Formación en centros

Imagen de fondo del tipo de comunidad

Pretendemos desarrollar un itinerario de autoformación en el que el centro y las aulas sean el ámbito ordinario para el aprendizaje y el intercambio de prácticas educativas y el desarrollo de las actividades de formación permanente del profesorado. Incorporaremos los principios de colaboración, de trabajo en equipo y de coordinación entre los docentes; relaciones de confianza, apoyo mutuo, autoevaluación y aprendizaje profesional compartido. Supone la comprensión de la actividad profesional docente como responsabilidad colectiva, colaboración espontánea y participación voluntaria en las diferentes acciones formativas que conforman el itinerario. Confianza en nuestra capacidad para dirigir nuestro propio aprendizaje, estructurar nuestras experiencias y construir nuestras teorías en y sobre la práctica. Por tanto, las actividades que vamos a realizar en la formación en centro se basarán en el aprendizaje entre iguales: los ponentes serán, preferentemente, compañeros y compañeras, miembros del claustro, dispuestos a compartir sus conocimientos y su práctica estratégica y/o metodológica. No obstante, solicitaremos al CEP de Lebrija el asesoramiento externo necesario para alcanzar nuestros objetivos.

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El valor de la escucha activa

"Para saber hablar es preciso saber escuchar" Plutarco

El proceso de comunicación en el aula implica mucho más que  hablar y oír las opiniones, comentarios y apreciaciones de los miembros del grupo. La comunicación didáctica supone mayormente ESCUCHAR, escuchar activamente... 

En tanto y en cuanto sin escucha activa parece que la comunicación sólo queda en la mera información transmitida de unos a otros, es importante recordar el valor de la intencionalidad al escuchar y al comunicar con palabras, gestos, emociones lo que pensamos, lo que sentimos y deseamos compartir

Escuchar activamente se transforma en un arte, cuando la intencionalidad del receptor implica un deseo real de "obtener con atención la totalidad del mensaje", interpretando el significado del mismo, lo que denota, lo que connota ese mensaje a la luz de la comunicación  verbal y del lenguaje corporal que ilustra el cómo y el por qué se está diciendo lo que se dice.

 

Escuchar activamente al alumnado nos ayuda a mejorar nuestro mensaje, intentando adaptarlo a las reales necesidades  e intereses formativos de los discentes.

 

Y nosotros/as ¿perfeccionamos la escucha activa en nuestra práctica profesional docente?

 

Gracias por tu tiempo.

