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TUTORÍA COMPARTIDA: LA AFECTIVIDAD COMO INSTRUMENTO EDUCATIVO

IES Ategua, Castro del Río (Córdoba)

Salud Mª Guillén Serrano (Coordinadora del Proyecto Escuela: Espacio de Paz,  Vicedirectora del IES Ategua y Jefa del Departamento de Evaluación, Formación e Innovación Educativa)
 


 

Desde el curso 2006-2007 el IES Ategua participa en un proyecto intercentros con los dos CEIP de la localidad, a través del cual se canalizan un buen número de actividades y propuestas, destacando el programa de alumnado ayudante y el de tutoría compartida.

Ámbitos: Promoción de la convivencia: desarrollo de valores, actitudes, habilidades y hábitos; Prevención de situaciones de riesgo.

Palabras clave: Intercentro; Tutoría compartida; Aula de convivencia.

 

Nuestro centro, con 660 alumnos y alumnas, y 54 profesores y profesoras, presenta unas características similares a la media de los institutos de nuestra comunidad autónoma y, como en casi todos ellos, el trabajo por conseguir una convivencia responsable y un adecuado tratamiento de los conflictos, es motivo de una constante atención en su quehacer diario.

En este sentido, nuestro Plan de Convivencia establece que "aprender a vivir juntos, aprender a convivir con los demás, es una de las finalidades esenciales y el principal reto que nos imponemos como parte fundamental de nuestro sistema educativo". Fieles a estos principios, en el IES Ategua llevamos años diseñando estrategias que nos permitan establecer una convivencia sana, que sea la base para mejorar los resultados académicos.

Así, desde el curso 2006-2007, participamos en un Proyecto Intercentros de «Escuela: Espacio de Paz», junto con los dos CEIP de la localidad, que canaliza un buen número de actividades que engloban a todos los sectores del pueblo. Dentro de este proyecto se encuentra el Programa de Alumnado Ayudante y el de Tutoría Compartida que aquí presentamos.

Existe, afortunadamente, mucha literatura sobre Tutoría Compartida. Básicamente se trata de una estrategia de acción tutorial adaptada y dirigida a alumnado que presenta dificultades para su integración en la vida escolar, basada en una intervención continuada en la que participa tanto el claustro como la propia familia del alumnado.

Este programa, que consiste en asociar cada alumno o alumna de este perfil a un profesor o profesora con funciones de asesoramiento y orientación personalizada e individualizada, se sustenta en los siguientes principios:

  • Afectividad: el segundo tutor o segunda tutora establecen una relación afectiva con el alumnado para conseguir su colaboración y motivación.
  • Responsabilidad: se adquieren compromisos y se realiza un seguimiento como forma de supervisar y controlar la consecución de objetivos.
  • Colaboración: se solicita autorización a las familias y su participación activa. A través del segundo tutor o segunda tutora el programa articula mecanismos de orientación y participación que aumentan la comunicación y la eficacia de las aportaciones de las familias.
  • Atención a la diversidad: se lleva a cabo una atención individualizada en el aula de convivencia con actividades académicas adaptadas. El grado de exigencia varía según el alumno o la alumna, la materia y el profesorado que lo atienda.
  • Globalidad: tienen la misma importancia las capacidades, las competencias y los objetivos del currículo. Se trabaja la formación integral del alumnado.
  • Trabajo en equipo: la coordinación con el tutor o tutora y con el profesorado del equipo educativo al que pertenece el alumnado es fundamental para facilitar la labor del segundo tutor o segunda tutora.
  • Compañerismo: el grupo de referencia del alumnado se hace partícipe, colaborando para propiciar que corrija su conducta negativa y mejore a nivel académico.
  • Recompensa: se proponen y obtienen recompensas positivas con el objetivo de reforzar la dinámica de trabajo y conducta positiva.


¿Qué recursos se necesitan para desarrollar el programa?

Desde el curso 2011-2012, en el que nuestro Centro aprobó la participación en el Programa de Tutoría Compartida, hemos ido adaptando y modificando algunos aspectos que consideramos claves para tener éxito:

  1. El compromiso y la voluntariedad. El Segundo Tutor o Tutora debe ser una persona comprometida con la filosofía del programa y dispuesta a formarse para poder trasmitir adecuadamente las habilidades básicas para vivir, ya que el alumnado al que atendemos generalmente carece de destrezas sociales y emocionales básicas. Debe saber combinar roles de mediación, de conciliación, de aplicador de correcciones, de persona amiga y confidente y de dinamizador para integrar al alumnado en el aula y en el centro.
     
  2. La coordinación es el eje vertebrador de todo el programa, y ésta debe producirse en varios niveles:
  • Equipo de Convivencia: A través de la Coordinadora de Convivencia se realiza la puesta en marcha del Programa en el mes de septiembre. Durante todo el curso mantiene reuniones semanales para realizar la planificación y el seguimiento de todas las actividades relacionadas con el programa.
  • Grupo de Segundos Tutores y Tutoras: Es necesaria que exista una reunión semanal entre todos los Segundos Tutores y Tutoras, junto con el Equipo de Convivencia para revisar con periodicidad los contratos realizados, proponer recompensas y, en definitiva,  compartir estrategias y consensuar actuaciones.
  • Tutor/Tutora - