La situación que se nos presentó en el mes de marzo fue algo que nos pilló totalmente de manera inesperada y nos ha dislocado a todos al vernos obligados de la noche a la mañana a afrontar nuestra labor de una manera nueva y totalmente desconocida. La coordinación entre los distintos órganos ha resultado bastante complicada, hasta que más o menos hemos conseguido aprender a manejar las herramientas adecuadas, en nuestro caso Moodle, para poder llevar a cabo las diferentes reuniones que han hecho falta. Aun así, no es igual que una reunión presencial, ya que influyen mucho los problemas técnicos que pueden surgir tanto de sonido, calidad de imagen o de conexión. Aunque en mi caso he realizado innumerables llamadas, videollamadas, videoconferencias,... con todo el profesorado y equipo directivo, en bastantes ocasiones he sentido la sensación de soledad e inseguridad a la hora de tomar cualquier decisión, quizá por no poder consultar de manera inmediata, como se suele hacer cuando estamos en el colegio, cualquier pequeña duda que te pueda surgir.
En cuanto a la flexibilización de las programaciones, aunque es cierto que es un documento que debemos tener y hacer, creo que en esta situación añade más horas de trabajo al profesorado, las cuales se han incrementado hasta tal punto que estás prácticamente todo el día conectado de una manera u otra al teletrabajo, ya sea a través del correo electrónico, o de una llamada, o preparando las sesiones, o corrigiendo,... La sensación es de estar las 24 horas en el colegio, por lo menos por mi parte. Quiero hacer un reconocimiento por la labor que está desarrollando el profesorado en general y de mi centro en particular, me quito el sombrero ante la dedicación y profesionalidad que están demostrando.
La atención a la diversidad cobra una gran importancia debido a la brecha digital y sobre todo social. En nuestro centro hemos priorizado el repaso y la recuperación, y avanzando levemente solo con contenidos elementales. Resulta complicado llegar a todo el alumnado, aunque más complicado resulta que todos respondan, ya que hay casos en los que hemos hecho auténticas filigranas para poder hacerles llegar el trabajo y no hemos tenido ninguna respuesta aun sabiendo que sí les ha llegado.
La colaboración de las familias es fundamental en esta situación. Valoramos enormemente la colaboración y el esfuerzo que las familias casi en su totalidad están mostrando. La comunicación la estamos haciendo principalmente vía correo electrónico aunque en muchos casos se recurre a la llamada telefónica.
En cuanto a las oportunidades de mejora y qué tengo que aprender, pues está situación me ha hecho darme cuenta de las carencias que tengo a nivel tecnológico, y aunque me he visto obligado a ponerme las pilas son muchas las cosas que tengo que aprender y mejorar, por ejemplo, el manejo de plataformas para poder trabajar, aunque también pienso que para qué me sirve a mí aprender a trabajar de esta manera si luego va a ser muy complicado poder utilizarlo con todas las familias. Para que pudiera ser provechoso este tipo de trabajo a través de plataformas, la formación en este sentido debería ser para toda la comunidad educativa.
Bueno, hasta aquí mi reflexión.

Todavía no se había decretado el estado de alarma en España por el COVID-19 cuando se anunció que se suspendían las clases, todo un desafío sin precedente.
En este contexto, la educación ha seguido a distancia a través de las nuevas tecnologías, o lo estamos intentando, por lo que todos (profesorado, familias y alumnado) con o sin experiencia previa en formación on-line nos hemos visto inmersos en clases no presenciales.
No estamos de vacaciones y las clases continúan. Pero no continúan con normalidad. Las circunstancias de cada alumno/-a son muy diferentes, el acceso a la tecnología, las situaciones familiares. Esta educación on-line puede generar desigualdad de oportunidades que entre todos tratamos de subsanar. Los problemas técnicos, como la carencia de ordenador o una conexión a internet deficiente, la falta de competencias digitales, suponen un problema a la hora de la formación on-line.
Trabajar bajo esta modalidad ha supuesto un esfuerzo añadido: adaptar programaciones, preparar clases, corrección de tarea, jornadas de trabajo maratonianas, ausencia de contacto presencial no solo con el alumnado sino también con los compañeros ha provocado en todos nosotros una sensación de soledad y aislamiento, probablemente compartida con el resto de la comunidad educativa.
Pienso que todo el mundo, o casi todo, está sacando lo mejor de sí mismo, entender y valorar la utilidad de las redes sociales como herramienta de relación y aprendizaje. Pero nunca un ordenador o una plataforma digital podrá sustituir las relaciones interpersonales que se ponen en marcha en el ámbito escolar y a estas edades tan tempranas.
Un fuerte abrazo.

