Una vez trabajados los cuantificadores y la noción de cantidad y equivalencia es momento de introducir los signos numéricos o grafía de los números.
Esto se hará a través de actividades y situaciones en las que se invita al niño/a a observar y analizar elementos de su contexto y entorno habitual. Estos análisis serán de dos tipos según la metodología ABN:
- Análisis y establecimiento de patrón físico con significado
- Análisis y establecimiento de patrón físico sin significado.
Para trabajar los patrones con significado bastará con analizar objetos de la vida cotidiana y asociarlos significativamente con una cantidad.
Así por ejemplo el número 4 se asociará a la cantidad de patas que tiene un perro, el número 2 se asociará a los ojos que cada uno tenemos, el número 5 a los dedos de una mano,...
Estas asociaciones significativas quedarán expuestas en clase, siempre a la vista de los niños. Se pueden memorizar mejor con ayuda de canciones, poesías o juegos de atención y memoria.
Para trabajar los patrones físicos sin significado se necesitarán dos fases:
En una primera fase usaremos objetos convencionales de juego que contienen números y conjuntos de elementos presentados de una forma muy reconocible: un dado, una baraja de cartas, fichas de dominó,... donde los números se asocian a la disposición de los elementos, a cómo se organizan visualmente.
Tras esta primera fase es momento de trabajar con conjuntos cuyos elementos deben ser contados para saber qué cantidad tienen.
Cuando hemos aprendido a usar el conteo para saber cuántos elementos tiene un conjunto, el método ABN propone tres actividades para trabajar este conteo de patrones:
- Actividades de analizar la igualdad o desigualdad que presentan dos conjuntos dados.
- Actividades para ordenar conjuntos según el número de elementos.
- Actividades de averiguar los vecinos de antes y de después de un número o conjunto (los vecinos del 6 son el 5 y el 7).