Pasos a seguir ...

  • Memoria
    • Grado de consecución de los objetivos
    • Nivel de interacción entre los participantes
    • Grado de aplicación en su contexto educativo
    • Recursos, bibliografía y materiales utilizados
    • Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido
    • Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido
    • Destacar aspectos que hayan resultado interesantes
    • Destacar aspectos susceptibles de mejora

Memoria

Grupo de Trabajo ¿Plataforma Moodle¿ del IES Santiago Ramón y Cajal de Fuengirola.

Coordinador:     Cotrina Santos, Joaquín

Miembros:    Arévalo López, Marina   

    Mateo Ortuño, María Jesús

    Peláez Hernández, Francisco José

    Salas Anguita, Pedro

Grado de consecución de los objetivos

Las circunstancias tan especiales que hemos vivido a partir del 15 de marzo han sido determinantes en nuestra actuación durante este tercer trimestre. Las circunstancias nos han forzado a impartir docencia telemática hasta, a día de hoy, final de curso.

La utilización, a nivel de profesor, de la plataforma Moodle no es trivial, aunque tampoco es necesario un conocimiento muy profundo para poder elaborar u obtener de la red tareas de calidad media e implementarlas en la plataforma. Desde luego, cuando éstas tareas son de elaboración propia, el tiempo empleado es considerable, si bien es cierto que una vez realizadas las aplicaciones (diseño de tareas, apuntes, vídeos, cuestionarios, actividades, etc.) éstas son reutilizables año tras año.

Por otro lado, la utilización de la plataforma a nivel gestor a cargo de un miembro del claustro, es algo que desde la Junta no se está considerando en cuanto a la necesidad de formación de dichos gestores.

Nuestro grupo de trabajo se planteó como objetivo, introducir la plataforma Moodle como apoyo a la docencia presencial, no tanto como alternativa. En cuanto a apoyo a la docencia tradicional, creo que hemos cumplido nuestros objetivos, ya que hemos desarrollado varias actividades en nuestros cursos. Alguna de ellas, desarrolladas con herramientas que desconocíamos hasta el momento.

 

Nivel de interacción entre los participantes

Nos hemos mantenido en contacto permanente en el centro mientras las clases eran presenciales. Al comenzar la docencia telemática, creamos un grupo de whatsapp con el que mantener el contacto. Dicho grupo ha sido útil a la hora de comunicar necesidades personales y resolver éstas dentro del conocimiento que unos u otros miembros tenían de la plataforma y sus herramientas.

También, a través del email y el sistema de intranet del centro, nos hemos comunicado con el resto del Claustro cuando algún miembro ha requerido ayuda o consejo.

 

Grado de aplicación en su contexto educativo

Ferviente fan de esta plataforma, creo que, si los materiales son de buena calidad pedagógica y el diseño de los cursos está bien hecho, es fácil que una plataforma Moodle pueda utilizarse no solo como apoyo a la docencia presencial, sino también para realizar la labor docente de forma telemática.

Hay que entender sin embargo que un cambio de este calado no se consigue de la noche a la mañana. Que el manejo de la propia plataforma no es el único hándicap, ya que las herramientas de diseño de actividades, la creatividad necesaria para que éstas sean de suficiente calidad pedagógica y el tiempo necesario para la implementación, es arduo y en escasa medida tiene una compensación más allá de la posible mejora en el aprendizaje de nuestros alumnos.

Nuestro grupo ha comenzado desde cero a mediados de este curso, encontrándonos con varios y diversos problemas. La necesidad de celeridad en tener un medio telemático mediante el cual poder continuar nuestra labor docente, unido al inmenso problema que tuvo la plataforma desde el 15 de marzo hasta pasada Semana Santa, han hecho que temporalmente algunos de nosotros nos hayamos visto obligados a utilizar otras plataformas para dicha docencia telemática.

Tras la Semana Santa, la plataforma tuvo servidores diferenciados por provincias, con lo que ya se pudo trabajar de manera razonable. Aún no era claro si iba a ser estable o íbamos a volver a tener problemas a los pocos días. Por ello, nos pareció mejor solución mantener las plataformas que se estaban utilizando durante esas semanas y no marear a nuestros alumnos, algunos de los cuales estaban manifestando cierto estrés por los cambios recientes.

Pensamos que, con la vista puesta en el próximo curso, se hace necesario diseñar bien los cursos y las actividades para la plataforma, porque la incertidumbre de una situación similar de docencia telemática es real y ya no debería pillarnos desprevenidos.

Quiero destacar que se ha hablado mucho sobre el estrés que el alumnado y los progenitores de éstos han manifestado respecto al cúmulo de tareas, así como otras cuestiones relacionadas con la docencia telemática. En este aspecto, mi opinión es que, si bien es cierto que la novedad de la metodología ha necesitado de cierto tiempo de asimilación, los dos grandes factores que han provocado dicho estrés son (sin pruebas fehacientes que lo corroboren): muchos de los alumnos han tenido que enfrentarse por primera vez a realizar la cantidad de tareas reales que se suelen poner durante la docencia presencial, al estar ahora bajo la supervisión de sus progenitores. Dicho de otra manera, no se han podido escaquear como hacen normalmente. Por otro lado, la falta de conocimiento o alguna otra razón, ha provocado que parte del profesorado se haya limitado a la asignación de tareas, dejando al alumnado solo ante ellas, sin mayor apoyo que el libro de texto, que no está preparado para un uso exclusivo del alumno sin el apoyo y dirección del profesorado.

