En este periodo del trabajo llevado a cabo durante el curso, llega el momento de evaluar todo el proceso, contando con la totalidad de elementos implicados en el mismo.
Este curso, nos planteábamos la continuación de un trabajo comenzado en cursos anteriores, ya que la necesidad de actualización es constante, el trabajo en competencias necesita afianzarse y desarrollarse en el centro y, llegados a este punto, la necesidad de una formación común y atendiendo a los objetivos marcados, se tornaba imprescindible.
Contando con estas características y reflexionando sobre ello, sí que hemos alcanzado gran parte de nuestras pretensiones iniciales, contando actualmente con mayores conocimientos en los aspectos tratados , colaborando así a nuestra actualización y labor docente, así como con más recursos para desarrollar estos conocimientos, además de una mayor experiencia en el aula con el material relacionado con la temática que nos ocupa.
La asimilación de los contenidos del la formación, la revisión de programaciones y documentos del centro y el uso de herramientas y procesos de evaluación ha sido fruto del trabajo individual de todos/as y cada uno/a de nosotros/as, pero ha sido el trabajo en común el que nos ha permitido adaptarlo en sus respectivos ciclos y aulas, así como a nuestro centro, que actúa como eje vertebrador de nuestro trabajo.
Volvemos a destacar, como propuesta de mejora, la superación de la dificultad que supone, en un centro de tres líneas como el nuestro, llevar a cabo reuniones y sesiones de trabajo, ya que contamos siempre con otras convocatorias y actividades colectivas que nos hace muy difícil buscar un hueco para la formación. A esta situación, este curso se ha añadido una situación de emergencia sanitaria que nos ha supuesto un confinamiento y una situación nunca vivida anteriormente. La forma, prácticamnte heróica de llevar a cabo la teledocencia y el intento de llegar a todo nuestro alumnado ha eclipsado los procesos formativos en que estábamos inmersos/as, haciendo que la parte relativa a la atención a la diversidad debamos completarla el curso siguiente. Para ello, el material de la ponente, que podemos encontrar en esta misma plataforma y su propio asesoramiento acerca de nuestros documentos, serán el pistoletazo de salida para completar la actualización de los criterios de suficiencia el curso siguiente.
Así, nuestro Plan de Formación surge, se vincula y adapta a nuestra realidad y contexto cambiantes y la aplicación en el aula surge como consecuencia directa y motor de estas.
Los productos elaborados y que se encuentran en esta plataforma, serán ese punto de encuentro para la continuación del trabajo que nos queda por realizar, ya que la actulización es un proceso continuo, para el que son fundamentales las evidencias de nuestro aprendizaje y la incidencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado.
De esta forma, el inicio de trabajo con distintas herramientas de evaluación, el uso del Cuaderno del Profesor para el registro, la ponderación que estamos llevando a cabo o la revisión y actualización de nuestras programaciones didácticas, son solo ejemplos de los logros que hemos ido obteniendo y de las puertas que hemos abriendo para su continuación e incorporación a la práctica diaria.
Por mi parte, considero un balance final positivo, porque la formación siempre lo es y si, como en este caso, surge de las necesidades del centro para mejorar y perfeccionar nuestra labor, mucho mejor.