Las exposiciones en clase mejoran las habilidades comunicativas pero también desarrollan la seguridad en uno mismo y ayudan a superar el miedo escénico. Con las presentaciones orales aprendemos a organizar, de manera clara, las ideas a exponer, practicamos con los distintos registros lingüísticos para adaptarnos a la situación comunicativa correspondiente, a investigar de forma reflexiva y crítica, a tomar decisiones sobre qué y cómo exponer las temáticas elegidas, qué soportes usar, a ser creativos y emprendedores, en definitiva, aprender para la vida. 

Pero para llevar el proyecto a buen puerto es absolutamente necesaria la motivación de nuestro alumnado, los experimentos son prácticamente magia hasta que conocemos el proceso, esta idea es la que ha servido de lanzadera para la clase de 5ºA que decidió convertirse en magos de los experimentos, unos lúdicos, otros muy científicos, algunos extraños... Una vez expuestos, preparamos un cartel con toda la explicación, así también trabajamos al escrito.

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