Soy consciente de que los miembros de nuestro grupo en particular hemos realizado un apoyo activo, manteniendo la docencia telemática en una docencia efectiva y no quedarnos en la mera asignación de tareas, constatando que nuestros alumnos han sido capaces de aprender conceptos nuevos con cierto grado de satisfacción, si bien, el aspecto de la evaluación de los conceptos aprendidos ha requerido esfuerzos titánicos por parte del profesorado.

Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

Los alumnos han necesitado un tiempo para acostumbrarse al manejo de la plataforma. Los profesores hemos necesitado un tiempo para arreglar los problemas técnicos que han ido surgiendo.

Aunque haya sido mediante el uso de otras plataformas o de la propia Moodle, sí que hemos constatado que la docencia telemática es posible. Más aún si se utiliza no como única forma de impartir docencia sino como método alternativo a las clases presenciales.

Queda pendiente alguna forma de evaluar a los alumnos que será garante del aprendizaje que éstos han adquirido. Es claro que la mayoría de los trabajos, cuestionarios, exámenes o cualquier otra actividad docente, es susceptible de fraude por parte del alumnado. Dicha posibilidad de fraude se ve multiplicada enormemente cuando la vía es telemática. A día de hoy no veo una forma clara de evaluar al alumnado con unas mínimas garantías mediante ninguna plataforma o medio telemático, si bien los cuestionarios de Moodle permiten un alto grado de fiabilidad.

 

Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido

Han aprendido a utilizar la plataforma de manera razonable, a tener conciencia activa de sus datos, como contraseña, código de seguridad, su email, etc. que no son meramente datos que se escriben en la matrícula y pueden ser olvidados. Creo que han aprendido a mantener cierto orden en este aspecto.

Han adquirido cierto grado de autonomía en el aprendizaje, aunque les sigue fallando a un buen porcentaje de alumnos la capacidad de búsqueda de respuestas entre el material que se les ha dado previamente (apuntes, libro, etc.).

Es posible enseñar conceptos nuevos y complejos de manera telemática. Hasta la publicación de las instrucciones de 23 de abril, estuve impartiendo docencia de materia nueva a alumnos de 1º y 2º de la ESO. Realicé un examen con tiempo definido (1 hora) y en muchos casos los resultados fueron satisfactorios o muy satisfactorios.

 

Destacar aspectos que hayan resultado interesantes

Constatar que la docencia telemática es posible. Creo que hay muchos flecos que atar si queremos que la plataforma pase de ser un mero apoyo a la docencia presencial al único medio de docencia telemática. Ahí, la Consejería debe tomar medidas rápidas, claras y de calidad. Cualquier otra cosa no será sino un parche más.

Como apoyo a la docencia presencial, creo que la plataforma es una herramienta de valor incalculable que debe potenciarse, desarrollarse y, en la medida de lo posible, obligarse en su uso.

 

Destacar aspectos susceptibles de mejora

1) Al comienzo del curso, justo tras los exámenes extraordinarios de septiembre, sería conveniente asegurarse de que el 100% del alumnado tiene su usuario y código Pasen y el acceso a las distintas plataformas online que tiene el centro (Moodle, página web, etc.) poniendo especial énfasis en los alumnos nuevos en el centro. Para ello, propongo que los tutores, el coordinador TIC, el coordinador de la Moodle y algún miembro del equipo directivo, organicen sesiones en las que queden claros todos estos aspectos.

2) Debería haber una oferta formativa real (en cuanto a que llegue al 100% del profesorado) del uso de la plataforma a nivel de profesorado. Para ello propongo un curso, también en septiembre intensivo de una semana a cargo de la Consejería y sesiones en el centro de uso de la plataforma a cargo de algún miembro del Claustro o de algún experto que traiga la Consejería. Dicho curso y sesiones formativas deberán ser claras, productivas y exigentes. En este punto y dadas las circunstancias, creo necesaria la obligatoriedad de que la totalidad del Claustro tenga que pasar por dicha formación y mostrar un mínimo aprovechamiento de la misma.

3) La Consejería debería diseñar cursos completos en cada materia de una buena calidad pedagógica, por si la necesidad de la plataforma fuera no solo como apoyo, sino como método único de docencia telemática. Para ello se deberían crear equipos de expertos con unas ideas y directrices muy claras en el diseño de estas materias.

4) En la Moodle de cada centro existe un aula de profesores, así como un aula de toda la comunidad educativa. Se debería aprovechar dichas aulas para incluir en ellas de forma automática ciertos materiales básicos de uso de la plataforma, preguntas frecuentes, manuales de uso, etc.

5) Crear un aula de gestores de plataformas a nivel de toda Andalucía, donde podamos poner en común las dudas que nos vayan surgiendo e intentar ayudarnos unos a otros.

6) Aclarar la conexión de la plataforma Moodle con las plataformas Seneca y Pasen para poder volcar datos de unas a otras por parte del profesorado.

7) Durante el curso 2019/2020 no pudimos tener operativa la plataforma hasta que la Delegación Territorial no dio el visto bueno a los horarios de todo el Claustro. Esto produjo que la plataforma no fuera operativa hasta mediados/finales de octubre. En este sentido, habría que pensar en algún método alternativo que permita el uso de la plataforma desde el 1 de septiembre.

8) Es innegable que, si las circunstancias en que nos encontramos se repiten durante el curso 2020/2021, no podemos o no deberíamos restringirnos a repasar. Se hace necesario avanzar contenidos. Es para ello imperante que el 100% del alumnado tenga acceso a la plataforma, para lo cual se hace necesario que dispongan, al menos, de un móvil, tableta u ordenador, así como de una conexión a internet. Supongo que corresponde a la Consejería de Educación tener este aspecto en cuenta.

 

Fuengirola, 27 de mayo de 2020.

Joaquín Cotrina Santos.

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