Durante estos últimos días he estado probando ejercicios de improvisación rítmica con los alumnos de 1º. La intención inicial era probar en dos sesiones diferentes dos ejercicios que, a su vez, íbamos a realizar de dos formas distintas (con el uso de palmadas primero y después con el uso del violín con una cuerda al aire). Sin embargo, en la segunda sesión tan sólo pudimos realizarlo con el uso de palmadas.
En la primera sesión yo les toqué un ritmo sencillo que tenían que copiar literalmente: negra-negra-negra-dos corcheas. Al responder ellos con sus palmas no ha habido problemas en ningún momento. A la hora de ejecutarlo con el violín y el arco es donde, en algunos alumnos, se presentaron algunos problemas iniciales que se resolvieron a los pocos intentos posteriores. Intuyo que esto ocurrió con el violín y no con las palmas porque algunos aún no se sienten del todo cómodos a la técnica del violín.
En la siguiente clase pasamos a algo un poco más complejo: el uso de los patrones rítmicos que yo les ofrecía, pero que no debían copiar literalmente, sino "desordenarlos". Volví a usar el mismo patrón: negra-negra-negra-dos corcheas. Inicialmente, casi todos repetían literalmente el ritmo que yo les ofrecía. Tras varios intentos y después de ayudarles visualmente escribiendo el ritmo en la pizarra, empezaron a usar corcheas y negras pero no de la misma manera que yo lo había hecho. Eso sí, todos en sus respuestas sobrepasaban el límite de 4 pulsos del ritmo que yo ofrecía.
Seguiremos trabajando.