En la situación excepcional de pandemia en que nos encontramos desde el pasado mes de marzo, la práctica docente se ha visto afectada por esa distancia social impuesta. Los medios de enseñanza telemáticos han sido necesarios para mantener el ritmo de aprendizaje. Herramientas como google classroom, jamboard o el correo electrónico y la llamada telefónica ha servido para llegar al alumnado en toda su diversidad. Docentes y estudiantes han hecho uso de su ingenio para no quedarse atrás y continuar con la actividad.
Enseñar Lengua Castellana y Literatura en los tiempos del COVID se ha convertido en todo un reto para quien escribe estas líneas, como me imagino que para la mayoría de los docentes lo ha sido enseñar sus respectivas asignaturas. Cambiar de escenario de un día para otro ha hecho que nos demos cuenta de que la educación pública tiene algunas deficiencias que se han puesto de manifiesto en esta situación, como son la brecha digital, o la contratación insuficiente de profesorado para atender a todo el alumnado.
Como colofón final, hemos de hacer una defensa de la enseñanza pública presencial y de calidad como modo de paliar las dificultades de acceso de todo el alumnado a una sociedad inclusiva y que le proporcione un futuro en el que se desarrolle todo su potencial.