La necesidad de irnos todos a casa un viernes y la gran pregunta ¿y el lunes qué? ¿cómo?
Sin duda todo un reto cargado de incertidumbre y miedo.
Miedo ante la enfermedad (que no es poco) y miedo al cómo abordar nuestro trabajo.
Pues como siempre, los maestros hemos salido adelante. Eso sí, con el apoyo y la gran ayuda de nuestros compañeros, de nuestras propias familias saliendo al quite de nuestras carencias digitales.
El trabajo está siendo arduo, sin horarios, reformando, adaptando, intentando llegar a todos nuestros niños/as, insistiendo en contactar con los que pasados unos días no recibimos noticias de ellos...
Una forma muy diferente de trabajar, aprendiendo a marchas forzadas para hacerlo lo mejor posible.
Seguro que tenemos que seguir formándonos en este "sistema online", está claro que es una gran herramienta. Pero si de algo me he convencido aún más es que nuestra profesión necesita del contacto humano entre los maestros y los niños/as, aún ninguna máquina puede sustituir eso.

Sí, un curso absolutamente especial... nunca imaginé saltar de un día para otro desde la intensa educación presencial de mi clase de educación infantil a un mundo completamente desconocido para mí: los intensísimos días de confinamiento. Un escenario donde sigo actuando representando mi papel de maestra y a la vez estudio de nuevo la carrera de actriz, nuevos lenguajes, nuevos medios, un público que ahora incluye padre, madre, hermanos de mis alumnos; mis compañeros de reparto detrás de una pantalla; un colegio sin libros ni materiales escolares; unas rutinas que hay que reinventar o adaptar; todos colgados de una red que se cae muchas veces¿ ¡pero lo que no se cae es la vocación de acompañar a mis alumnos sea como sea!
Está siendo agotador, pero creo que estoy logrando mantener y continuar el proceso educativo de mi tutoría. Utilizando los medios que soy capaz de manejar por el momento, (wasap y correo-electrónico) mantengo contacto diario con mis alumnos y mis familias. Hemos llegado al acuerdo de enviar a las familias la propuesta semanal, que yo complemento todos los días con audios propios (pienso que con 4 años es importante seguir escuchando la voz de su "seño"), explicaciones, vídeos, canciones, enlaces, etc. El instrumento para recibir y supervisar los trabajos es el correo e. Ha ocupado un lugar central el acompañamiento emocional de mi grupo y sus familias. Hay que adaptarse a la situación y caminar todos juntos procurando que nadie quede afuera...
Mientras, me formo en nuevas tecnologías, acabo de terminar un curso de plataforma Moodle y actualmente aprendo recursos didácticos digitales aplicables a educación infantil. Espero poder aplicar los conocimientos que estoy adquiriendo en mi tarea educativa, en adelante. Una nueva educación, a causa de un virus....¡quién lo hubiera dicho!