Comentarios
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Antonio Alcón Valencia
Interesante diapositiva, y sobre todo buena actividad para trabajarla en el aula y fomentar, no solo que el profesor aprenda a escuchar, sino también fomentar que el alumnado aprenda también a escuchar lo que desde el profesorado se le comunica. En cuanto a las libertades de Satir, estoy de acuerdo en que se deben correr riesgos, por ejemplo, cuando alguien tiene una duda, no debería dudar en preguntarla en vez de conformarse con memorizar lo que le viene dado en un libro o en Internet sin más, pero también es cierto que en algunas de esas libertades habría que saber utilizarlas, sobre todo en la de pedir lo que se desea (está muy bien siempre y cuando se tenga en cuenta que no siempre va a ser posible conseguirlo) y en la libertad de decir lo que se siente (muchas veces lo hacemos, pero no tenemos en cuenta cómo puede afectar eso a los demás).
Publicado el día 10/03/17 8:44.
Jesús Rodríguez del Pozo
Muy interesante el repaso que nos hacen estas diapositivas sobre el arte de escuchar, tanto por su brevedad como por su claridad.
Efectivamente es un reto continuo al que nos enfrentamos y sometemos al vivir en sociedad y no en una sociedad cualquiera, sino mediatizada por una vorágine de información que quiere llegar y captar al ciudadano. La sutileza empleada por un mundo comercializado nos hace estar en un continuo alerta para evitar tragar el cebo y el anzuelo. Esto, tal vez, nos predispone a tener una actitud de desconfianza o de estar a la defensiva, con lo cual la calidad de nuestra escucha es deficiente. Debemos resetearnos y hacer un esfuerzo por acercarnos al otro con un propósito honesto y empático. Como educadores es imprescindible convivir con nuestro alumnado, familias y también con los compañeros de claustro con esta actitud abierta y asertiva que es todo un arte. Seguro que si lo intentamos, lo iremos consiguiendo.
P.D. Tal vez no estuviese de más, tener impresas estas "láminas-diapositivas" en la sala de profesores y echarlas un vistazo de vez en cuando.
Publicado el día 10/03/17 8:56.
Elena González Guerrero
Coincido con mis compañeros y con la presentación en la importancia que tiene el saber escuchar, no sólo en el ámbito educativo (que también y por supuesto), sino en cualquier aspecto de nuestras vidas. Cuando leí Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, de Covey, uno de los aspectos que más me llamó la atención fue el dedicado a los beneficios de escuchar para entender, para comprender al otro. El caso contrario, y mucho más común, es el de escuchar para contestar, para rebatir, para decir algo. Desde entoences he pensado bastante en este asunto y he analizado mi escucha (y la de otra mucha gente), y en la inmensa mayoría de los casos entendemos las palabras del otro como una señal para lanzarnos a hablar, olvidándonos casi de lo que aquel nos estaba diciendo.
Publicado el día 12/03/17 17:52.
Mª Dolores Gracia Serrano
Coincido contigo estimado compañero, pero la libertad para expresarse hay que saber utilizarla adecuadamente, especialmente en lo que se refiere a la comunicación con los demás ya que a veces se puede hacer sentir mal con los comentarios.
Publicado el día 14/03/17 13:29 en respuesta a Antonio Alcón Valencia.
Eva María Galante Doblado
Sin duda, como decía el autor clásico Plutarco, para saber hablar hay que saber escuchar; sobre todo porque escuchando aprendemos diferentes aspectos y puntos de vista que nos ayudan a tener una mente más abierta y así desarrollar una mayor tolerancia a todo lo distinto a nuestro entorno.
Además para ser escuchado, es muy importante saber escuchar porque como nos dicen en la diapositiva es fundamental en todos los ámbitos de nuestra vida dar si queremos recibir.
