El corona virus, además de poner em jaque al mundo y a nuestra relación con el medio natural que nos rodea, nos ha brindado la posibilidad de acelerar la transformación que se venía buscando: el teletrabajo.
El teletrabajo es posible, es viable y es necesario. No me malinterpretéis, las clases presenciales son esenciales, pero existe una parte de nuestro trabajo que puede hacerse desde casa sin bajar la calidad de los resultados: reunines, trámites, preparación de clases...Con ello ganaríamos en conciliación la vida personal, reducción de emisiones contamintantes, y mayor calidad de vida.
La digitalización es un gran logro que bien utilizado nos puede facilitar el trabajo y aumentar nuestra eficiencia.