La reflexión que haría ante esta etapa que nos ha tocado vivir se centraría principalmente en la capacidad que tiene el ser humano de reinventarse y de afrontar nuevas situaciones. De la noche a la mañana te cambia la forma de trabajo y aumenta la capacidad de superación ante el reconocimiento de las limitaciones propias. Las emociones cambian al enfrentarse de una nueva forma a algo se había hecho una rutina, como es la forma individual de trabajar, surge la ansiedad, el voy a ser capaz, la toma de consciencia y después la superación .Mis conocimientos tic, no eran muy amplios pero a veces con la ayuda familiar y otras con el estímulo personal, puedo decir que ya no me encuentro tan encorsetada y poseo más herramientas para llevar a cabo mi trabajo de manera virtual.
El video y los audios se convirtieron en el medio de comunicación que se transmitían por whatsapp y por correo electrónico así como la propuesta didáctica .Aún en esas circunstancias hemos llevado a cabo un proyecto de investigación: Las Mascotas en colaboración de mi alumna de prácticas. Confeccionando el dossier de desarrollo y dirigiendo las investigaciones y las actividades. La gran preocupación es llegar a todos mis alumnos cuyas, familias solo disponen del móvil o de alguna tablet, pero ajustándonos a las circunstancias hemos logrado conseguir realizar nuestro trabajo a base de dedicación y esfuerzo.
En este periodo he hecho dos cursos de teledocencia: uno sobre la PLATAFORMA MOODLE y otro de TELEDOCENCIA EN INFANTIL, que me han aportado estrategias para afrontar esta situación con más seguridad.

La situación ante la que nos hemos enfrentado ha sido traumática en muchos sentidos ( emocional , física y profesionalmente).Hemos tenido que afrontar la situación social, sanitaria y familiar paralelamente con nuestro trabajo diario , en continuo contacto con nuestro alumnado y sus familias
Pero de ella hemos aprendido como una persona se puede reinventar, afrontar los problemas, buscar soluciones y siempre intentándolo hacer lo mejor posible, con espíritu de superación.
Para realizar esta labor he contado con recursos numerosos desde el personal ( compañeros /as, propia familia, ¿) como el instrumental ( ordenador, móvil, correos, plataformas , ¿).Es importante la colaboración establecida con el equipo docente ,las familias y el alumnado. Problemas que hemos afrontado de forma común y cooperativa.
Las programaciones han tenido que ser adaptadas a la situación que nos ha tocado vivir. De este modo se han flexibilizado, atendiendo a la diversidad del alumnado, los cuales se han visto afectados de diferente manera a la brecha social, digital y económica. Se ha ido repasando materia y avanzando en aquellos aspectos en los que he considerado oportuno, según las características de los niños /as .Planteamientos educativos que repercuten no sólo al ámbito académico sino también al lúdico y emocional.
Esperemos que el curso próximo podamos continuar con nuestro Proyecto de Formación, siguiendo las misma líneas de trabajo, con ilusión y entusiasmo , aprendiendo y aportando.




La situación ante la que nos hemos enfrentado ha sido traumática en muchos sentidos ( emocional , física y profesionalmente).Hemos tenido que afrontar la situación social, sanitaria y familiar paralelamente con nuestro trabajo diario , en continuo contacto con nuestro alumnado y sus familias
Pero de ella hemos aprendido como una persona se puede reinventar, afrontar los problemas, buscar soluciones y siempre intentándolo hacer lo mejor posible, con espíritu de superación.
Para realizar esta labor he contado con recursos numerosos desde el personal ( compañeros /as, propia familia, ¿) como el instrumental ( ordenador, móvil, correos, plataformas , ¿).Es importante la colaboración establecida con el equipo docente ,las familias y el alumnado. Problemas que hemos afrontado de forma común y cooperativa.
Las programaciones han tenido que ser adaptadas a la situación que nos ha tocado vivir. De este modo se han flexibilizado, atendiendo a la diversidad del alumnado, los cuales se han visto afectados de diferente manera a la brecha social, digital y económica. Se ha ido repasando materia y avanzando en aquellos aspectos en los que he considerado oportuno, según las características de los niños /as .Planteamientos educativos que repercuten no sólo al ámbito académico sino también al lúdico y emocional.
Esperemos que el curso próximo podamos continuar con nuestro Proyecto de Formación, siguiendo las misma líneas de trabajo, con ilusión y entusiasmo , aprendiendo y aportando.




