Grupos de trabajo

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La práctica del debate permite explorar de manera crítica los múltiples puntos de vista en torno a un mismo tema y revela las razones detrás de aquellas posiciones que, a menudo, no comprendemos, no compartimos y nos producen rechazo. Así, el ejercicio del debate nos invita a ponernos en el lugar del otro, lo que posibilita su entendimiento y el reconocimiento de sus razones. Es esa empatía la que favorece la tolerancia, el reconocimiento y la comprensión del otro.

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CONCIENCIA CRÍTICA

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Noelia Cruz Céspedes
Una vez mantenida la reunión donde se han tratado los requisitos de la valoración cualitativa y comentadas las lecturas que abordaremos en nuestro análisis crítico, nos hemos percatado de las siguientes controversias que darán lugar a la reflexión de cada uno de los miembros:

a) Un capítulo de Castellà,Josep M. y Vilà, Montserrat (2014). 10 Ideas Clave. Enseñar la competencia oral en clase: Aprender a hablar en público. Barcelona. Graó:
https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&ved=2ahUKEwjQ6NPmr6XvAhVzQkEAHe90CmUQFjACegQIBhAD&url=https%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F7661174.pdf&usg=AOvVaw3HHBMq3IUViPu_XdIiV-Wa

En el primer enlace, Yeison Oswaldo Ruiz realiza una reseña de la obra 10 ideas clave. Enseñar la competencia oral en clase de Vilá, M. y Castellá, J. M. (2014). 10. Barcelona: Graó.

En esta lectura se intenta explicar que la competencia oral debe ser objetivo de la programación las escuelas e institutos, esta afirmación ha generado un debate que dará pie a comentar qué piensa cada miembro del grupo de trabajo sobre la incorporación de la competencia oral en las Programaciones didácticas.

b) Enlace de Escuelas de Familia Moderna (Modelo de desarrollo económico de Navarra): https://www.educacion.navarra.es/documents/27590/51352/ESPIRITU_CRITICO.pdf/978cce0f-b489-4726-bc77-5959883f9908

En el segundo enlace, de Escuelas de Familia Moderna (Modelo de desarrollo económico de Navarra) se señala que:
<<La persona con espíritu crítico cuestiona lo que otros le proponen, lo analiza, lo somete al escrutinio de su raciocinio, contrasta con otras informaciones, analiza desde el sentido común y la realidad, y acaba aceptándolo, reformulándolo o rechazándolo, total o parcialmente>>

Esta afirmación dará pie a otro debate en el que cada miembro del grupo de trabajo expondrá su opinión sobre la importancia de adquirir espíritu crítico para cuestionar/contrastar la información que pueda venirle de fuera¿ ¿qué opinamos al respecto de la importancia del espíritu crítico y el contraste de informaciones?

c) Artículo de César Toledo en el siguiente enlace: https://www.analisisnoverbal.com/lenguaje-corporal-y-comunicacion-no-verbal/


En el tercer enlace se reflexiona sobre la importancia del lenguaje no verbal cuando hablamos. Se explica qué es lo correcto y qué gestos son los incorrectos en un debate, toda vez que en el siguiente Genially encontramos algunos gestos incorrectos en el debate:

https://view.genial.ly/5b719dab088c650ee53cf836/interactive-content-gestos-incorrectos-debate

Los miembros de este grupo reflexionaremos las causas por las que no han de utilizarse en un debate.


«Los estudiantes de hoy en día necesitan pensamiento crítico y habilidades para resolver problemas no sólo para resolver los problemas de sus trabajos actuales, sino para hacer frente a los desafíos de adaptarse a nuestra fuerza de trabajo en constante cambio». Ken Kay.
Publicado el día 5/04/21 15:16.
Ana Isabel Clares Coronado
Estimada Noelia y compañeros/as.

Os dejo mi reflexión sobre cada una de las lecturas propuestas:

1. Respecto a lectura de Enseñar la competencia oral en clase de Vilá, M. y Castellá, J. M. (2014). 10. Barcelona: Graó, considero que, aunque cada persona tiene una forma distinta de hablar, es importante que seamos consciente de la importancia de la oralidad en clase teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
a) Una clara y correcta pronunciación para que la comprension de su discurso sea inmediata.

b) La pronunciación puede y ha de entrenarse teniendo en cuentas aspectos como:
-La lectura en voz alta a diferentes velocidades.
-Hablar o pronunciar un discurso con un bolígrafo o similar entre los labios.
-Hablar en voz alta tomando conciencia del movimiento y posición de los labios y la lengua al pronunciar las diferentes sílabas.
-Practicar con trabalenguas populares.
La velocidad del discurso es fundamental pues si se habla demasiado deprisa, no será capaz de terminar las palabras y oraciones, y su pronunciación será deficiente. Por otra parte, si la audiencia tiene que realizar un gran esfuerzo para seguir al hablante, acabará cansándose y dejará de escucharlo y si el discurso es demasiado lento, los oyentes se aburrirán y el resultado final será el mismo.
Hay que procurar adaptar la velocidad al momento del discurso, y sobre todo, al tema a tratar. Temas profundos, que deban ser tratados con especial seriedad o que requieran un esfuerzo de comprensión por parte de la audiencia siempre conllevarán un discurso más lento que las anécdotas o los temas superficiales. Para ello es fundamental tener presente y claro cuándo realizar las pausas.

Es importante para el hablante saber introducir un silencio en los momentos clave de la exposición. Una pausa oportuna es muestra de dominio de la situación y ausencia de nervios. Siempre hay que tener en cuenta que los silencios también comunican.
Para ello es clave tener en cuenta la modulación correcta de la voz ( la entonación y el volumen apropiados para cada parte del discurso).

Además, hay que considerar que el volumen apropiado no será el mismo en una sala llena que vacía, en una sala alfombrada que con suelo y paredes de madera, ya que en los primeros casos el sonido es absorbido, mientras que en los segundos no.
¿ Timbre de voz. Cada orador debe conocer su timbre de voz, y realizar esfuerzos por corregir posibles deficiencias (voz excesivamente grave o aguda, nasal o gutural). Nadie oye su propia voz tal y como les suena a los demás, por lo que es importante realizar ensayos ante otras personas y grabaciones a partir de las cuales analizar los aspectos que es preciso mejorar.

