Una vez que establecimos nuestras líneas de actuación en nuestro grupo de trabajo nos pusimos manos a la obra. Como ya  habíamos escogido el tipo de semillas que se iban a plantar y teníamos adjudicados los huertos a las diferentes clases, lo primero que debíamos hacer era limpiar las malas hierbas de nuestro pequeño huerto. Nos pusimos en ello y quedó listo y preparado para plantar nuestras semillas.

Antes de plantar nuestras semillas trabajamos en clase qué tipo de semillas íbamos a plantar, aprendimos sus nombres y los  analizamos (por ejemplo ajo empieza por la A, seño yo tengo la A en mi nombre,..,) y    pudimos verlas y tocarlas. 

El día de la siembra fue muy divertido mis pequeños de tres años fueron tutorizados por compañer@s de  6º de primaria. La experiencia fue estupenda y 100%  recomendable.

Pero, ¿cómo sabemos lo que hay plantado en cada surco? Pues para resolver este interrogante elaboramos nuestros carteles por duplicado. Ellos colorearon las imágenes que les di de los diferentes productos que habíamos plantados y también, a su manera, les pusieron el nombre. Unos carteles se pusieron en el inicio de cada surco y los otros en un gran panel que diferencia un huerto de otro.

Nuestro huerto ya había cobrado vida y entraba a formar parte de nuestra rutina diaria. 

A nivel de infantil y tras asesoramiento de nuestra coordinadora, elaboramos un cuaderno de campos sobre nuestro huerto, donde se van anotando diferentes aspectos de su evolución y se está rellenando poco a poco.

También  nos comentó que ella había establecido el riego del huerto tres veces  por semana y que lo había señalado en los días de la semana de la asamblea con una gotita de agua. La idea me encantó porque es una forma sencilla y clara para que mi alumnado integre el huerto como algo "vivo" dentro de nuestras rutinas.

¡Hoy toca regar seño!, eso me dicen cuando al poner el día de la semana se dan cuenta de que hay una pegatina de una gota de agua. Así pues el día que toca regar  nos vamos todos al huerto donde realizamos múltiples actividades: analizamos si la tierra está mojada o seca, para saber si debemos de regar o no, quitamos las malas hierbas que crecen con mucho cuidado de no arrancar ningún fruto, observamos cuántas plantas nos han crecido en cada surco,  cuál está más grande, todos coincidimos en eso las patatas. También comparamos los demás huertos,  el de la clase de la seño Raquel tiene más lechugas. E incluso lanzan sus hipótesis sobre preguntas que les hago, ¿por qué pensáis que el huerto de la seño Raquel tiene más lechugas? Seño porque tiene mucha suerte, y otros dicen porque tiene más agua,.,etc.

De momento como dificultad encontrada indicar que solo nos ha agarrado una lechuga y nos ha salido una planta de guisante. Por lo que hemos decidido plantar algo nuevo para aprovechar nuestros surcos.

Todo está saliendo mejor de lo que nosotros, como grupo de trabajo, nos habíamos planteado. Ahora a seguir cuidando de nuestro huerto para poder recolectar pronto.