Grado de consecución de los objetivos

A inicios de curso nos planteábamos la necesidad de darle operatividad a la tarea ardua en la que se ha convertido la evaluación del alumnado. Relacionar objetivos de materia con contenidos, criterios, estándares, competencias e instrumentos de evaluación fue uno de los principales objetivos que nos marcamos. En este sentido se puede decir que se ha cumplido con éxito y que en los cursos de ESO y Bachillerato esta labor ha sido algo más sencilla que en formación profesional debido al mayor o menor desarrollo de la legislación en cada caso. Otro de los grandes objetivos fue establecer una ponderación de los estándares de evaluación, para el caso de ESO y Bachillerato, o criterios de evaluación, para el caso de formación profesional. Al igual que antes, este objetivo ha sido cumplido, no sin debate entre los participantes del grupo, pues se cuestionaba la posibilidad o no de ponderar al mismo tiempo los instrumentos de evaluación. Finalmente, nos planteábamos la aplicación de esta parte de la normativa en la evaluación de actividades, proyectos, etc. concretos, es decir, de esas tareas que llevamos a cabo con el alumnado y que cada miembro ha expuesto en una o varias materias que ha impartido, lo que nos permitido llevarlo verdaderamente a la práctica.

 

Nivel de interacción entre los participantes

A pesar de ser un grupo interdisciplinar, tanto por la especialidad de cada uno, como por la etapa educativa en la que se encuentra, la implicación de todos ha hecho posible entender el proceso de evaluación desde distintos puntos de vista. Casi todos los miembros hemos tenido la oportunidad de asistir a algún tipo de formación relacionada con este tema que tratamos, bien es este mismo curso o con anterioridad, lo que nos ha permitido tener debates mucho más ricos en cuanto a contenido y profundidad.

La puesta en común continua, el trabajo y diversas visiones y opiniones aportadas por los miembros, unido a aspectos de organización y correcta convivencia como el respeto a las fechas previstas o el interés y la comunicación fluida por cualquier medio, ha permitido un correcto desarrollo del grupo, sus actividades y funcionamiento en todo momento. 

 

Grado de aplicación en su contexto educativo

La propuesta de evaluación que hemos generado se podrá utilizar en cursos venideros tal y como se plantea en las materias o módulos concretos en los que nos hemos centrado, pero también servirá como guion para su aplicación en otras materias, tanto de nuestras especialidades, como del resto, por lo que en un futuro se podrá extender este trabajo a nuevos compañeros, haciéndolo, de esta forma, más interdisciplinar.

 

Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

Llevar a la práctica este proceso de evaluación resultó dificultoso al principio, pues tanto alumnado, familias, como nosotros mismos, nos enfrentábamos a una manera de  evaluar a la que, por lo general, no se está habituado. Transmitir esta forma de hacerlo fue lo más complicado, pero una vez se fue interiorizando por todos los miembros de la comunidad educativa, el proceso fue más dinámico y entendido como un buen sistema para conseguir la objetividad y para adelantar qué es lo que esperará del alumnado.

 

Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido

Fundamentalmente se tratan de tablas en las que se establecen las conexiones de los objetivos de materia, contenidos, criterios de evaluación, estándares de aprendizaje evaluables, competencias e instrumentos de evaluación, así como algunos ejemplos de ejercicios, actividades, tareas y rúbricas. 

 

Destacar aspectos que hayan resultado interesantes

Este grupo de trabajo puede suponer el inicio de futuros nuevos grupos de trabajo. Al llevarlo a cabo, hemos comprobado como solo hemos dado los primeros pasos en nuestro camino. No sería nada descartable el plantear trasladar esta forma de evaluar a otras materias que nosotros mismos impartimos y, como no, extenderlo a otros compañeros de otras especialidades. Profundizar más, incluso, con las materias que hemos trabajado en este curso para, de esta forma, ir dotándonos poco a poco de herramientas que nos ayuden a objetivizar la evaluación, haciéndola más operativa y cercana al alumnado. 

La buenas comunicación y disponibilidad de los miembros del grupo ha hecho posible la aparición de debates profundos sobre posibles formas para enfocar la evaluación, permitiéndonos compartir nuestras experiencias profesionales en distintas materias y etapas educativas, lo que ha ayudado a enriquecernos y llegar a mejores conclusiones.

 

Destacar aspectos susceptibles de mejora

En ocasiones ha sido difícil la retroalimentación por parte de los componentes del grupo, no solo por las ocupaciones propias de cada uno, sino también por las especiales circunstancias por las que atravesamos. El teletrabajo nos ha desbordado a muchos y la normativa cambiante referente a la evaluación, especialmente del tercer trimestre, ha provocado que nuestro trabajo no haya podido aplicarse al completo y de la manera que teníamos previsto.

 

El trabajo que hemos realizado ha supuesto un inicio, pero para conseguir una mayor profundidad, quizás se podría plantear nuevos grupos que se centrasen en especialidades concretas.