Tener una voz agradable resulta de gran ayuda para todo orador, ya que será lo primero que perciba el público una vez comience el discurso, y contribuirá a mantener la atención durante éste.
¿ Evitar las muletillas. Hay que prestar atención en cómo se empiezan las frases, eliminando los "humm", "eeh", "bueno", etc. Durante la exposición debe evitarse la repetición de expresiones como "es decir", "por supuesto", "o sea". Las muletillas tienen un efecto cacofónico y el público se distrae, acabando por estar más pendiente de contar las veces que un orador pronuncia una palabra determinada que de escuchar el contenido de sus mensajes.
Para cualquier profesor de Lengua Castellana y Literatura o de Idiomas, tras todo lo expuesto, qué duda cabe de la necesidad de integrar y evaluar la competencia oral bajo una rúbrica.
El Derpartamento de Lengua Castellana y Literatura, al que pertenezco, ha de tener claro la necesidad de rubricar este aspecto.
En este sentido me parece adecuado tener en cuenta los aspectos que se cintan en este enlace:
http://www.upm.es/sfs/E.T.S.I.%20Montes/Sub.%20Calidad/Recursos%20Competencias/Archivos/Rubrica_Expos_Orales_2012.pdf

2. En cuanto a la lectura de Escuelas de Familia Moderna (Modelo de desarrollo económico de Navarra, que reflexiona sobre la importancia del espíritu crítico considero que el pensamiento crítico es la capacidad manifestada por el ser humano para analizar y evaluar la información existente respecto a un tema o determinado, intentando esclarecer la veracidad de dicha información y alcanzar una idea justificada al respecto ignorando posibles sesgos externos.
Aplicamos el pensamiento crítico para intentar discernir la realidad de lo que nos dicen y percibimos a partir del análisis de los razonamientos empleados para explicarla. De una forma análoga a lo que proponía Descartes, se trata de dudar de las informaciones, dogmas y axiomas absolutos que nos rodean.
Entre las habilidades que implica el desarrollo de un pensamiento crítico se encuentran: capacidad de reflexión, capacidad de dudar de las cosas,intento de entrenar la empatía, participar activamente en los debates y en las lecturas y opiniones de los textos que se debatan en el aula, investigar, formarse y cuestionar estereotipos.

Gabriela López, en Pensamiento crítico en el aula, señala que el espíritu crítico debe ser evaluado en la escuela y que en el contexto español se ha diseñado y validado una prueba basada en los principios de Halpern (2006), pero han introducido algunos cambios (Saiz y Rivas, 2012). La prueba se denomina PENCRISAL, y sus principios son: 1) La utilización de ítems que sean situaciones cotidianas, 2) el uso de diferentes dominios, con la intención de valorar el grado de generalización de las habilidades, 3) un formato de respuesta abierta, que posibilita la exploración de los procesos de pensamiento, y 4) el empleo de situaciones-problema de respuesta única que permite evaluar el mecanismo de pensamiento correspondiente y facilita la cuantificación de los ítems (Saiz y Rivas, 2012, p. 20). La PENCRISAL consta de 35 ítems que se configuran en torno a 5 factores básicos en las habilidades de pensamiento: razonamiento deductivo, inductivo y práctico, toma de decisiones, y solución de problemas. En la distribución de las situaciones-problema, en cada factor, se ha tenido en cuenta la selección de las estructuras más representativas de cada uno de ellos. La prueba tiene un formato informatizado que puede ser contestado vía internet, aprovechando las ventajas que este recurso ofrece.

3. En cuanto a la lectura que encontramos en: https://view.genial.ly/5b719dab088c650ee53cf836/interactive-content-gestos-incorrectos-debate

Dentro de la comunicación oral, es fundamental el lenguaje no verbal: los gestos, la entonación, la mirada, los movimientos, etc.
Según el antropólogo Albert Mehrabian, del 100% de nuestra comunicación un 55% pertenece al lenguaje corporal, un 38% al tono de voz y únicamente el 7% corresponde a lo que estamos diciendo.
En ese sentido es fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos: la miradam la posición, el movimiento, el vestuario, la respiración y/o narración.
La mirada es el primer contacto que establecemos con el interlocutor. Cuando se realiza una exposición, es conveniente mirar a los ojos a nuestros interlocutores, de manera equilibrada, sin centrarnos sólo en una persona.
En la posición, es fundamental que nos ubiquemos en un lugar en el que nos estén viendo bien, y si tenemos una presentación visual que sirve de apoyo a nuestra exposición, que se nos vea a nosotros también de forma simultánea.

En cuanto a los movimientos, no debemos mover en exceso las manos ni los brazos. Deberemos evitar gestos bruscos y demasiado exagerados porque pueden afectar a la atención de nuestros oyentes. Es necesario que antes de realizar la presentación oral ensayemos frente a un espejo, o lo que es mejor, nos grabemos en vídeo para ver cómo nos movemos y aprender a controlarlo si es exagerado. El resto del cuerpo debes moverlo también con naturalidad.
Transmitimos también a través del vestuario que se emplea. La ropa ha de ser cómoda, debemos estar identificados con lo que llevamos.
Imprescindible es también saber y controlar nuestra respiración y el tono de voz. Vocalizar bien, entonar correctamente. Una vez más, es muy importante ensayar.
Por último, en la medida en la que podamos, es importante no leer durante la exposición, esto es, deberemos contar, narrar, explicar aquello que queremos transmitir, pero evitando leer un papel o una presentación, porque eso no gustará a nuestros interlocutores.
Publicado el día 1/04/21 17:18 en respuesta a Noelia Cruz Céspedes.
Noelia Cruz Céspedes
Buenas a todos/as,

De conformidad con lo acordado sobre las lecturas os traslado mis reflexiones:

En cuanto a la reseña de Yeison Oswaldo Ruiz de la obra Enseñar la competencia oral en clase de Vilá, M. y Castellá, J. M. (2014), incide en la importancia de la lengua oral en la formación de los estudiantes. Los autores destacan tres problemas que impiden que se aborde correctamente la enseñanza de esta parcela en las aulas.

En primer lugar, se aborda la inclusión y evaluación de la oralidad en las unidades didácticas sosteniendo los autores que es ¿una competencia poco enseñada¿. Ahora bien, todos estamos de acuerdo con afirmar que el Real Decreto 1105/2014 de 26 de diciembre, establece cuatro bloques de contenidos:

1º,- COMUNICACIÓN ORAL. Sabemos que los alumnos necesitan mejorar su expresión y este bloque incide en la capacidad de expresarse de forma oral con soltura, coherencia y corrección.

2º.- COMUNICACIÓN ESCRITA: Persigue utilizar la lengua como herramienta de aprendizaje en todos los ámbitos.

3º- CONOCIMIENTO DE LA LENGUA. Va a abarcar el estudio de la gramática que incide en la expresión oral y escrita.

4º.- EDUCACIÓN LITERARIA la lengua no solo es un medio de comunicación sino también de enriquecimiento cultural y evidentemente para el alma, a través de la escritura creativa, afición a la lectura.

Vemos como la legislación vigente le otorga la misma importancia a los textos orales como escritos. Sin embargo, la oralidad ha sido la gran olvidada de la enseñanza lingüística. Es esencial darle la importancia que se merece, ya que la comprensión y expresión de los textos orales son procesos muy complejos al intervenir diversos factores: psicológicos, lingüísticos, sociolingüísticos, etc

Si hiciéramos un recorrido a lo largo de la historia de la enseñanza, veríamos que la comprensión y expresión oral, y la oralidad en general, no ha ocupado un lugar destacado en los sistemas educativos. Siempre se ha creído que los alumnos aprenden a hablar por su propia cuenta, en la casa, en familia o en la calle y que no hace falta enseñarles en el aula a comunicarse oralmente. Hablar bien, con coherencia y cohesión es una capacidad valorada desde hace poco tiempo.

El sistema educativo actual propone un estudio de la lengua desde un enfoque funcional-comunicativo frente a la enseñanza tradicional basada en el estudio de la gramática alejada de su uso lingüístico.

Nosotros utilizamos la lengua para facilitar la interacción social, para comunicarnos, para adquirir nuevos conocimientos. Por tanto, nuestra actividad docente debería basarse en lograr unos objetivos que permitan al alumno comprender y expresarse correctamente. Los autores plantean una serie de actividades focalizadas a desarrollar la competencia oral en el aula basadas en procesos cognitivos como aprender a pensar, hablar, esta última de forma autónoma y planificada.

En la realidad de nuestra práctica docente nos encontramos con una serie de problemas que presentan nuestros alumnos:

- Falta de hábito lector
- Escasa concentración que dificulta la comprensión
- Pobreza léxica
- Desinterés por los diccionarios
- Empleo de proformas de referencia general

¿Cómo podemos paliar esos problemas y lograr desarrollar la competencia comunicativa oral? La respuesta es clara: desarrollando las técnicas de trabajo intelectual.

En segundo lugar, los autores abordan la planificación en la comunicación oral. Asimismo, aportan una serie de ideas para solventar esta problemática, tales como pensar en lo que se quiere comunicar, la importancia del tema, organización de ideas, la persuasión con respeto y educación, la personalidad y el lenguaje no verbal, la voz y entonación que comunican las emociones.

En base a lo expuesto, debemos precisar que en nuestra práctica docente no debemos separar la comprensión textual de la expresión, máxime cuando el texto oral frecuentemente aparece en diálogos, cambiando el papel emisor-receptor. No podemos realizar nuestra docencia afirmando ¿hasta aquí hemos comprendido los textos y es ahora cuando vamos a expresarlos¿. De ahí que la expresión y comprensión de textos se deban trabajar de manera simultánea desde un punto de vista pedagógico.

En tercer lugar, a partir de las orientaciones didácticas que nos proporcionan los autores para la enseñanza de la lengua oral vemos la envergadura de las estrategias didácticas, la comprensión de conocimientos y la naturaleza argumentativa de la comunicación humana.

En cuanto a las estrategias didácticas podemos trabajar en el aula:

- Las lecturas con el fin de que el alumnado alcance una madurez lectora, pero también para que vaya aprendiendo a controlar los rasgos suprasegmentales. Es importante la lectura oralizada y dramatizada o expresiva para se escuchen los alumnos unos a otros y recitación de poemas para que aprecien el ritmo y musicalidad de la lírica.

- Confección de representaciones de diálogos, simulación de programas de radio.


- Trabajos y actividades grupales y cooperativas, de forma que trabajen en interacción y así fomentar el diálogo con los demás.

- Búsqueda en diccionarios diversos con el fin de ir enriqueciendo su léxico.

Para la comprensión de los conocimientos los docentes podemos recurrir a las exposiciones orales en clase a través de presentaciones, vídeos, podcast, etc con las que el alumnado podrá familiarizarse con herramientas tan populares como Powerpoint, SoundCloud o Ivoox, entre otras. De esta manera irán desarrollando el razonamiento.
En relación a la argumentación los alumnos/as podrán realizar actividades orales como planificación de debates de actualidad, foros y entrevistas.
No podemos dejar de destacar que cuando trabajemos las actividades de competencia oral es esencial tener en cuenta el desarrollo psicológico del alumno/a, es decir, mediante procedimientos más sencillos al iniciar la secundaria y destrezas más complejas al final.

En mi conclusión quiero destacar la importancia del diálogo como medio de comunicación oral. En la sociedad moderna en que vivimos, nos encontramos con situaciones orales complicadas: una entrevista de trabajo, una ponencia, dialogar con desconocidos, hacer una declaración de amor¿ que requieren un nivel de competencia oral tan elevada como la escritura. Evidentemente, no se trata de enseñar a hablar desde cero, pero sí de preparar al alumnado hablante a desenvolverse en los contextos que estas comunicaciones orales requieren.


En cuanto a la segunda lectura de Escuelas de Familia Moderna (Modelo de desarrollo económico de Navarra), nos define el espíritu crítico, etapas de su formación y factores que lo favorecen y dificultan.

Podemos entender por espíritu crítico la capacidad que tiene el ser humano para cuestionar sometiendo a evaluación y análisis un tema. Se trata, pues, de analizar hasta llegar a nuestro propio punto de vista. Para llegar a esta premisa es esencial eliminar las falacias que pueden nublar nuestro pensamiento. El mundo se puede observar desde diferentes prismas, siempre respetando las opiniones ajenas, y a través del análisis de la información podemos alcanzar la verdad.

