Hemos llegado a la fase final de nuestro proyecto. Hace ya unos cuantos meses nos propusimos la creación de un banco de material para poder trabajar y evaluar la expresión oral del alumnado. Aunque partíamos de material que se había ido elaborando a lo largo de todos estos años, cada departamento había seguido unos criterios y un formato distinto; había también material bien diseñado y otro que no era factible. Con la creación de este grupo de trabajo pretendíamos, además, crear una rutina de trabajo colaborativo que nos permitiese trabajar a todo el claustro en una misma dirección. Lo que no esperábamos es que el proyecto fuese tan fructífero y satisfactorio en la medida en la que lo ha hecho y es que los resultados finales han sido excelentes.
En primer lugar, una de las primeras decisiones que tuvimos que tomar fue la organización de todo el material antiguo y la creación de un modelo de ficha como punto de partida de los set de fichas orales. Ante esto, hemos de decir que, tras la finalización del proyecto, hemos logrado elaborar una batería de fichas muy bien definidas para cada uno de los cursos, y a lo largo de este proceso colaborativo hemos compartido herramientas y recursos para la elaboración de las mismas.
Así, la EOI Pozoblanco cuenta ahora con un gran banco de material para trabajar la destreza oral a disposición de cualquier futuro profesor que se integre en este centro y todo el profesorado participante se ha enriquecido enormemente en su práctica docente, aprendiendo a trabajar de forma colaborativa y elaborando una gran cantidad de material para trabajar el talón de Aquiles de nuestro alumnado: la comprensión e interacción oral.
Toda esta recopilación y creación de recursos y materiales ha tenido dos implicaciones fundamentales en el centro. Por un lado, la ya mencionada batería de material para trabajar la destreza oral, que se encuentra en el departamento de inglés y francés a disposición de cualquier profesor, presente y futuro de la EOI Pozoblanco, y que ha cumplido con creces todas nuestras previsiones, llevándonos a tener que tomar decisiones sobre el almacenamiento y clasificación de todos los materiales creados, por razones de espacio.
Por otro lado, una de las cosas sobre las que más ha repercutido el proyecto es en fomentar el trabajo colaborativo, creando un clima de compañerismo muy positivo, que nos ha llevado a compartir nuestras prácticas docentes no solo en relación al banco de fichas y juegos, sino que a partir de éste, hemos conseguido crear una rutina de trabajo en equipo y romper con la figura del profesor que trabaja de forma aislada en su aula.
Sin embargo, lo más importante de la elaboración de todos esos materiales ha sido su aplicación en el aula. Respecto a este punto, me gustaría destacar el carácter fundamentalmente práctico que ha tenido el proyecto y que es probablemente lo que le ha dado mayor valor. A menudo leemos artículos o asistimos a conferencias sobre metodología, elaboración de material novedoso, etc, pero nos falta formación práctica, recursos y herramientas que realmente podamos aplicar directamente en nuestras aulas. Esto es precisamente lo que ha aportado este proyecto, dando lugar a una concreción a la hora de preparar a nuestros alumnos para la destreza oral
Gracias a los recursos creados, hemos podido homogeneizar en el aula actividades fundamentalmente comunicativas, que nos han permitido completar y/o desarrollar la formación de nuestro alumnado en la destreza oral. Sin embargo, los cambios más significativos en el aula se han producido en la forma de trabajar, hemos podido ampliar en gran medida nuestros recursos personales para afrontar la puesta en práctica de la destreza oral y además hemos descubierto innumerables posibilidades de plantear aspectos que solíamos tratar de una manera más individual.
Gracias a toda esta variedad de fichas y juegos hemos conseguido clases más dinámicas y eficientes, pues al presentar los contenidos a través de plantillas de juego el alumno se siente más motivado y relajado a la hora de hablar.
Como ya hemos explicado anteriormente, gracias a este proyecto hemos adquirido gran cantidad de material para trabajar la destreza oral así como estrategias para su implementación en nuestras aulas.
Entre las evidencias de aprendizaje la más inmediata y clara han sido los resultados de la segunda evaluación en todos los niveles. Los alumnos han afrontado estas pruebas de forma más relajada y con una mejora de sus resultados y su evolución en esta destreza particular. El profesorado ha constatado que esta forma de trabajo ha beneficiado enormemente el progreso del alumnado y ha mejorado los resultados.
Entre las dificultades encontradas hemos encontrado principalmente dos:
1. El punto de partida fue el momento más difícil del proyecto puesto que había que organizar el material ya elaborado, clasificarlo, descartar el que no se adecuara y crear un modelo de ficha estándar para crear todo el material nuevo. Muchas veces, las directrices establecidas por la coordinadora del proyecto no eran seguidas como se esperaba y ha habido algunas variaciones en las creaciones de los set de fichas, pero en general ha quedado un resultado final bastante homogéneo.
2. Problemas tecnológicos que se han planteado a la hora de la elaboración del material y que hemos solventado ayudándonos entre todos, pues no todo el punto parte del mismo nivel de destreza digital.
3. Una de las participantes del grupo de trabajo ha estado de baja durante todo este tercer trimestre aunque dejó terminado toda la parte correspondiente de su trabajo.
4. Por último, otra de las dificultades acontecidas está relacionada con el almacenamiento del material recopilado. Como se ha apuntado en numerosas ocasiones, el objetivo del proyecto es crear un banco de materiales para trabajar la destreza oral que permanezca en la EOI Pozoblanco, por eso es muy importante un almacenamiento adecuado y una clasificación muy detallada de los materiales creados, para que así, futuros profesores que pasen por la escuela no se encuentren un compendio de tarjetas desorganizas y sin utilidad, sino que sepan de qué trata y cómo se utiliza cada cosa. En este sentido, se ha comprado un clasificador para cada uno de los idiomas en los que fichas y juegos han quedado perfectamente organizados.
Con todo esto, podemos concluir que el proyecto ha sido verdaderamente satisfactorio en todos los sentidos. El material elaborado ha quedado perfectamente clasificado y a disposición de los departamentos del centro. Todo esto ha sido debido, por supuesto, a la dedicación del claustro y su compromiso con el proyecto, esfuerzo que me gustaría agradecer personalmente, ya que sin todos ellos, estos resultados no habrían sido posibles.
No obstante, en los aspectos a mejorar, se podría mencionar la posibilidad de dedicar un espacio inicial en un futuro proyecto para actualizar las herramientas informáticas o de maquetación que se vayan a utilizar ya que muchas veces las damos por hecho y que no todo el mundo conoce o maneja con soltura.