Fecha de publicación 28/11/19 23:03
Tengo la suerte de pertenecer a un centro dinámico, actual, innovador y que se desvive por algo que considero fundamental: formar a personas íntegras que hagan del mundo un lugar mejor. Los conocimientos son un pilar fundamental en la vida de las personas. Son la plataforma desde la que nos lanzamos a la vida, pero no debemos olvidarnos de que "el ser" está formado de muchas otras cosas y como buenos docentes debemos cultivarlas en nuestro alumnado. Para llegar a ellas, la metodología se convierte en la llave que nos abra esa puerta. Necesitamos un alumnado motivado, un alumnado que vea en sus docentes un referente, sus necesidades cubiertas, un alumnado feliz y con sentido crítico que sepa resolver problemas y buscar soluciones válidas. La gamificación, el ABJ, el trabajo cooperativo o el ABP son formas de llegar a ellos y ellas. Este plan de formación se nos presenta como una oportunidad de actualizarnos, de llegar a puntos más cercanos a los gustos de nuestro alumnado, de mejorar profesionalmente adecuándonos a la era de las nuevas tecnologías y la inmeditez. No podemos enseñar como hace treinta años, no podemos hacer de nuestras clases una copia de las que nos dieron a nosotros porque el mundo ha cambiado. Que un profesor se acomode es lo peor que puede ocurrir, porque somos los que sembramos, porque debemos ser el motor de cambio. Por eso, mi compromiso es dar el cien por cien. Participar en las sesiones presenciales necesarias, actualizar mi competencia digital, usar las nuevas herramentas que nos propongan para integrarlas en el aula, compartir mis experiencias y fomentar las nuevas formas de evaluación que huyan del uso único y exagerado del examen como manera de calificar y valorar los logros en nuestro alumnado. Claramente, me comprometo a ser partícipe de un cambio, un cambio que mire hacia el futuro, basándonos en la exigencias y necesidades de nuestro alumnado.