Tal y como sostiene Gabriela López (2012), el desarrollo de las competencias han contribuido en el pensamiento crítico, ya que la enseñanza no está basada en el aprendizaje memorístico, sino en que el alumno adquiera una autonomía intelectual. Por su parte, Lipman (1998) sostiene que el pensamiento crítico está íntimamente relacionado con la creatividad, ya que no se produce un pensamiento creativo sin un juicio crítico. Igualmente, en cuanto a las habilidades básicas de este tipo de pensamiento hace referencia a la Taxonomía de Bloom, hoy en día empleada en el aprendizaje << Flipped Classroom>>, que realiza una propuesta de jerarquización de habilidades en una pirámide ascendente cuyo primer peldaño estaría ocupado por la memoria, seguido de la comprensión, el análisis, la síntesis y la evaluación. En la cúspide de la pirámide nos encontraríamos al pensamiento crítico.

La manera en la que nos enfrentamos a los retos y las habilidades cognitivas con las que los desarrollamos es fundamental para detectar a los pensadores críticos. En el aula la indagación permite recuperar la información que tenemos de un determinado tema y crear nuevas ideas. Numerosos autores consideran que la forma en la que se realizan las preguntas en el aula y el clima de la misma repercute en la cuestión que abordamos.

Tal y como se pone de manifiesto en el artículo de referencia, es en la adolescencia cuando el alumnado se sociabiliza y es más vulnerable a la presión social. Por ello, es imprescindible inculcarles el respeto, el diálogo como medio de resolución de conflictos y fuentes de información adaptadas a su edad.

Para fomentar el pensamiento crítico en el aula el alumnado tiene que empezar a reflexionar. Ahora bien, ¿existen propuestas realistas que nos ayuden a los docentes a conseguir el objetivo? En principio, se pueden proponer preguntas de investigación que inviten a visitar diferentes fuentes y que busquen sus propias respuestas. Asimismo, las metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos, el <<Flipped Clasroom>>, el aprendizaje cooperativo o el deliberativo, ayudan en gran medida a que busquen, decidan, compartan sus opiniones y respeten la de los demás. Las actividades como los debates, los dilemas morales de valores trasversales serán un buen complemento. Igualmente, estaremos defendiendo un aprendizaje autónomo en la que la figura del docente quedará en un segundo plano y el alumno/a se convertirá en el verdadero protagonista del proceso enseñanza-aprendizaje.

La metodología observadora será la clave para detectar aquellos alumnos con espíritu crítico. Aunque la adolescencia es la etapa de mayor rebeldía, no todos se comportan de igual manera.

Para valorar la importancia del espíritu crítico y el contraste de informaciones no podemos dejar de lado el proceso de curación de contenidos que tiene que llevar a cabo tanto el docente como el profesor. Las habilidades que intervienen en el proceso son la comunicación, búsqueda, procesamiento de la información para transformar en conocimiento la información. Existen diferentes herramientas que nos pueden ayudar como Pinterest, Scoop.it o Storify.
Es indudable que la curación de contenidos también motivan el espíritu crítico. El estudiante tiene que deducir qué fuente es más fiable, comprensible y cuál le puede resultar más cómoda para su divulgación.

Bibliografía:
LIPMAN, M. (1998): Pensamiento complejo y educación. Madrid, De la Torre.
López, G. (2012). Pensamiento crítico en el aula. Docencia e investigación, número 22, pp. 41-60.

La tercera lectura relacionada con un artículo de César Toledo en Análisisnoverbal.com titulado <<Lenguaje corporal y comunicación no verbal>>, nos transmite que el lenguaje no verbal forma parte de la comunicación humana y las utilidades, áreas de aplicación y canales del lenguaje corporal. Estos últimos de interés para nuestro análisis. Los podemos clasificar en:

- Expresiones faciales, mediante se nos transmiten las emociones básicas (alegría, sorpresa, tristeza, enfado, miedo y asco) a través de un código.
- Gestos, clasificados en ilustradores, emblemáticos, adaptadores, reguladores y manifestadores de afecto.
- Posturas, revela el interés por los demás.
- Apariencia, el aspecto de una persona nos revela muchos datos.
- Háptica, el tacto es esencial para lograr la intimidad, el compromiso h dominar la interacción.
- Proxémica, el uso del espacio en la interacción.
- Paralenguaje, el volumen, tono o velocidad de la voz también comunica.

Llamamos lenguaje no verbal a todo sistema comunicativo cuyo soporte no es lingüístico sin que por ello su capacidad expresiva se vea mermada. Lo que decimos con palabras solo es un aspecto de nuestro comportamiento comunicativo. Los gestos o la actitud corporal emiten mensajes, en ocasiones subrayan lo que están diciendo, a veces sustituyen por completo las palabras y viene a desmentir nuestro discurso verbal.

Para interpretar los mensajes no verbales el hablante dispone de un mecanismo llamado competencia. Al aprender a hablar, no solo aprendemos a usar la gramática o el código de una lengua sino también el modo más adecuado de usar diferentes registros según las características de la situación de comunicación y de los interlocutores con arreglo a los fines que se persigan.

En la comunicación humana se combinan mensajes verbales con otro tipo de comportamientos comunicativos especialmente kinésicos.
En la simultaneidad de ambos mensajes, el mensaje se repite por diferentes canales dando lugar a la llamada redundancia. En otras ocasiones se da la superposición de distintos comportamientos comunicativos que dificulta la interpretación de los mensajes o se emite información contradictoria. Cuando es difícil de descifrar un mensaje se recurre al contexto que es el que decide la significación de la información. El conocimiento del contexto forma parte de la competencia comunicativa.

Es imprescindible aprender a controlar la comunicación no verbal en diversos aspectos de la vida, cuando por ejemplo queremos agradar a alguien en una entrevista de trabajo.

Estamos de acuerdo con el contenido del Genially en cuanto a los gestos incorrectos que deben evitarse en el debate. A continuación pasamos a comentar cada uno de ellos:

- Manos en los bolsillos. Las manos son una de nuestras partes del cuerpo que más comunican, por lo que este signo denota pereza y falta de interés en el discurso. Si pretendemos convencer a los demás tenemos que mostrar seguridad y no hacer sentir incómodo al debatiente. Si lo necesitamos podríamos tener algo en las manos, pero no lo suficientemente grande por si tenemos algo de temblor o conseguimos distraer al auditorio.

