Todos los logros y objetivos que propusimos al principio de este proyecto se han cumplido a excepción de la representación final en el teatro de la localidad, debido a las circunstancias excepcionales que hemos vivido en estos últimos meses. Por una parte, se ha logrado desarrollar en el alumnado participante su capacidad de empatía, de esfuerzo, de organización individual y grupal, la memorización, la capacidad de enfrentarse a un público, la solidaridad con sus compañeros, etc.
Ha sido mucho el trabajo realizado entre todos, pero destacaría la elección de la obra a representar, los ensayos, la preparación del vestuario, la elección de la música, etc. En todo este proceso los alumnos se han volcado con todas las labores emprendidas e, incluso, han sugerido ideas para mejorar la representación. Además, los propios alumnos habían ideado la elaboración de unos carteles para difundir por el centro el trabajo que estábamos realizando. Ya estaban esbozados pero ha sido imposible terminarlos. El aprendizaje en el alumnado ha sido muy significativo, antes de iniciar los ensayos llevamos a cabo un estudio exhaustivo de la obra, en la que ellos buscaron el significado de todas aquellas palabras que no conocían, investigamos al autor y el sentido general de la composición. Posteriormente, se llevaron a cabo actividades de expresión corporal y vocal, gesticulación, etc. Toda este proyecto les ha ayudado a mejorar en otras disciplinas, ya que su capacidad de organización, esfuerzo y memorización se ha visto muy desarrollado. Su evolución y mejora ha sido notable en cada ensayo. Gracias a este proyecto he visto a los participantes muy ilusionados, a la vez que muy comprometidos con la representación.
La principal dificultad encontrada ha sido la de cuadrar las horas de los diferentes grupos participantes, así como trabajar y ensayar con ellos el papel intentando no perder el ritmo de trabajo en el aula.
Por último, me gustaría señalar la impotencia de no haber podido realizar la representación final. Los alumnos habían trabajo muchísimo y estaban muy ilusionados con el teatro, así que ha sido una pena no poder dar el último paso, pero estoy convencida de que el esfuerzo realizado ha merecido la pena y ellos no van a olvidar esta experiencia. Y, por supuesto, me gustaría dar las gracias a Carmen Serrano por su trabajo, sus sugerencias y por todo lo que ha conseguido enseñarnos. Y a Manuel Molina por habernos ayudado en todo el proyecto.