Vivimos en el mundo de la información, de los resultados rápidos y de la tecnología avanzada. Vamos y venimos sin pararnos a escuchar las sensaciones o los movimientos de nuestro cuerpo, obteniendo como resultado una desconexión importante con nosotros mismos. Por ello, se hace necesario ampliar el conocimiento de cómo funciona nuestro cerebro y cuáles son las consecuencias de su funcionamiento, aspecto que estudia la neuroeducación y su puesta en práctica, la neurodidáctica . Así, esta última busca conseguir optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje basándose en los conocimientos actuales sobre el funcionamiento del cerebro humano. Si el objetivo fundamental de la escuela es la formación de personas creativas, productivas, comprometidas socialmente y dispuestas a transformar la realidad para mejorarla, debe de ocuparse de ello, es decir, de fortalecer los circuitos cerebrales responsables de la atención, el autocontrol, la empatía, la compasión o la resiliencia ante las situaciones cotidianas generadoras de estrés que reduzcan las dificultades de aprendizaje y los diferentes problemas conductuales y de convivencia que dificulten el acceso y/o seguimiento del curriculum. Respecto a la orientación educativa, una de las principales labores que tenemos los orientadores es la prevención de las dificultades de aprendizaje. La formación en estrategias que permitan darle a cada alumno el reconocimiento de su espacio desde el entendimiento de cómo funciona su cerebro. posibilitará la reducción de ello y favorecerá el éxito curricular. Por ello, buscamos actividades y técnicas que desde la orientación educativa se pudieran aplicar para que el profesorado de los centros de Educación Infantil y Primaria y su alumnado puedan llevar a cabo una práctica de enseñanza aprendizaje lo más coherente y provechosa posible.