- Dar la espalda al equipo contrario o al auditorio. Denota falta de interés al igual que cuando hablamos mirando hacia otro lado. La mirada indica que estamos escuchando a la otra persona y conseguiremos que nos resulte más fluida la conversación.


- Hablar con los brazos cruzados. Una persona que se sienta amenazada es normal que realice este gesto. Nos indica que tiene una actitud nerviosa, negativa o defensiva. En definitiva, se siente amenazada. En el debate, si lo hacemos, no solo proporcionaremos pensamientos negativos a los demás sino que lograremos que disminuya su atención, por lo que nuestra postura debe ser relajada.

- Hablar invadiendo el espacio del equipo contrario. Cuando nos invaden nuestro espacio vital, en ocasiones, es para intimidar a los que nos rodean y el perjudicado retrocederá y mostrará sumisión. Lo correcto es respetar el espacio según diversas circunstancias, tales como el grado de intimidad, el motivo del encuentro, la personalidad, la edad o la cultura. En el debate nuestros interlocutores se sentirán agredidos. Igualmente, si ese espacio es muy amplio mostraremos desinterés.

- Mover los pies continuamente, taconear o puntillear. Tenemos que tener los pies en el suelo pero evitando estos gestos porque daremos sensación de incomodidad o nerviosismo.


- Tocarse el pelo continuamente. Indica distracción. Nos tocamos el pelo porque estamos aburridos o nos sentimos presionados.

- Andar sin rumbo. Cuando nos movamos tenemos que estar erguidos y no arrastrar los pies. De este modo comunicaremos que estamos seguros de que cumpliremos nuestro objetivo. Lo normal es que nos acerquemos a nuestro equipo y al contrario, pero con seguridad y con una finalidad, ya que de lo contrario daremos a entender que estamos desorientados.


- Señalar con el dedo al equipo contrario. Se considera signo de agresividad señalar, por lo que si tenemos que dirigirnos señalando al equipo contrario lo haremos con la palma de la mano abierta en vertical u horizontal.

Como conclusión podemos decir que el lenguaje verbal y no verbal son dos caras fundamentales de la finalidad comunicativa del lenguaje en sus distintos aspectos. Debemos hacer hincapié en que la función primordial del lenguaje es comunicar. El ser humano es un ser social por naturaleza y el lenguaje es un instrumento para ese proceso de desarrollo social. En su comunicar el hombre utiliza signos verbales pero también signos no verbales que están íntimamente unidos.

