El pasado lunes 14 de enero, en la segunda sesión de esta formación en centros, tratamos de dar respuesta a esta pregunta tan ambiciosa. Y en parte, como ponente de la sesión, espero haber podido responderla.

Comenzamos con una dinámica de elaboración de una matriz DAFO colaborativa sobre la experiencia de poner en práctica con nuestro alumnado una tarea competencial. Para ello usamos Mentimeter, y recogimos la información que muestra este informe.

Antes de hablar de herramientas, creo que tenemos que aclarar qué es para nosotros evaluar, en qué momentos es más importante, quiénes deben hacerlo y desde qué punto de vista. Así hablamos de evaluación inicial, diagnóstica, formativa, procesual, hetero-evaluación (profesor-alumno o viceversa, o alumno-alumno con diferente rol), co-evaluación (alumno-alumno o profesor-profesor, con el mismo rol), y autoevaluación (cuando alumnos y profesores recapacitan sobre su propia práctica o progreso).

Si estamos acostumbrados a realizar una evaluación inicial y una al final de cada bloque de contenidos con el objetivo de medir el progreso y poder calificar, esto nos puede sonar bastante a nuevo, por lo tanto, lo mejor era contextualizar toda esta información en un ejemplo concreto. Así, repasamos cómo se puede evaluar un proyecto más complejo, y cómo se hizo en el caso de La Rambla Aumentada.

Una vez hemos aclarada la finalidad diagnóstica y formativa de la evaluación, identificados los momentos y los agentes que han de tomar parte en ella, podemos comenzar a hablar de herramientas digitales que nos ayuden en este proceso. Para ello recordamos al recientemente galardonado Chicho Ibañez Serrador, y con la sintonía del "cuco" del "Un, dos, tres" como melodía de fondo, intentamos enumerar aplicaciones que nos ayudasen en este proceso. En esta dinámica aparecieron hojas de cálculo, cuadernos del profesor (iSéneca, Additio, iDoceo), aplicaciones para realizar cuestionarios (Quizziz, Kahoot, Plickers, Thatquiz, Socrative...), formas de recoger información anónima del alumnado (Formularios de Google o Mentimeter), y, por supuesto, plataformas de gestión del aprendizaje como Classroom, Moodle, Edmodo o Classdojo.

Hablamos, llegados a este punto, de un tema que cada vez preocupa más al profesorado, el cumplimiento de la Ley en materia de protección de datos de carácter personal. Aclaramos que son datos de carácter personal, y qué no, qué es un fichero automatizado, y qué no, y de algunas formas de disociar la información para usar aplicaciones de terceros con garantías. También mencionamos las guías sectoriales de la AEPD, y en especial el informe sobre la utilización por parte de profesores y alumnos de aplicaciones que almacenan datos en nube con sistemas ajenos a las plataformas educativas.

El resto de la sesión la dedicamos a profundizar un poco más en las posibilidades de Mentimeter, Classdojo y CoRubrics. A modo de taller, practicando in situ, vimos qué pueden aportar las insignias a nuestras clases, cómo recoger información útil de nuestra propia práctica, o cómo nos puede facilitar la gestión de la coevaluación a través de rúbricas el complemento de CoRubrics.

Para finalizar dimos una serie de enlaces a diferentes aplicaciones mencionadas e introdujimos una potente herramienta que nos servirá para diseñar actividades interactivas para nuestro alumnado que les sirva para comprobar sus propios progresos: H5P. Esta será objeto de la próxima sesión.

Si se me ha olvidado mencionar algo, debe este en la presentación de la sesión.

El próximo 11 de febrero volvemos a la carga... mientras tanto: ¡a practicar!