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Pero de ella hemos aprendido como una persona se puede reinventar, afrontar los problemas, buscar soluciones y siempre intentándolo hacer lo mejor posible, con espíritu de superación.
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Esperemos que el curso próximo podamos continuar con nuestro Proyecto de Formación, siguiendo las misma líneas de trabajo, con ilusión y entusiasmo , aprendiendo y aportando.

Una situación impensable, llena de dudas y al comienzo con la idea de que en dos semanas estaría de vuelta con las clases presenciales. Ha sido de un día para otro, sin más, cambiar la forma de trabajar con el alumnado y adaptarnos todos al trabajo telemático porque la información es que teníamos que continuar. Las primeras semanas fueron difíciles, primero contactar con todos los alumnos/as para tener sus correos electrónicos y que no todos disponían de medios adecuados; conexiones a internet precarias, disponer de solo el móvil o no tener correo electrónico están fueron las mayores dificultades.
Además , al comienzo reflexione mucho sobre si lo que estoy haciendo les llega y les ayuda a continuar. Después, con el paso de la semanas y saber que íbamos a seguir en está situación parece que nos hemos ido adaptando, aunque con más horas de trabajo sobre todo sigo pensando que nuestra labor es presencial y que no puede ser sustituida por las tecnologías ni plataformas ya que el contacto con los alumnos/as en el día a día es fundamental.
A todo esto hay que añadir, ¿Qué hacemos? repasamos o continuamos con nuevos contenidos ya que al comienzo las instrucciones no estaban claras.
Considero muy positivo el horario establecido por el centro para las asignaturas de cada día. y muy negativo el tener que realizar una flexibilización de la programación del tercer trimestre en cada área, puesto que esto ha alargado, aún más, nuestras jornadas de trabajo, que con preparar las tareas, corregirlas , atender a las familias, participar en reuniones en la moodle... ya se habían alargado dedicando las 24 horas del día.
Esta situación me ha servido para darme cuenta de mis carencias tecnológicas, he aprendido también bastante en este sentido y creo que son buen complemento a la educación presencial.

Hola a todos/ as. Quiero comentar que con el paso de los años he aprendido lo que es la RESILIENCIA, tanto en lo personal como en lo profesional. Y no ha sido fácil. Siempre he escuchado que para enseñar, debes primero aprender. Nosotros los maestros debemos seguir aprendiendo día a día de las nuevas situaciones que se plantean en los centros con el ritmo individualizado de aprendizaje de los niños, con la incorporación de las nuevas tecnologías en nuestras vidas (profesional y personal), con los problemas neuroeducativos que se van detectando cada día y que dificulta tanto la enseñanza por nuestra parte como el aprendizaje del alumnado..A esto se ha sumado la aparición del conocidísimo virus COVID-19, que ha trastocado toda nuestra labor, nuestras relaciones con las familias y alumnado. Que por otra parte, lo bueno que he sacado de esta cuarentena es haberme sentado horas y horas en el ordenador a investigar sobre el teletrabajo, y a utilizar las plataformas para continuar con la labor de maestros (guiar al alumnado en su aprendizaje al igual que animarlos en el "arresto domiciliario" que nos han impuesto; siempre por nuestro bien, claro).
El hecho de trabajar con plataforma me ha llevado al insomnio a veces, estar casi las 24 horas conectada a internet y a alguna trifulca con algún padre y/o madre. Que es la parte negativa de esta situación.
Lo que me gustaría es que el próximo curso haya formación en teletrabajo, con plataformas pues lo quiero y creo que debo introducirlo como una de las sesiones de trabajo en clase presencial con el alumnado para que ambos, maestros y alumnado estemos familiarizados con esta forma de trabajo y no suponga un sacrificio- disgusto-enfrentamiento entre los miembros de la comunidad educativa y con uno mismo. Sin más que añadir,
Un saludo

Buenas tardes compañer@s:
A día de hoy y tras muchos días viviendo una situación impensable, me parece estar viviendo un mal sueño. Esto nos ha cambiado la vida en todos los sentidos. Un indeseable bichito porque así es como se lo hemos explicado a los más pequeños de la casa, nos ha robado, los besos, nos ha robado los abrazos, nos ha robado el poder salir a pasear como lo hemos hecho hasta ahora, nos ha robado nuestras fiestas, nos ha robado el acudir a nuestro puesto de trabajo como lo hacíamos cada día, nos ha robado el pan de cada día a muchas familias, nos ha robado las risas y llantos de nuestros niños en el cole, nos ha robado tantas y tantas cosas... que a muchos le ha robado lo más importante, su vida.
Esta situación personalmente me está afectando tanto en lo personal como en lo profesional. Sufro de ver las miles y miles de vidas que se ha llevado y las familias que ha destrozado. Han sido unas circunstancias tremendamente duras, hasta el punto de no poder dar el último adiós a esa ser querido y eso quedará marcado de por vida.
La situación tan dura a la que se van a enfrentar muchísimas familias que han perdido su puesto de trabajo y se ven pidiendo lo más básico para vivir, comida. A veces me pregunto si en los tiempos que estamos ¿esto es normal?
Como especialista en AL mi trabajo en estos tiempos ha sido y esta siendo muy difícil puesto que la gran mayoría de mis niños/as aprenden por imitación. Sus capacidades como son la atención y la memoria por destacar alguna, se ven muy afectadas y necesitan de una atención muy directa y cercana.
Las nuevas tecnologías están muy bien para muchas cosas. Nos facilitan trabajo, nos aportan muchos recursos, nos han permitido estar en contacto con ellos en este tiempo que nos ha tocado vivir, pero yo he echado mucho de menos esa cercanía profesor-alumno, sus travesuras, sus sonrisas, su trabajo de clase, el escucharlos cuando tienen algún problemilla y poder darles el mejor consejo...
Esta situación me ha quitado el sueño muchas noches porque no sabía como poder trabajar con este tipo de alumnado a distancia. He intentado personalizar los trabajos y hacérselos lo más lúdicos y divertidos posible para que no se saturaran demasiado porque bastante tenían con no poder salir a la calle, no poder ver a sus familiares y amigos.
Una cosa muy positiva de todo esto es lo que he aprendido a nivel informático. Había muchas cosas que no había manejado nunca y a día de hoy no me ha quedado más remedio. Los maestros/as también aprendemos.
Espero que a la vuelta en septiembre la situación este mucho mejor y podamos volver a nuestro cole con nuestros niños/as.

La situación que se nos planteó a mediados del mes de marzo estaba impregnadísima de miedo y, sobre todo, incertidumbre...¿qué va a pasar? ¿cómo lo vamos a hacer? ¿cuándo volveremos al colegio? ¿cómo vamos a atender las características personales de cada alumno/a y de sus familias? etc.
Con todas estas dudas, empezamos a trabajar desde el primer día laborable como un día "normal" de clase. Para ello nos pasamos todo el fin de semana enviando correos electrónicos a las familias y llamadas telefónicas, para informar de la situación y recabar la información necesaria para poder trabajar en esta nueva modalidad.
Llegó el lunes y,después de nuestra "labor investigadora" del fin de semana, comenzó el teletrabajo; distintas tareas de las distintas áreas, un millón de dudas, alumnos/as llamándote por teléfono porque no saben qué hacer o no se enteran bien del contenido, familias a las que no les llegan los correos, familias que no tienen acceso a internet, familias en las que sólo hay un móvil para tres o cuatro hermanos...y un sinfín de problemas que han ido surgiendo y se han ido solventando de la mejor manera siempre para el alumnado y sus familias. Hemos pasado de echar seis o siete horas de trabajo diario, a doce o catorce; hemos pasado de dar una explicación generalizada al grupo, a explicaciones individualizadas, lo mismo ha ocurrido con las correcciones de las tareas y el diseño de las programaciones. Poco a poco hemos ido solventando y resolviendo problemas a base de nuestro trabajo, nuestro esfuerzo, nuestra constancia, nuestro tiempo...y poniendo a disposición de las familias y alumnos/as nuestros números de teléfonos personales, correos electrónicos, etc.
He de decir que estoy muy satisfecha con el trabajo que estamos realizando y me enorgullece formar parte de un equipo en el que la implicación y la respuesta educativa adecuada, e individualizada en numerosas ocasiones, está por encima de todo.
A pesar de todo, no cambiaría por nada la escuela presencial con la escuela online.