Saludos
Publicado el día 2/04/21 17:51 en respuesta a Ana Isabel Clares Coronado.
Ana Isabel García Cortes
Buenas tardes, compañeros, os cuento algunas de las conclusiones a las que he llegado tras las lecturas de los tres textos propuestos:
me gustaría destacar en esta reflexión algunos aspectos relacionados con la realidad docente propia, ya que la autocrítica resulta esencial en la experiencia para mejorar, así como recapacitar sobre las implicaciones que tienen en la práctica en el aula.
En cuanto al primero de los artículos donde Yeison Oswaldo hace una reseña de Castelá y Vila (2014) sobre la competencia oral en clase y cómo aprender a hablar en público, en la práctica, resulta especialmente interesante la dificultad que presenta el alumnado en el aspecto oral, porque si atendemos a la ley, el objetivo en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura es la del desarrollo de la competencia comunicativa en todas sus vertientes, esto es: la pragmática, lingüística, sociolingüística y literaria; los contenidos orales que, obviamente, se relacionan con las competencias, tienen la misma importancia que el resto, es decir, todos los bloques son importantes según el currículum y unos se alimentan de otros, pues es difícil saber hablar en público sin dominar la gramática, sin un hábito lector que lo refuerce, sin referentes literarios que sirvan de ejemplo. Sin embargo, no es nada nuevo que cuando se elaboran las programaciones, el bloque de la oralidad suele tener un peso menor en las notas que el bloque de contenido de la lengua y literatura, pues no olvidemos que el peso mayor en notas se suele asignar a pruebas escritas y, no en pocas ocasiones, la oralidad queda relegada a algún trabajo expuesto en clase. Tampoco debemos olvidar, que, si bien la ley recoge la importancia de la oralidad en la educación, cada cambio de etapa o acceso a niveles de estudio superiores, el alumno se enfrenta a un examen de carácter escrito. A esta misma conclusión llegaron Rodríguez Muñoz y Ridao Rodrigo (2012) en su artículo "La oralidad en educación secundaria: legislación y libros de texto de lengua y literatura española" cuando afirman:
"destacamos que en educación secundaria frecuentemente se instruye a los alumnos en la dimensión escrita del lenguaje, de tal manera que los contenidos y actividades destinadas a fomentar la oralidad constituyen casi una excepción; esta situación existente en los libros de texto contrasta con la legislación en vigor, donde se insiste en dotar a los discentes de habilidades comunicativas orales".
En este mismo sentido debemos reconocer que, a veces, el propio profesor no está totalmente preparado para desarrollar estos contenidos, y dedicar tiempo y espacio a la oralidad sin un plan específico y concreto no es suficiente.
Como bien recoge esta reseña, existe, por tanto, un problema que es la necesidad de enseñar y planificar la oralidad en el contexto de las aulas y que se hace imprescindible enseñar al alumno que el lenguaje estructura el pensamiento y que la capacidad de expresarse oralmente con solvencia determina la capacidad de pensar con claridad. Incluir en la práctica docente exámenes orales pueden ser muy beneficiosos para el aprendizaje del alumno, como viene recogido en el artículo: ¿explicar contenido, significa comprenderlo¿.
La oralidad a su vez se alimenta del lenguaje no verbal, tema principal del tercero de los artículos perteneciente a César Toledo. Se ha considerado el plano no verbal como anterior al verbal, de la misma manera que el lenguaje oral es anterior al escrito, esto es, lo no verbal pertenece al ámbito del inconsciente, de carácter más emocional, intuitivo e instintivo Pero lo cierto es que sí es controlable y, de hecho, quienes son capaces de dominar su lenguaje corporal, son mejores comunicadores y más influyentes. Estos dos artículos ponen de manifiesto, de algún modo, el hecho de que habilidades y rasgos que se vienen a considerar innatos y, de algún modo, inconscientes son, en realidad trabajables y ocupan un lugar central en la competencia comunicativa.
Señala siete canales de expresión no verbal: expresión facial (indicador emocional), gestos, posturas, apariencia, háptica o tacto, proxémica y paralenguaje. Se afirma que no se puede saber lo que se piensa, pero sí cómo se siente, o incluso, qué rasgos dominan su personalidad. No es algo baladí, pues como bien se destaca en el artículo, son muchas sus aplicaciones: enseñanza, comunicación y relaciones personales, negociación, marketing¿si se fuera más consciente de sus posibilidades, ocuparía un lugar más principal en la educación.
la comunicación oral, acompañada de una correcta comunicación no verbal constituyen lo que en la educación clásica se conocía como la oratoria o el ars recte loquendi, que junto al asr recte scribendi constituían un saber esencial en las academias, la importancia que se le ha otorgado a la oralidad se ha ido difuminando. Conviene en este punto de nuevo citar a Rodríguez Muñoz y Ridao Rodrigo (2012) cuando afirma:
"Es paradójico que la enseñanza de la lengua haya estado relegada, durante siglos, al modelo escrito-literario. Debido a que la oralidad está presente en la mayor parte de los intercambios comunicativos que regulan nuestras prácticas interpersonales cotidianas, resulta de carácter perentorio buscar estrategias pedagógicas que repercutan en el perfeccionamiento de las destrezas de expresión oral, especialmente en el aula de lengua española".
En cuanto al segundo artículo, sigue existiendo una conexión esencial con lo leído anteriormente, la posesión de espíritu crítico, la capacidad de argumentar, de discernir entre la verdad y los bulos, especialmente relevante en este momento hiperconectado y tecnológico, donde desde diferentes pantallas nos bombardean con datos e informaciones a veces difícilmente contrastables, resulta vital para desenvolverse en la oralidad. El propio artículo lo define como ¿capacidad del ser humano de cuestionar los principios, valores y normas que se ofrecen en el entorno en que se desenvuelven¿. El espíritu crítico se distancia en igual medida de dos extremos igualmente perniciosos, a saber: la obediencia ciega y la rebeldía por la rebeldía. La capacidad crítica contiene tres grandes actividades: contrastar datos e información, consultar fuentes y profundizar en hechos. Teniendo en cuenta que nuestro trabajo se desarrolla con adolescentes, grupo de edad que cuestiona la autoridad de manera continua e irreflexiva, es decir, situándose en el extremo de la rebeldía por la rebeldía señalado anteriormente, supone un reto el lograr darle los instrumentos y medios para que consigan formase un criterio propio. No sólo esto, existen otros factores que dificultan la formación de un espíritu crítico como son: estilos muy permisivos o autoritarios, el no por sistema, la norma por la norma, no revisar las normas anteriores o cambios de circunstancias, la filosofía del ¿me apetece¿ o la asunción sin cuestionar de lo políticamente correcto o de la moda. Cuántas veces no hemos detectado en clase la repetición de eslóganes, de coletillas o frases hechas que inundan los medios de comunicación y, que en ocasiones son perpetuadoras de clichés y creencias falsas. A veces incluso racistas, machistas u homófobas.
También se ofrecen algunas claves e indicadores para saber si se ha alcanzado el desarrollo del espíritu crítico, son las siguientes: no se conforma con explicaciones derivadas del principio de autoridad (porque sí), pregunta el porqué de distintas situaciones, pregunta a los padres por qué ha elegido su trabajo o vota a determinado partido político, tiene curiosidad por saber los principios de los que derivan las normas de conducta, se cuestiona la información que recibe y actúa de acuerdo a su propio criterio.
A modo de conclusión me gustaría intentar ir a la raíz del problema ¿cómo es posible mejorar la oralidad y el pensamiento crítico en el alumnado? ¿cómo desarrollar la habilidad de defender puntos de vista propios, no dejarse arrastrar por las corrientes dominantes y no aceptar sin cuestionar un supuesto? ¿cómo defender un punto de vista propio y reflexionado?
Los docentes necesitamos el respaldo de las instituciones, son muchas las cosas a mejorar en nuestro sistema, hay tiempo reducido para las asignaturas, grupos masificados, leyes cambiantes, poca coordinación entre departamentos; sería necesario modificar de forma radical la organización del aula, replantear las modos de evaluar, y, por qué no, formar en este aspecto de manera más exhaustiva a los docentes; en definitiva, repensar el sistema entero y, sobre todo, invertir en él, tiempo y dinero¿Hay trabajo por hacer y, por suerte, profesionales cada vez más comprometidos.
Publicado el día 6/04/21 19:13.
María de Fátima Bioque Zurita
LECTURAS GRUPO DE DEBATE EN EL AULA

1.- Castellà, Josep M. y Vilà, Montserrat (2014). 10 Ideas Clave. Enseñar la competencia oral en clase: Aprender a hablar en público.

El estudio de Josep Castellà y Montserrat Vilà propone un interesante guion de actuación en el aula para la consecución de la competencia oral en el aula en tres marcos: partiendo del concepto de competencia oral, recurriendo a la modalidad metodológica de enseñanza oral y aportando claves para llevarla a cabo de manera práctica.

Por una parte, cabe advertir el enfoque escrito que por tradición ha presentado la enseñanza, sobre todo en el ámbito de la Enseñanza Secundaria Obligatoria. Por ello, la planificación en el aula ha desatendido con frecuencia la práctica y evaluación de la oralidad.

En segundo lugar, debemos tener en cuenta que no todas las intervenciones orales suponen la consecución de los mismos objetivos. Unas, enfocadas a la gestión de la interacción en el aula permiten que el alumno se forme como individuo social, dotando de habilidades que le permitan relacionarse de manera exitosa en un ámbito social regido por normas e intenciones comunicativas. Otras, permiten modificar las estructuras mentales del discente, adquiriendo conocimientos de manera reflexiva. Además, existen actividades que mejoran la compresión y expresión escrita.

Los autores señalan la existencia de una tipología práctica en la que el alumnado aprenda propiamente técnicas de habla. Para esta empresa es necesario que el docente tome parte activa en la planificación del aula.

En cuanto a las fases de tal planificación, los estudiosos señalan:

- Necesidad de elegir un tema: conseguimos así que el alumnado se familiarice con lo que va a hablar, formando desde el inicio ideas y planteamientos sobre lo que ya conoce del asunto.

