Trabajar por competencias claves en el centro implica desarrollar competencias y conocimientos tanto académicos como para la vida futura personal y prefesional del alumnado. Se trata de adaptar tales conocimientos a la vida y poner en práctica todo lo aprendido.

Trabajar en el aula por competencias claves repercute de la siguiente manera:

-Hacer una reflexión sobre el concepto de competencia y tener claro que son contenidos, procesos, actitudes y contextos.

-Valorar el desarrollo del centro y tomar decisiones sobre cosas que se pueden cambiar. Se trata de comprender y reconocer nuestra propia práctica para una contribución eficaz al aprendizaje de las competencias claves.

-Incorporar los principios reguladores al Proyecto Educativo de Centro y analizar los elementos generales que definen, caracterizan y configuran cada área.

-Conocer los aspectos generales del área a lo largo de toda la etapa de primaria y su secuenciación.

-Contextualizar los mapas de desempeño y analizar los elementos curriculares en el desarrollo curricular de cada una de las áreas y su relación existente y el criterio de evaluación.

-Analizar los elementos curriculares desarrollados en las áreas del currículo.

Las implicaciones que me supone como docente el estado actual del centro, la revisión de la nueva estructura curricular y lo que ello puede aportar para la mejora de la calidad de la enseñanza, en mi caso, sería hacer cambios en la forma de cómo enseñar y transmitir el conocimiento. Para ello, habría que plantear diseños curriculares que fortalezcan las competencias claves. Se debe aplicar procesos con estructurad diseñadas que favorezcan el aprendizaje como una herramienta para desarrollar habilidades, destrezas y actitudes que se potencie en el alumnado.

Debemos basarnos en cómo enseñar y conocer las necesidades del alumnado a través de la didáctica para realizar planificaciones curriculares basadas en las competencias claves que ayudarán a su maduración personal y profesional.

Hay que potenciar el desarrollo de habilidades a través de la experiencia y prácticas dentro de un contexto educativo para después poderlo aplicar a la vida social y desempeñar otras tareas con más dificultad.

Como docente, debemos asumir responsabilidades tales como estar capacitados en conocimientos, trabajar en equipo, ser innovador y creativo, comunicativo y con vocación, influir positivamente en el alumnado e inculcarle buenos hábitos, valores, costumbres y conciencia.

Nuestras principales funciones serán: diagnosticar necesidades, preparar clases, buscar y preparar materiales para el alumnado, aprovechar todo tipo de lenguaje, motivar al alumnado, considerar la diversidad, ofrecer tutorías, investigar en el aula, colaborar con la gestión del centro educativo y sobre todo un desarrollo profesional continuado.