Buenos días,
Hoy es Viernes de Dolores, dolores de no movernos aquí metidos en casa, trabajando online.
Viendo que esto se va a prolongar un poco más, voy a resumir cómo estuvimos los últimos días de clases presenciales, pues fueron un poco caóticos.
Siento no haber podido colaborar durante los preparativos ni durante la jornada del día de Andalucía. Nos pilló, a los de Ciclos Formativos, justo en medio de la mudanza. Mudanza como todas, caótica, desesperante y que ése día, teníamos cosas abajo y arriba, alumnos abajo y arriba.
No hemos podido acabar la mudanza, se nos ha quedado arriba más o menos un camión de cosas. Entre otras, todo nuestro trabajo de jardinería vertical que queremos que en un futuro no muy lejano podamos bajar y disfrutarlo.
En los pocos días que hemos estado abajo, ya hemos desbrozado la zona verde del fondo, hemos puesto algunas plantas más. Aunque no hemos podido hacer la instalación de riego, no creo que haya mayor problema con esas plantas.
También hemos traído todas las plantas de interior que teníamos preparadas, y que queremos poner por el centro.
Para los nostálgicos, nos hemos traído dos recuerdos del antiguo centro, dos símbolos, nos ha costado sangre, sudor y lágrimas sacarlos, pues creo que llevaban más de cuarenta años puestos. Uno es la antigua campana del IES, que si pesa la campana, la percha que la sostenía ¡cómo estaba clavada!, no veáis cómo ponían las cosas antes. No pensaban que nadie fuera a querer quitarlas; La otra es un olivo. Lo hemos estado preparando todo el curso, hubo que podarlo, medía unos cinco metros de altura, hicimos un agujero enorme para cortar también sus raíces principales, lo metimos en una gran maceta, lo estuvimos cuidando todo el invierno, y cuando llegó la empresa de mudanza, lo bajaron¿..por suerte no estábamos en ese momento, supongo lo que pensaron. Una vez aquí, hicimos un gran agujero y con muy buen trabajo colaborativo de los alumnos pudimos meterlo dentro. Ahora a esperar si el ¿abuelo¿ supera esta prueba de fuego. Su nueva ubicación es un lugar privilegiado, está en la calle, justo en un rinconcito a la entrada, en la esquina, entre los dos edificios, en un futuro lo acompañaremos de más plantas y le haremos un pequeño jardín.
Creo que apenas hemos estado abajo unos pocos días con clases, así que no nos ha dado tiempo de instalarnos, organizar talleres, invernaderos, etc.
No obstante, ya hemos podido tener el contacto anhelado con "los de abajo". En el grupo de trabajo casi para todo funcionábamos como dos grupos separados. Ahora que ya estamos todos juntos, podremos hacer todo lo que no podíamos hacer hasta ahora.
Me ha sorprendido muy gratamente la cantidad de cosas que se han hecho abajo, los bancos, los murales....etc Habrá que continuar.
Ya estando todos juntos podremos plantearnos muchas más cosas que habíamos hablado y que se nos ocurrirán por el camino.
Ha habido un comentario común que me ha sorprendido al llegar abajo por parte de los compis de arriba, que quizás no estábamos acostumbrados a trabajar abajo. Ha sido la sensación "carcelaria", esas vallas tan altas en las pistas, tanto cemento en el patio.
Para el curso que viene, esta situación es una oportunidad fantástica para revertirla con este grupo de trabajo. Enseguida se nos ha ocurrido que esas vallas guantanamescas son fantásticos lienzos en blanco en los que poner plantas, colgar murales, y todo lo que se nos ocurra.
Paradójicamente lo primero que se ha hecho en la calle Libertad, es vallarla. En mi opinión también tenemos un nicho maravilloso en el que poder trabajar, el curso que viene habrá que preguntar a los alumnos qué proponen hacer en ese espacio para que haga honor a su nombre.
En la zona donde estaban las caracolas se pueden poner bancos hechos por los alumnos, abrir alcorques en los que plantar árboles, etc.
En lo que queda de curso, me conformo con poder bajar todo lo que se nos ha quedado arriba y poder preparar el riego para que las plantas sobrevivan el verano.
Lo mejor de todo es que el próximo curso, este grupo de trabajo, tiene mucho trabajo¡¡¡¡
Mucha salud.