- De señalar en el enfoque desde el que se va a tratar: así se acota la información y datos que el alumno posee del tema, enfocándose en una postura más concreta y certera. Además, en cierto modo, ello provoca que el alumnado visualice los objetivos que se intentan conseguir con la tarea.

- De buscar información: tras el proceso de restricción o abreviación de contenidos, se propone ampliar horizontes con informaciones antes no asimiladas sobre el tema.

- De organizar la información: mediante esquemas de conocimientos que organicen los datos nuevos. Además, en este proceso, y más cuando las informaciones nuevas sobre el tema proceden del ámbito de internet, es necesario que el alumno adopte una postura crítica, seleccionando y filtrando los contenidos que no le van a ser útiles, que no proceden de fuentes fiables o que no concuerdan con las metas de su proyecto.

Una de las ideas clave están relacionadas con la intención última del acto discursivo que se va a llevar a cabo. La idea de persuasión, aunque se presente habitualmente en las intervenciones orales diarias, precisa de una consciencia explícita de ella por parte del alumnado que le permita adecuarla al contexto en el que interviene oralmente. Dicho de otro modo, si bien estamos familiarizados con el hecho de "convencer al otro", no siempre esta práctica se da de manera legítima en las intervenciones orales inconscientes.

Además, en el artículo se presta atención a la importancia del lenguaje no verbal en tales intervenciones discursivas. Así, el alumnado debe tomar consciencia de la imagen externa que se proyecta en la práctica oral, que como sabemos, en la mayoría de los casos aporta más información que lo propiamente dicho. Si bien se piensa que el ámbito de lo no verbal carece de la posibilidad de ser trabajado en el aula, se reconoce que mediante el ensayo y la práctica es posible alcanzar el éxito y mejora de esta parcela de la comunicación oral.

Otra idea aportada en el artículo es la de que, para explicar una cuestión, es necesario haberla interiorizado previamente. Relacionado con ello, aparece el discurso argumentativo, a partir del cual se seleccionan argumentos válidos en la expresión oral en detrimento de falacias. Todo ello implica el reconocimiento de las distintas modalidades discursivas por parte del discente.

En conclusión, si con anterioridad al estudio de este artículo se pudiera esperar de la práctica del debate un ¿hablar por hablar¿, queda claro que es un proceso que precisa de planificación e intervención si pretendemos la consecución de la competencia oral en el aula. Aquí, se especifican secuencias didácticas explícitas que aborden todos los aspectos que inciden en el debate.

2.- Enlace de Escuelas de Familia Moderna (Modelo de desarrollo económico de Navarra).

Entendemos por espíritu crítico la capacidad de ver las convenciones de nuestro entorno con criterio propio a partir de la evaluación de las diferentes situaciones que se nos presenten. Así, este concepto está relacionado con la madurez al analizar las informaciones que nos vienen desde fuera, evaluándolas desde diversas perspectivas, con el fin último de tomar decisiones acertadas en relación con la cuestión.

Teniendo en cuenta la etapa psicoevolutiva del alumnado con el que trabajamos, se presenta indispensable forjar en el grupo un espíritu crítico que lo resguarde de la presión del entorno.

En cuanto al cuestionamiento de la autoridad, el concepto de autoridad en el ámbito familiar pasa por la confrontación de razones y argumentos en la creación de una convivencia parental que posiblemente se extrapole al resto del entorno social del niño. Esto es, si desde casa se valora de manera coherente y justificada las razones por las que un hijo debe actuar de una forma u otra, el chico es posible que extienda tales métodos de conducta en las demás situaciones de la vida diaria.

Y... ¿Cómo es posible formarse un criterio propio? La necesidad de ser aceptados socialmente en su entorno provoca las dificultades principales en cuanto a la creación de una personalidad propia que le permita decir "no" o alejarse de situaciones y personas no convenientes. Aparece así la relación entre las ideas que tengo y la vida que llevo. En otras palabras, el alumno adolescente está en el proceso de formación de su identidad, lo que conlleva un sistema de valores y normas de conducta propias que caracterizan ese espíritu propio.

En relación con lo anterior, existen ciertos indicios que reflejan la posesión de un espíritu crítico bien forjado. Bajo la tutela de los padres, los niños en edades inferiores a los 8 o 10 años no cuestionan su entorno puesto que las necesidades básicas le vienen cubiertas por ellos. Sin embargo, de ahí en adelante aportan perspectivas diferentes conocidas a través de su grupo de amigos o incluso los gustos propios que van surgiéndoles. A causa de ello, el niño empieza a enfrentar las razones de tipo autoritaria de sus padres, se preguntan el por qué de las cosas, cuestionan las informaciones recibidas y actúan dependiendo de su interés propio. Es lo que se reconoce como la rebeldía en la adolescencia.

Aparecen entonces factores que fomentan el espíritu crítico en el ámbito familiar, a saber, coherencia de ideas y actuaciones, habilidades para el diálogo, razonamiento de las diversas situaciones que se presenten, acercamiento al entorno del hijo, la lectura en su fin último de adquirir perspectivas diferentes de mismas temáticas, promover un uso beneficioso de las tecnologías de la información. Por el contrario, los factores que dificultan la adquisición de esta facultad de análisis se refieren a modelos extremos de autoridad, la norma del "porque sí", la obediencia ciega en las normas impuestas... etc.

3.- Artículo de César Toledo.

Se reconoce en el estudio de lo verbal y lo no verbal, frente a lo que se espera de la comunicación oral, que casi el 70% de la información proyectada en un acto discursivo proviene más de lo que se percibe audiovisualmente que del contenido mismo de nuestra intervención. En este artículo se pone de manifiesto a partir de estas premisas, la necesidad de trabajar ciertos aspectos de lo no verbal con el fin de adquirir la competencia en comunicación lingüística.

Quizá la escasa importancia que se ha prestado al estudio de lo no verbal provenga del hecho de que cuando enviamos estas informaciones sobre uno mismo suele ser de manera inconsciente. Además, la difícil sistematización del proceso crea un vacío metodológico que se ha ignorado con frecuencia en la tradición lingüística. Sin embargo, recientemente y a partir de estudios como el que nos ocupa, se ha tomado conciencia de rasgos que configuran una positiva o negativa imagen de nosotros mismos.