Publicado el día 14/03/17 13:57.
Verónica Caballero Martín
Estoy de acuerdo con mis compañeros. Las diapositivas son cortitas pero claras, transmiten bien el mensaje. Es fundamental saber escuchar, pero no sólo en el ámbito académico sino en cualquiera ya que nos va a permitir en muchas ocasiones entender a los demás.
Publicado el día 14/03/17 19:33.
María del Mar Sánchez Falcón
Muy interesante tanto la presentación de diapositivas como el artículo, pero en mi opinión no estamos trabajando la escucha activa en toda su dimensión, pues nos centramos sólo en la escucha activa verbal. ¿Y qué pasa con la escucha activa no verbal? ¿No es importante? Debemos enseñar a nuestro alumnado que no sólo las palabras transmiten información, también nuestros gestos, nuestras expresiones... ¿Nos parece que nos presta atención alguien que está mirando continuamente el reloj? ¿alguién que está recogiendo el material mientras le hablamos? ¿alguien que no nos mira a los ojos mientras conversamos? Creo que como docentes debemos prestar atención a este tipo de detalles y enseñar al alumnado lo importante que pueden llegar a ser, pues a veces transmiten mucho más que las propias palabras.
Publicado el día 14/03/17 20:38.
María Rocío García Domínguez
Es importante la información aportada en estas diapositivas sobre el arte de escuchar. Y es algo que se puede aplicar tanto para el alumnado como para el profesorado, en el aula e incluso en nuestra vida diaria. Estoy de acuerdo con una de las cinco libertades de Virginia Satir, sobre lo de expresar lo que una persona siente y piensa, en vez de lo que se debe decir, pero siempre respetando a las personas de nuestro entorno.
Publicado el día 15/03/17 16:42.
Ángela García Díaz
Muy interesantes las diapositivas, la escucha activa es el pilar básico para una comunicación eficaz, por ello en nuestra práctica docente y en nuestra vida diaria debemos ponerlo en práctica para conseguir un mayor grado de eficacia en nuestra comunicación.
Publicado el día 15/03/17 18:08.
Pedro Aguilera Suárez
Así es Mariángeles. Yo nunca me he arrepentido de las conversaciones que mantengo con los alumnos/as, aunque a veces me da la sensación que quieren charlar para no trabajar. Les gusta tanto que hacemos un poco de charla si han trabajado antes eficazmente. Estas conversaciones me ayudan a entenderlos y las aprovecho para hablar de los estudios, del trabajo, de mi punto de vista sobre lo que les preocupa, sin pretender "adoctrinarlos" sino que comprendan que los profesores somos referentes para ellos y no hay nada que nos satisfaga más que poder ayudarles. El trato personal que tenemos con ellos les va a influir para bien o para mal, y esa es una responsabilidad que no podemos descuidar.
Publicado el día 24/03/17 11:54.
Silvia Martín Asensio
Breve pero intensa y muy interesante la información aportada.
En este mundo llamado globalizado, conectado, sin embargo, cada vez vemos a nuestro alrededor gente aislada mirando la pantalla de un móvil, una tablet...
Hemos perdido el hábito de hablarnos y escucharnos en persona, observamos que nuestro alumnado no tiene herramientas para entenderse, para comprenderse. Y para ello, claramente, hay que reaprender a escuchar al otro. A prestarle atención, y a dejar de considerarse uno mismo el centro de todo.
Publicado el día 16/03/17 11:53.
José Manuel Jerez Cimarro
Muy interesante entrada. Me parece que este concepto de "escucha activa" debería estar mucho mas interiorizado entre el profesorado, pero para ello hace falta una ejercicio de empatía que no todo el profesorado está dispuesto a hacer, y por desgracia no creo que sea algo que se pueda aprender, jamás podrás llevar a cabo una escucha activa del alumnado si éste te importa un pimiento, así de sencillo.

Considero que cualquier docente de secundaria debería tener una especial curiosidad por los intereses de nuestro alumnado adolescente, al fin y al cabo, es la gente con la que trabajamos y diariamente y a quienes tenemos que resolverle los problemas. Por desgracia, esa curiosidad, esa empatía no es una exigencia a la hora de seleccionar al personal docente. Escribir de memoria un tema y defender una hipotética programación didáctica frente a un tribunal (que, por lo general, no desea estar allí) no es la mejor manera de medir esta habilidad fundamental que debería tener el profesorado.
Publicado el día 16/03/17 13:17.
Jaime Cadaval Arrola
Saber escuchar es una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta, no tan solo como docentes, sino como personas. En nuestro día a día trabajamos con muchas personas, la mayoría de ellos jóvenes en unas edades en las que necesitan ser escuchados, comprendidos, valorados y respetados. Incluso en la relación con nuestros compañeros debemos tenerlo en cuenta, ya que podemos encontrar gran diversidad de puntos de vista que, al escuchar atentamente, nos pueden abrir la mente a nuevos caminos.
Publicado el día 17/03/17 18:24.
Carmen Pérez Rodríguez
Encuentro la presentación muy interesante, por su concisión y claridad. 'Para saber hablar es preciso escuchar' es una reflexión que parece evidente y que sin embargo, pasamos por alto en demasiadas ocasiones.
Como docentes es imprescindible que escuchemos a nuestros alumnos. Es importante trasmitir una serie de contenidos, pero no debemos olvidarnos que trabajamos con personas, y que estos conocimientos llegarán a los alumnos con mayor efectividad si somos capaces de escucharlos, si conocemos sus intereses y sus inquietudes. La dinámica propuesta en la última diapositiva es bastante útil para trabajarla en el aula y para que nuestros alumnos también conozcan el valor de la palabra y la comunicación sea efectiva.
Dejando a un lado nuestro carácter docente, creo que esta reflexión es fundamental a tener en cuenta en nuestro día a día como personas, ya que muchas veces nos perdemos demasiado por no escuchar a los demás.
Publicado el día 21/03/17 12:15.
María Ángeles Orellana Jiménez
Saber escuchar a uno/a mismo/a y a los demás. Vamos con prisa, estamos estresados... ni nos escuchamos ni escuchamos al que está enfrente. La reflexión sobre este tema nos advierte de la falta real de comunicación en un momento en el que hay tal cantidad de medios para ello. En el ámbito escolar saber escuchar al alumnado, en mi opinión, no es responder a todos los caprichos y comentarios que a ellos se les pasa por la cabeza; sino en el sentido en que el profesor nos explicaba en la charla sobre el tema y que Je¿onimo nos recuerda en las diapositivas; es interpretar sus respuestas, gestos, sentimientos ... y ver qué es lo que realmente están percibiendo de lo que les contamos, cómo les llega, ponernos en su lugar y entender cómo aprenden, entienden...algo nada fácil ni para el profesorado ni para las familias.
Publicado el día 24/03/17 11:52.
Antonio Ramos Calderón
Peliagudo este tema de la escucha atenta y activa en el aula. Yo me conformaría, desde luego, con llegar a una escucha atenta en clase porque lo de activa lo veo complicadísimo en grupos de treinta alumnos donde continuamente, como docentes, nos hallamos en la necesidad de enfrentarnos a las muchas situaciones que nos ofrece la diversidad actual del alumnado. Desarrollar una escucha activa requiere cierta pausa, conocer -como bien dicen las diapositivas- los intereses y las inquietudes de tu interlocutor, saber ponerte en su lugar e incluso un cierto espíritu crítico que solo te lo da el conocimiento.
Además, coincido con algunos de vosotros cuando decís que la escucha atenta y activa es una faceta que se extralimita al mero contexto académico y que va más allá. Por ejemplo, pienso en el ámbito laboral: ¿Qué sería de un comercial que no se sabe escuchar a su cliente, ya sea en acto o en potencia? ¿Qué sería de un responsable de los recursos humanos de una empresa que no escucha como es debido en una entrevista de selección a un posible candidato para trabajar? ¿Qué sería de un periodista que no escucha lo que le dice su entrevistado en un programa de radio? Bueno, ejemplos como este podríamos poner miles.
Por otro lado, creo que la escucha atenta y activa es una habilidad o destreza que no camina sola, es decir, que esta obligatoriamente irá acompañada de otras destrezas como una fluida expresión oral e incluso una correcta comprensión lectora. Pienso que el conocimiento no se sustenta en una sola pata, pero el arte de escuchar más que una faceta artística, sin duda se convierte en una necesidad si queremos movernos en la vida con libertad, bonhomía, coherencia y amplitud de miras. Por tanto, en el aula tenemos un magnífico escenario de oportunidades diarias para fomentarla y valorarla aunque, como he dicho al principio de estas líneas, a veces las circunstancias se vuelven adversas.
En conclusión, si para escribir bien primero hay que haber leído mucho, para saber expresarse con elocuencia y adecuación inevitablemente debemos pasar antes por una fase de escucha atenta y activa a las personas que interactúan con nosotros continuamente.
Publicado el día 27/03/17 23:48.
Ángel Méndez Granados
Considero fundamental enseñar a nuestro alumnado a escuchar desde el respecto e intentar que sepan ser pacientes y no interrumpirse cuando quieran aportar su punto de vista. También creo que es esencial en nuestro clases que nuestros alumnos sientan que sabemos escucharles.
Publicado el día 19/05/17 15:21.
Pilar Narbona Juárez
Creo que saber escuchar es el primer paso para aprender en el aula y en la vida en general. Quiero aprovechar este espacio para compartir con mis compañeras y compañeros algunas fórmulas que vengo realizando en el aula desde hace unos años con resultados positivos.
Es un taller titulado "sueñacuentos" que tiene como principales objetivos fomentar el "arte de escuchar", la relajación y la atención a nuestros (la de los alumnos y alumnas) pensamientos y sensaciones internas.
Los primeros minutos antes de iniciar la temática de cada día, les enseño a respirar con el uso del diafragma y la máxima capacidad pulmonar, una vez que están en esta sintonía cierran los ojos, cuento del 21 al 0 y les pongo música relajante mientras les leo un capítulo de alguna lectura corta que contenga algún tipo de reflexión.
Os aseguro que después de esta experiencia el ambiente y atmósfera de la clase inspira para escuchar, no por el miedo a que les pongan un parte o quiten puntos de carnet..
Por otro lado también comparto con nuestro compañero Jerónimo la importancia de saber escuchar a nuestros alumnos considerando sus gestos y sus necesidades básicas.
Publicado el día 22/05/17 12:43 en respuesta a Ángel Méndez Granados.
Juan Manuel Manuel Rego Cortes
Escuchar es tener los oídos abiertos a nuevas aportaciones. Mantenerse interesado por lo que el otro te puede aportar. Es abrir el diálogo no el monólogo que la lección ya aprendida de folios antiguos y amarillentos.
Publicado el día 16/06/17 13:29.

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