Grado de consecución de los objetivos

El grado de consecución de los objetivos puede ser definido como satisfactorio. Durante el desarrollo de las diferentes sesiones se han asentado sólidas bases teóricas en materia de evaluación. Los participantes han adquirido los conocimientos necesarios para deslindar la evaluación de la simple calificación, al tiempo que han entrado en contacto -o profundizado en muchos casos- con técnicas e instrumentos de evaluación alternativos a la prueba escrita, llevándolos a la práctica.

Del mismo modo, se han reforzado las rutinas de trabajo relacionadas con el aplicativo de Séneca y el cuaderno de clase, con el objetivo de afianzar una evaluación formativa, integradora y orientada al desarrollo de las competencias clave.

Nivel de interacción entre los participantes

El nivel de interacción entre los participantes ha sido adecuado. Formamos un claustro de reducidas dimensiones y altamente dinámico, por lo que el intercambio de pareceres ha sido constante y ha generado debates muy constructivos sobre la evaluación.

Se ha registrado intercambio de materiales, en especial vinculado a los instrumentos de evaluación, y se han generado sinergias positivas.

Grado de aplicación en su contexto educativo

El grado de transferencia al aula ha sido muy elevado. Partiendo de las bases teóricas anteriormente citadas, un número muy elevado ha aplicado lo aprendido en la evaluación del alumnado. Se han llevado al aula instrumentos de evaluación variados y adaptados al trabajo por competencias y se han fomentado la autoevaluación y la coevaluación. Entendemos que ello abre una línea de trabajo a medio/largo plazo interesante y que arrojará buenos resultados en el tránsito entre paradigmas de evaluación.

Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

Los principales efectos se vinculan con una revitalización de la participación del alumnado en el proceso de evaluación y con la importancia concedida a la autoevaluación y la coevaluación. El alumnado va tomando conciencia de que forma parte integral del proceso, por más que nos encontremos aún en una fase inicial de este proceso de cambio. Confiamos en que ello abrirá la puerta a una modificación estable y duradera de las rutinas diarias del centro.

 

La mayor parte de la producción del profesorado se centra en la elaboración de instrumentos de evaluación coherentes con el contexto de cada grupo y vinculados al trabajo por competencias. Buena parte de esos instrumentos han servido para mejorar el conocimiento que del proceso tiene el alumnado, de modo que han recibido rúbricas o dianas de autoevaluación para fomentar su grado de madurez y la metacognición. Obran en poder de cada miembro del claustro y estarán a disposición de la asesoría de referencia si fueran solicitados.

Destacar aspectos susceptibles de mejora

Habida cuenta de las circunstancias que atravesamos, lamentamos no poder haber cerrado una actividad de esta envergadura del modo debido. El contacto y los debates han seguido de manera telemática, al calor de la normativa que la Consejería ha ido publicando- pero no cabe duda de que el intercambio de opiniones presencial es mucho más dinámico y facilita las interacciones. De este modo, no descartamos solicitar la continuidad de esta temática de trabajo de cara al próximo curso.