Termino con una última reflexión. Después de haber creado un modelo de programación del departamento para el próximo curso, que hoy por hoy es una auténtica incógnita en todos los sentidos, tengo la sensación que esas 300 páginas pueden quedar en papel mojado si la administración no refuerza el soporte tecnológico con nuevos servidores o cambia la ley otra vez, y aprovecha la nueva telefonía móvil 5G. Porque la programación está hecha para lo que está hecha: clases presenciales, que para mí es la única manera de enseñar correctamente. Todo lo telemático debe complementarla o sustituirla en casos excepcionales como las que estamos viviendo. Pero la tecnología debería ser lo sufientemente potente para minimizar sus defectos. De todos modos está fuera de nuestras manos. Pero he sufrido el efecto cuando se cortaron las clases. Gracias a todos.