Buenas tardes compañeros,

Dada la situación actual en la que nos encontramos, hemos tenido que aprender a marchas forzadas a teletrabajar con el alumnado. Esto crea un estrés y un desánimo en nuestro trabajo importante. Si por algo se caracteriza nuestra labor, es por el continuo feedback del alumnado a todo lo que hacemos, el trato, el trabajo cooperativo con el resto de compañeros, en definitiva, la parte social de la que disfrutamos cada día.

Cuando el estado de alarma se activó y se nos pidió que continuáramos con el trabajo desde casa, nos centramos en intentar crear esa conexión online con el alumnado, preparar materia, continuar con las clases de la forma más "normalizada" y correcta que podíamos, dejando de lado, en ese momento, otros aspectos importantes de la educación del alumnado: la parte emocional.

Son muchas las ocasiones en las que hemos comentado que nuestro trabajo no se limita solo a enseñar materias sino también, y casi más importante, a educarlos emocionalmente. Como señala Daniel Goleman, la inteligencia emocional es, dentro de las inteligencias múltiples, una de las más importantes, entendida como ¿la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, así como los ajenos, de motivarnos y de saber manejar las emociones". Y ahora que parece que nos hemos asentado un poco en nuestro papel de teletrabajadores, me vuelve a surgir la pregunta: ¿cómo puedo educarlos en el trabajo de sus emociones? Creo que esta es la estructura de la personalidad de una persona, y enseñarles a identificar y gestionar las emociones es primordial para su vida como adultos. Como señala Rebeca Recio, psicóloga: "Una persona con inteligencia emocional posee confianza en sus capacidades; crea y mantiene relaciones satisfactorias, comunicando lo que necesita, piensa y siente, así como teniendo en cuenta los sentimientos de los otros; está motivado para explorar, afrontar desafíos y aprender; posee una autoestima alta; tiene recursos para la solución de conflictos, etc. Lo que influye de forma positiva en todas las áreas de su vida". Y ahora, desde casa y a través de una pantalla, ¿cómo se puede hacer eso?

No es una tarea sencilla, pero después de leer diversos artículos sobre el tema y mi propia experiencia intentando llegar a mis alumnado y a su educación emocional, las pautas y práticas que he recopilado y que más me han ayudado serían:

- Que nos sientan cerca. Es cierto que ahora no podemos estar en clase con el alumnado, pero podemos conseguir que nos sientan cerca, que estamos ahí. Mantener el contacto con ellos, preguntarles por su vida, hacer videollamadas... Esto ayuda a bajar su nivel de ansiedad por la situación actual, a que se sientan acompañados en los días de trabajo desde casa y a solventar pequeñas crisis o momentos de estrés que puedan surgir. Para ellos, sus maestros somos un modelo, un referente, y vernos y hablar con nosotros les ayuda a sentirse mejor. A mí, al menos, me ha ayudado mucho, y a sus familias también.

- Crear sesiones de educación emocional. Esto lo he puesto en práctica con mis alumnos. Una vez al mes, aproximadamente, estoy dedicando una sesión a trabajar alguna emoción: empezamos con la ansiedad, seguimos con el miedo, también la alegría... Con imágenes, vídeos, actividades de reconocimiento, juegos de rol en familia... podemos conseguir que sigan trabajando sus emociones. Es cierto que mis alumnos son de 4 años, y las emociones las trabajamos a un nivel más básico, pero es totalmente extrapolable a otras edades. Os dejo la entrada al blog de una de estas sesiones por si os sirve de interés: 

https://infantilgloriafuertes.blogspot.com/2020/05/programacion-viernes-22-de-mayo-4-anos.html

- Tertulias dialógicas o "club de lectura emocional": esta es una dinámica propia de las comunidades de aprendizaje, pero aquí no se siguen las reglas al 100% y sigue siendo posible realizarse en cualquier centro. Elegir un cuento o lectura sobre algún contenido emocional. Dar un tiempo para que lo lean y respondan unas preguntas y hacer una videollamada de grupo para trabajar ese texto. Permite que los niños hablen sobre esas emociones o situaciones, que expresen lo que han sentido, etc. y sobre todo poner las ideas en común y en grupo.

Sé que existen muchas formas de trabajarlo, y si compartís alguna más me encantaría adaptarlas a mi trabajo actual.

Muchas gracias a todos y ¡ánimo! que en esta situación hace falta.

Alba.