FASE FINAL:

Para finalizar nuestra formación realizamos una valoración sobre las siguientes cuestiones:

Primero comentar que dadas las circunstancias a  partir de mediados de marzo con la supresión de clases presenciales y la interrupción de esta formación y la imposibilidad de llevar nuevas actividades al aula, la fase final coincidirá en contenido con la fase de seguimiento, pues no hemos podido avanzar más. Aún así, intentaremos contestar a los tres apartados. 

 Grado de consecución de los objetivos: podemos decir que hemos iniciado una línea de formación muy interesante y que a nivel individual o como grupo tendremos que seguir profundizando. Hemos iniciado conocimientos de gamificación y aprendizaje cooperativo desde nivel iniciación adaptando el contenido a las características de la mayoría del grupo. Aunque había personas que ya tenían algunos conocimientos iniciales o estaban trabajando en el aula con estos temas. Las sesiones presenciales de formación con docente consideramos que han sido escasas y además tuvimos que eliminar la última debido al estado de alarma decretado. Esto en parte, ha hecho que la fase de seguimiento haya coincidido prácticamente con la fase de final de esta formación. Es decir, que lo que después de la valoración del seguimiento de esta formación, no hemos podido realizar ninguna nueva práctica en el aula. Por todo ello, podemos decir que los objetivos no se han conseguido en su totalidad, pero valoramos como muy positivo lo realizado y lo aprendido.

Actuaciones más significativas (productos y evidencias de lo aprendido):

En mi aula propuse iniciar el diseño de aula cooperativa de la siguiente forma:
Partimos de la base de que el aprendizaje cooperativo se puede combinar con otras metodologías. Con él, debemos generar relaciones de interdependencia positiva: aprender juntos siempre es aprender más, procurar una igual participación, definir responsabilidades individuales y colectivas y diseñar estructuras que requieran la interacción simultánea.
A partir de ahora, una vez creados los equipos base (dependiendo de los objetivos podrán ser equipos esporádicos o aulas puzle), la identidad la iremos modificando en cada unidad y relacionándola con la narrativa que trabajemos. En infantil se aconsejan equipos de 2 ó 3 personas, aunque esto puede variar en función de la tarea. Es fundamental que su distribución ayude a crear una clase inclusiva.  La distribución del alumnado la haremos siguiendo la clasificación de Richard Bartle. Podemos utilizar sociogramas y escalas de observación para clasificar al alumnado. Una vez agrupados, distribuiremos los roles en función del trabajo cooperativo: se adaptarán a Infantil. La mayoría de los compañeros hemos seguido el modelo de las estructuras cooperativas de Spencer Kagan, Unir parejas,  Folio giratorio, Lápices al centro, teniendo en cuenta las características psicoevolutivas de nuestro alumnado.  Por otro lado, estableceremos las normas del equipo. Tendrán que ser pocas, comprensibles, realistas y concretas, enunciadas en positivo y consensuadas para que las sientan como suyas. Otro ejemplo de lo realizado en el aula han sido las prácticas que pude llevar a cabo en mi aula relacionadas con e aprendizaje cooperativo, han sido muy satisfactorias. Algunas de ellas han sido: la división en grupos con cada uno de los roles, la realización de identidad del grupo (nombre, escudo y lema), trabajo de algunos contenidos utilizando diferentes técnicas ofrecidas por la ponente y descritas anteriormente: folio giratorio, el puzzle, 1,2,4...
Las aplicaciones en el aula han estado mediatizadas por la edad del alumnado de cada uno de los componentes del grupo, alumnado de Infantil y de Primaria.

Valorando las aportaciones de todos los componentes del grupo, tenemos que concluir que es una línea formativa interesante a continuar en nuestro centro. Quizás nos hemos quedado más en la parte teórica y ha faltado llevar más experiencias al aula, actividad esta que se ha visto influenciada por la falta de la última sesión de formación y  por la situación actual de supresión de clases en aula.

Dificultades encontradas y oportunidades de mejora: la dificultad inicial estuvo relacionada con  la concreción de las sesiones formativas en relación a los conocimientos previos del grupo. Por otro lado, la situación decretada y ausencia de clases en el aula, ha determinado la finalización anticipada de esta formación.  Una vez superado esto, nos centramos en el sentar las bases del aprendizaje cooperativo e iniciar su puesta en práctica en el aula. El interés del grupo es claro en relación a este tipo de metodología, a la que ya la normativa hace referencia y que mejora la motivación e interacción del alumnado en el aula. Por ello, consideramos que esta formación ha servido para iniciarnos y ser conscientes de que tenemos que seguir formándonos en esta materia para mejorar e implementar esta metodología en nuestra práctica diaria y cumpliendo con la normativa vigente que así lo recoge.