Para señalar algunas de las principales actitudes que podemos adoptar en un discurso oral para proyectar credibilidad: sonreír, mirar a los ojos, controlar la voz, conservar una postura abierta con respecto al espectador o mover las manos de una forma que muestre confianza y calma en la intervención.

Por otra parte, es preciso evaluar la el feedback que se produce del destinatario al que va emitido el discurso, así como dominar las emociones que proyectamos hacia los demás. Entre ellas, una de las más controvertidas es el sentimiento de angustia o inseguridad propio de ciertas situaciones comunicativas. Se ha estudiado por otra parte, que estos procesos pueden ser tratarse y mejorarse con el entrenamiento.

Los canales de expresión no verbal referidos en el artículo son:
- Expresiones faciales
- Gestos
- Posturas
- Apariencia
- Háptica
- Proxémica
- Paralenguaje

Por último, el estudio enumera una serie de utilidades del lenguaje corporal en la socialización así como las principales áreas de aplicación del lenguaje corporal.

En conclusión, la toma de conciencia sobre el control y proyección de impresiones a través del lenguaje corporal o no verbal, supone la consecución de ciertas habilidades relacionadas con la persuasión, la proyección de credibilidad y de seguridad en uno mismo, etc.
Publicado el día 9/04/21 18:33.
Laura Ferrer Sánchez
Mientras que nuestra labor como docentes está basada en la enseñanza a través de la comunicación oral, enseñamos hablando, apenas atendemos la capacidad de comunicación oral de nuestros alumnos. La obra de Vilá y Castellá, Enseñar la competencia oral en clase resume las diez claves que consideran imprescindibles para abordar la enseñanza de la oralidad en las aulas.
Los autores plantean tres problemas esenciales a la hora de abordar la enseñanza de la competencia oral y a partir de ahí establecen diez claves para llevarla a cabo.
En primer lugar, la absoluta preferencia de la escritura por la oralidad en el sistema educativo. En esta problemática se enfocan las dos primeras ideas clave que planetan los autores.
1. Saber hablar como competencia fundamental para enseñarla.
2. Descripción de una serie de actividades para trabajar la oralidad en el aula enfocadas desde diversa perspectivas: hablar para aprender a escribir, hablare para aprender a pensar, hablar para aprender a hablar.
El segundo problema que plantean se basa en la importancia del pensar que se quiere decir y atendiendo a esta problemática desarrollan las ideas clave tres, cuatro, cinco y seis.
3. La tercera idea clave propone las diferentes etapas de la planificación de una intervención oral.
a. elegir el tema
b. seleccionar el enfoque según lo que se quiera conseguir
c. buscar información, organizarla y elaborar un esquema.
4. hablar conlleva convencer a la audiencia y en este sentido adaptar y reformular el discurso.
5. Destaca la importancia del lenguaje no verbal en cualquier discurso.
6. La relación entre la comunicación de las emociones con la voz y la entonación.
Por último, el tercer problema plantea las orientaciones didácticas para abordar la enseñanza de la competencia oral, que se desarrollan en las ideas siete, ocho, nueve y diez.
La enseñanza de una lengua conlleva el aprendizaje de las cuatro destrezas básicas: leer, escribir, escuchar y hablar. Igual que no entenderíamos aprender un segundo idioma aprendiendo sólo a leer o a escribir sin adquirir la capacidad de hablar con un interlocutor en esa lengua, no podemos pasar por alto que para adquirir una correcta competencia comunicativa en la lengua propia es necesario la oralidad.


Artículo 2: Escuelas de familia moderna (Modelo de desarrollo económico de Navarra).
El artículo parte de la definición del concepto de espíritu crítico como la capacidad del ser humano de cuestionar los principios, valores y normas siendo capaz de tomar sus propias decisiones en distintas situaciones. Así, el espíritu crítico se basa en tres actividades fundamentales: contrastar datos, consultar fuentes y profundizar en los hechos.
En el sentido que nos ocupa, nuestros alumnos, en edad adolescente, se encuentran en un momento crucial de su desarrollo y su proceso de formación y en este sentido, en la formación de su pensamiento crítico. Aprender a discernir, elegir y ser ellos mismos. Somos responsables de mostrar y facilitar las herramientas para ayudarlos en este importante proceso. La rebeldía y el cuestionamiento claves en su edad y su desarrollo cognitivo habrá que utilizarlas en su propio beneficio, de manera que se cuestionen y busquen sus propias respuestas, apoyándoles en ese proceso de madurez.
Formar un criterio propio pasa por enseñar a escuchar, respetar y argumentar en distintas situaciones. A lo largo del proceso tendrán que tomar distintas decisiones más o menos importantes y para ellos cuentan con diferentes modelos, sus iguales, las redes sociales, y en pocas ocasiones será el adulto quien se convierta en su modelo a seguir y es ahí donde radica la importancia de haber mostrado las herramientas correctas para que sus decisiones sean las apropiadas.
A mediad que nuestros alumnos vayan adquiriendo autonomía irán alcanzando la madurez y en este proceso será clave la formación del un juicio propio.
Artículo 3. Artículo de César Toledo.
La comunicación es un proceso que engloba tanto al lenguaje verbal como el no verbal. A veces no somos conscientes de la importancia que tiene lo que no decimos. Acompañamos nuestros diálogos, exposiciones o discusiones de gestos, miradas, movimientos corporales que apoyan lo que decimos, pero también lo que no decimos, pero pensamos.
Una actividad como debatir basado en el uso del lenguaje oral implica el apoyo de la comunicación no verbal y es necesario mostrar las herramientas para corregir y controlar hábitos deficientes o actitudes que podrían ser negativas. Estos son:
- Movimientos que denotan nerviosismo como mover o taconear de manera constante.
- Movimientos que connoten agresividad como señalar con el dedo a nuestros interlocutores o hablar invadiendo el espacio del otro.
- Movimientos que representen inseguridad como tocarse el pelo o dar la espalda al contrario.
- Tener las manos en los bolsillos, los brazos cruzados o andar sin rumbo son gestos que pueden hacer que el interlocutor pierda la atención ante lo que estamos diciendo.
Comunicar engloba atender a la comunicación verbal y a lo no verbal. Debemos cuidar qué decimos, pero también cómo lo decimos.
Publicado el día 9/04/21 23:35.

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