Valoración final de los Proyectos de Formación en Centro

El módulo de Evaluación, fue el encargado del cierre de la formación que desde septiembre llevamos cursando. Este módulo se centraba en cómo evaluar al alumnado a través del Aprendizaje Cooperativo.

Como en cada módulo de trabajo, la estructura a seguir consistía en una semana dedicada a la planificación, otra evaluación del trabajo de nuestros compañeros y para finalizar una evaluación de lo que habíamos realizado y puesto en práctica dentro del aula.

Debido al estado de alarma que se decretó en nuestro país y el fin de las clases el 13 de marzo, no pudimos llevar a cabo la puesta en práctica dentro del aula de lo planificado semanas anteriores. Este era uno de los módulos que más interés despertaba entre el profesorado ya que nos encontramos con muchas dudas a la hora de evaluar al alumnado a partir del trabajo cooperativo. Además, nos interesaba conocer de qué manera integrar esos planificadores de AC, dentro de nuestras programaciones y udis, así como debíamos realizar la evaluación de los aprendizajes en relación a la ley por la que se rige la educación en nuestra Comunidad.

A pesar de quedar pendiente esta fase de la evaluación, todo el profesorado del centro certificó el curso, cumpliendo con ello todas las entregas que la formación exigía así como las horas que debíamos dedicar al mismo.

Aunque la formación concluyese de esta forma tan inesperada e incompleta en cuanto a la última fase ya comentada. Ha sido un periodo en el que hemos enriquecido nuestra experiencia y conocimientos en cuando a lo que Aprendizaje Cooperativo se refiere. Ahora todo el profesorado tiene un mismo concepto del Aprendizaje Cooperativo, por lo que a la hora de ponerlo en práctica en nuestro centro, el trabajo estará más estructurado y los conocimientos serán más homogéneos. También es importante destacar que ahora tenemos a nuestro alcance un gran abanico de recursos para poder hacer uso en nuestras prácticas colaborativas, algo a valorar ya que a veces en nuestra práctica diaria nos encontramos con escasez de los mismos.

El compartir experiencias en Aprendizaje Cooperativo, nos ha unido como equipo y parece que en nuestras aulas hemos encontrado muchos momentos en los que esta estrategia metodológica ha sido la protagonista.

En cuanto a la valoración del profesorado, la centraremos en las tres etapas que encontramos en nuestro centro:

Educación Infantil

Las maestras que dan clase en esta etapa ven la necesidad de adaptar los grupos base y los roles a las edades del alumnado. Se aprecia diferencia a la hora de trabajar con niños de tres años, ya que poseen escasas habilidades sociales que puedan emplear para sacar el máximo partido a esta metodología. Aun así, el Aprendizaje Cooperativo es muy efectivo para afianzar ciertas habilidades sociales.

Es de gran relevancia especialmente en esta etapa, el trabajo en grupo entre el profesorado, de manera que el compartir experiencias de Aprendizaje Cooperativo se convierta en una rutina normalizada de la que todos puedan salir enriquecidos.

El curso recibido no está demasiado adaptado a infantil.

Aunque el profesorado de Educación Infantil ha realizado la formación, han encontrado bastantes problemas para contextualizar la teoría y la práctica dentro de su aula. No creen que la formación esté demasiado adaptada a infantil y a veces han encontrado dificultades para poder desarrollar con su alumnado lo planificado.

Las edades del alumnado con el que trabajan, requieren de una formación más adaptada a su etapa en la que las experiencias de enseñanza-aprendizaje a través del Aprendizaje Cooperativo, sean más naturales.

Educación Primaria

El principal problema que nos hemos encontrado en la formación ha sido la falta de tiempo así como las exigencias que el calendario nos marcaba. Esto nos ha dificultado en algunas ocasiones el desarrollar experiencias cooperativas con una mayor naturalidad. Aun así, somos conscientes de que una formación de este tipo, nos exige ciertas pautas y limites que debemos cumplir.

En cuando a los aspectos positivos, nuestros conocimientos se han ampliado enormemente, ya que aunque parte del profesorado había realizado formaciones previas, ésta ha sido muy completa y experiencial, lo cuál nos ha servido para comprender la importancia de esta metodología dentro del aula.

El alumnado ha sido parte importante durante estos meses, ya que el éxito de nuestras planificaciones se debía en parte, a la acogida del mismo. En cuanto a ellos, se han mostrado interesados y bastante motivados en el proceso de enseñanza aprendizaje desarrollado mediante esta estrategia. Recibían muy positivamente las propuestas de trabajo mediante Aprendizaje Cooperativo, aunque a veces surgían problemas cómo la falta de control de la participación por parte de ciertos alumnos, así como problemas en cuanto a la formación de los grupos de trabajo.

Educación Secundaria

El profesorado de secundaria aprecia dificultades a la hora de implantarlo en el aula. Aparecen distintos problemas en la implantación. ¿Cómo lo integramos en la planificación? ¿Qué instrumentos de evaluación utilizamos?, lo que conllevaría demasiada burocracia.

Al mismo tiempo, comenta que los profesores estuvieron muy apurados con el trabajo, ya que la falta de tiempo se hacía constante. En educación primaria, las tutoras pasan muchas horas con sus alumnos y pueden desarrollar varias sesiones de trabajo, pero en secundaria se encuentran con el problema de la presencia continua de especialistas que a veces hacen imposible la finalización de las sesiones de Aprendizaje Cooperativo planificadas.

En cualquier caso, la experiencia ha sido positiva. Su puesta en práctica, ha beneficiado mucho al alumnado. Se sienten motivados por trabajar con distintos compañeros, además, las técnicas de asignación de grupos les parece emocionante y el aprendizaje final es el esperado.

Ven necesario transmitir un mensaje de tranquilidad al profesorado. Tienen claro que no hay que desarrollar esta metodología al cien por cien, sino que es importante seleccionar aquello que más se adecue al contexto en el que desempeñan su docencia.

Para finalizar, la conclusión que sacamos de esto es que la formación ha sido bastante completa en cuanto a teoría y práctica. Para algunas etapas no está adaptada y las compañeras de Educación Infantil requerirían de otro tipo de formación más adaptada a los niveles educativos en los que ejercen.

Todo el profesorado habla un mismo lenguaje en cuanto a lo que Aprendizaje Cooperativo se refiere, por lo que esto nos permite el compartir ideas y experiencias. El alumnado va conociendo esta metodología, y además de una forma más clara, ya que al trabajar todos los profesores siguiendo una misma estructura, para ellos es mucho más claro y motivador. Compartir material favorece mucho el trabajo cooperativo y ayuda a crear sensación de grupo.

Nos queda aún mucho camino por hacer, pero tenemos claro que la formación nos servirá para que a partir de este curso, el Aprendizaje Cooperativo se trabaje de manera gradual y constante dentro de nuestras aulas y que sea un pilar fundamental en nuestras prácticas diarias.