Hola a tod@s:
Nos ha tocado vivir días de confinamiento, días de incertidumbre y también a veces de miedo. Y todo esto con un cambio enorme de metodología de enseñanza, con muchas dificultades: conseguir un correo electrónico de cada alumno/a, reprogramar las programaciones del trimestre avanzando pero en contenidos mínimos y repasando, coordinarnos con los compañeros/as en la distancia...
A día de hoy, creo que con el gran esfuerzo de toda la comunidad educativa estamos consiguiendo que la educación no presencial sea posible: los alumnos/as con ayuda de las familias van entregando su tarea diaria o semanal, los maestros/as hacemos sus correcciones y resolvemos sus dudas... Pero nunca esto podrá sustituir a las clases presenciales. Mi sensación ahora es de incertidumbre por cómo afrontaremos el próximo curso, aunque sé que todo irá bien.

Tal y cómo han comentado mis compañeros estoy totalmente de acuerdo en que la situación que nos ha tocado vivir ha sido complicada para todos y que tanto profesorado como familias como alumnado hemos hecho un gran esfuerzo porque la enseñanza on line se desarrolle de una manera aceptable pero a mi me gustaría resaltar un aspecto positivo de todo esto y es que muchas familias han sido conscientes de la gran y difícil labor que realiza en profesorado cada día en las aulas.

Estoy totalmente de acuerdo con los comentarios y aportaciones de mis compañeros/as.
Situación extraña, cargada de dudas, incertidumbres y, en parte, miedo.
Una vez más hemos sido capaces de llevar a cabo la problemática presentada.
Agradezco a los compañeros/as, familias y alumnado por este gran esfuerzo que en el fondo ha sido positivo porque hemos demostrado, una vez más, que con una vocación todo es posible.

Hola buenas tarde, mi impresión sobre esta experiencia de tener que trabajar online no es muy favorable, ha sido complicado reestructurar la programación, la forma de hacerle llegar al alumnado nuestras enseñanzas y explicaciones, yo por mi parte me he intentado formar para saber el manejo de las aplicaciones moodel y classroom, pero no me ha servido de nada ya que las familias no sabían manejar dichas aplicaciones o no disponían del material adecuado o del tiempo suficiente para trabajar con ello, asi que la forma de comunicarnos con la familia ha sido a través del whatsapp o por correo, también de decir que no todas las familias han mostrado interés por enviar las tareas de sus hijos/ hijas. En cuestión de comunicación con los compañeros si ha sido buena, aunque ha sido un poco complicado conectarse para las reuniones algunas veces porque las aplicaciones fallan de vez en cuando. Espero que para el curso que viene si hay que trabajar de esta manera en algún momento haya alguna plataforma que sepan manejar maestros, maestras y familias y concienciar a estas de que es igual de importante esta forma de trabajar como la presencial, saludos a todos, que tengáis un feliz final de curso.

