Llegamos a la recta final de un curso que nunca imaginamos que acabaría así.

A lo largo de las reuniones que hemos mantenido durante el curso, comentamos las diversas actividades que, bajo la orientación de David, creábamos para trabajar las competencias con el alumnado. En mi caso, todo ese trabajo me ha enseñado a diseñar actividades en las que se potencie la adquisición del mayor numero de competencias a través de ellas. No obstante, elaborar buenas actividades de ese tipo, no es tarea fácil. Para mi este curso ha establecido los andamios sobre los que, poco a poco, crear o adaptar actividades con el desarrollo de las competencias como meta.

Todo el material que se nos ha porporcionado, y muy especialmente la rúbrica para evaluar el grado de logro de las diversas competencias por parte de los alumnos, me han sido de gran utilidad y confío en seguir utilizándolo los próximos cursos.

Finalmente, durante el inédito trimestre que estamos viviendo se han desarrollado, casi de forma protagonista, competencias que en circunstancias normales, al menos en mi caso, se trabajan de soslayo. Es el caso de la competencia digital, la de aprender a aprender y la de sentido de iniciativa y espítiru emprendedor. Con total certeza, el alumnado ha apredido más sobre estos temas en unos pocos meses que en años de escolarización.

Me despido con el ánimo alto, con una actitud positiva ante todo lo que hemos aprendido en este curso. A veces, como ocurre ahora, son las circunstancias vitales las que nos obligan a reciclarnos, adaptarnos y evolucionar sin reticencias, en ese cambio en la manera de enseñar que la actualidad nos pide a gritos.

Encantada de haber trabajado con un equipo tan competente.