mural, que colocaremos en el rincón para el tiempo fuera positivo.
Algunas de las pautas pueden ser:

-Respiro profundamente.
-Me centro en escuchar el sonido de mi respiración.
-Pienso en aquello que me hace sentir bien: una caricia de mamá, un viaje con mi familia, un lugar tranquilo donde me siento en calma¿
-Me acuerdo de algo divertido, que me hizo mucho reír.
-Intento relajar poco a poco todas las partes de mi cuerpo: las piernas, a espalda, brazos, cuello, mandíbula, etc.
-Cierro los ojos y tatareo mi canción favorita.
-Utilizo objetos para liberar mi furia.
-Aunque esté enfadado, no voy a golpear ni tirar nada.
-No grito a las personas que estén a mi alrededor.
-No pego ni insulto a nadie.
-Voy a evitar decir cosas que puedan herir a los demás.

5. Por último, se puede ver este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=kAGlu_asMjQ&sns=em
Publicado el día 25/04/17 22:14.
Virginia González Gómez
Me parecen muy favorables las propuestas de actividades.Además,trabajar la ira y el enfado con niños y niñas es una necesidad.

Del mismo modo, voy a proponer un juego educativo para trabajar esta emoción.
El juego consiste en reflexionar sobre las diferentes reacciones de enfado que podemos tener.
A través de una comparación con algunas conductas de animales cuando se enfadan. La finalidad es controlar el enfado y desarrollar formas de expresión.

En primer lugar el docente le explica al alumnado " Todos algunas vez nos hemos enfadado,pero pocas veces pensamos en cómo nos comportamos".
A continuación, se le explica cómo se enfadan los tres animales que hemos elegido.

- La Tortuga: Cuando ella se enfada se esconde dentro del caparazón,no dice nada, pero tampoco hace nada.

- El león: Éste animal cuando se enfada ataca a los demás.Ruge y da muchos zarpazos.

- El búho:Éste cuando se enfada se aleja un poco, piensa en lo sucedido y cuando se ha relajado vuelve para hablar y solucionar el problema.

Después,el alumnado conjuntamente con el docente reflexiona sobre cada comportamiento.
Seguidamente, se le proporciona una ficha a cada alumno y alumna con los siguientes apartados,y les pedimos que cada vez que se enfaden por algo, completen la hoja.

- Cuándo me enfado soy tortuga, león o búho.
- Qué pienso.
- Cómo me siento.
- Qué hago.
-¿Consigo algo?
- ¿ Es bueno?
-¿Qué otra cosa podría hacer?
Publicado el día 18/05/17 19:13.
Laura María Maldonado Gil
Hola compañeros, a continuación os propongo para este curso y para los que restan por venir que apliquemos en la medida de lo posible algunas posturas de YOGA para niños dado los grandes beneficios que aportan tanto para la mente como para el cuerpo. Es una técnica estupenda para controlar la ira, superar la frustración, eliminar el estrés y además permite a los niños filtrar los mensajes violentos.
Por tanto, en relación al enfado, el yoga es una técnica estupenda para controlar esta emoción.

Yoga para niños: beneficios y posturas

El yoga para niños es un excelente ejercicio físico y mental: mejora la musculatura, la columna vertebral, una elevación de las defensas inmunitarias y un estado de ánimo más sereno y equilibrado.
El secreto está en la respiración. El niño aprende a respirar de forma correcta y profunda, con la nariz, y no con la boca abierta; con la barriga, y no sólo con el tórax. Esta técnica mejora el funcionamiento del aparato respiratorio y calma la mente, porque cuanto más tranquila y regular es la respiración, más se aplacan los pensamientos.

La postura del árbol
De pie, con las piernas juntas y los brazos estirados y apoyados en las caderas, concentrad la mirada en un punto que esté frente a vosotros. A continuación, elevad el pie derecho y apoyad la planta sobre la parte interna del muslo izquierdo, en el punto más alto posible. Una vez que hayáis alcanzado el equilibrio, levantad los brazos, uniendo las palmas de las manos sobre la cabeza. Bajad el pie derecho y repetir el ejercicio con el otro pie. Cuando hayáis terminado, relajaos durante unos minutos.

La postura de la llama de la vela
- Sentaos en el suelo, con la espalda recta y las piernas cruzadas. Antes de comenzar el ejercicio, enciende una vela y colócala sobre una silla o un taburete, a unos 40 centímetros de la cara, a la altura de los ojos. Dirigid la mirada al centro de la llama.
- Mantened los músculos de la cara relajados y la mirada inmóvil, sin cerrar los párpados (si no conseguís mantener los ojos abiertos durante un tiempo bastante largo, podéis parpadear de vez en cuando). Debéis realizar el ejercicio respirando profundamente durante cinco minutos. Después, cerrad los ojos; seguiréis viendo la llama delante de vosotros.
- Si os cae alguna lágrima, no os preocupéis; es algo absolutamente normal e indica que el ojo se está limpiando.

La postura del zumbido de las abejas
Sentaos en una posición cómoda, con los pies bien apoyados en el suelo. Inspirad profundamente y, después, espirad con la boca cerrada, manteniendo los dientes ligeramente entreabiertos, de manera que se produzca un sonido similar al zumbido de una abeja ("zzz¿"). Debéis repetir el ejercicio varias veces y, después, taparos los oídos con los dedos y continuar produciendo este sonido, respirando en silencio y escuchando con atención el zumbido y la vibración que produce en la nariz, el paladar y la cabeza.

La postura del leñador
De pie, con las piernas bien separadas y los dedos de las manos entrelazados, inspirad profundamente y elevad los brazos. A continuación, con una espiración rápida, bajad las manos y ponedlas entre las piernas, flexionando también la espalda. Notaréis como, al bajar, la voz libera un sonido espontáneo y natural. Después, recuperad la posición y realizad el ejercicio varias veces.

La postura del rugido del león
- Poneos uno enfrente del otro, a cuatro patas, con los dedos de las manos separados y bien apoyados en el suelo. A continuación, abrid la boca todo lo que podáis y, como si quisieseis hacer una mueca, sacad la lengua cuanto os sea posible.
- Al mismo tiempo, hay que liberar la voz, como para rugir o emitir cualquier otro sonido espontáneo. Descansad durante unos segundos y volved a repetir el ejercicio, tantas veces como se quiera.
Publicado el día 22/05/17 14:24.

Miembros Miembros

Foto de Daniel Molina Martín

Daniel Molina Martín

Foto de Ana María Arjona Martín

Ana María Arjona Martín

Foto de David Castro de la Fuente

David Castro de la Fuente

Foto de Virginia González Gómez

Virginia González Gómez

Foto de Laura María Maldonado Gil

Laura María Maldonado Gil

Foto de Marta Muñoz Mora

Marta Muñoz Mora

Foto de Encarnación Ortega de la Torre

Encarnación Ortega de la Torre

Foto de María del Carmen Ortiz Rodríguez

María del Carmen Ortiz Rodríguez

Foto de Juan Fernando Ramos Castillo

Juan Fernando Ramos Castillo

Foto de María Ángeles Rico Ruiz

María Ángeles Rico Ruiz

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