Debido a la situación a la que nos hemos encontrado, el caracter presencial y práctico de esta formación no hemos podido acabar adecuadamente nuestra formación, puesta en práctica y poder ver las consecuencias positivas de lo aprendido en nuestro patios con nuestro alumnado.
Hemos tenido que reinventar nuevas formas de dar nuestras clases, con los medios y recursos de los que cada uno dispone, sin ayuda, aprender a contrarreloj un nuevo método de llegar a nuestro alumnado, dar nuestra área de otro modo distinto del que nos formamos, como maestros desde la cercanía a nuestros educandos, ... En el área de educación física esto aún ha resultado algo más complicado por las características propias de la misma.
Como conclusión, mencionar que desde mi punto de vista esto nos ha hecho ver que no estamos preparados para dar este tipo de educación debido a las dificultades y deficiencias con las que nos encontramos a la hora de impartir este tipo de educación a distancia ya que ni nosotros ni nuestro alumnado cuenta con los recursos formativos, económicos para disponer de tecnología y material para su aprendizaje,personales, etc necesarios. Quieren que impartamos una educación a distancia sin proporcionar lo medios y recursos necesarios para ello, recallendo todo en el docente su tiempo, esfuerzo, dedicación pero sin reconocimiento.

Hola compañer@s:
Durante estos meses, que ha cambiado nuestras vidas en general y por supuesto laboral, he extraído estas conclusiones:
Nos hemos enfrentado tod@s a una situación nueva que había que abordar precipitadamente sin apenas recursos, ni instrucciones claras.
Emocionalmente y profesionalmente ha sido muy complicada y nos ha demostrado a tod@s la capacidad que tenemos, las personas para afrontar nuevos retos, nuevas situaciones y reinventar, día a día, nuevos objetivos, sistema de trabajo, metodología etc.
A nivel personal he tenido la sensación de que nunca acababa, en casa, nuestra labor profesional y jornada laboral. He trabajado a través de correo electrónico y en menos ocasiones vía whatsapp, que se ralentizaba por la enorme brecha digital y por falta de recursos digitales y medios de nuestro alumnado.
A lo largo de jornadas interminables de trabajo, se programaba (no teníamos libros de textos) se buscaban nuevos recursos para los alumnos y se mantenían reuniones (a veces diarias) con equipos docente, de ciclo y de nivel, se atendían tutorías a través del teléfono cuando eran requeridas. El proceso de enseñanza-aprendizaje se tornó frío, distante y muy arduo. Nuestra profesión requiere un contacto personal y presencial diario y recíproco, donde interactúan constantemente profesor-alumno.
Para terminar tengo que reseñar que también me ha aportado aspectos positivos. A nivel digital he manejado y aprendido nuevas herramientas y recursos metodológicos. Me hubiese gustado apuntarme a algún curso de formación sobre plataformas digitales pero no disponía de tiempo suficiente, es más, me ha faltado.

Estoy totalmente de acuerdo con las aportaciones de mis compañeros. Ciertamente, esto ha sido una experiencia sin precedentes que jamás se nos habría pasado por la imaginación. Una cosa es saber que la educación va evolucionando hacia el uso de nuevas tecnologías y otra muy diferente, afrontar de repente una educación no presencial para la que ninguno estábamos preparados.
No tengo nada nuevo que decir en cuanto a ¿lo esclavo¿ que ha resultado este trabajo sin horarios, intentado facilitar la comunicación con todas las familias y sus circunstancias particulares, así como el tiempo que además hay que invertir en la preparación de las clases sin libro de texto y sin acto presencial. Es decir, ha sido dedicar, prácticamente todo el día al trabajo escolar, sacrificando mucho tiempo a nuestras vidas personales, con las circunstancias que estábamos viviendo.
Como conclusión, extraigo que la enseñanza presencial, el contacto personal con nuestro alumnado y también entre iguales es insustituible. Nuestros alumn@s han seguido aprendiendo, repasando¿ pero a nivel emocional han sufrido la ausencia de las relaciones sociales que se desarrollan dentro de un centro escolar y en el aula, algo esencial para una formación íntegra como persona.

Está de más comentar la anómala situación que estamos viviendo con el confinavirus. Si esta actividad está centrada en el patio, ya sabemos que su aplicación se ha visto truncada por completo.
Las clases telemáticas y el confinamiento en los domicilios familiares ha roto por completo cualquier relación grupal física con nuestros alumnos y entre ellos.
Dada la profundidad del tema que estamos tratando sería conveniente continuar con esta última fase en el próximo curso si la organización de los centros nos lo permite o una adaptación a la nueva situación.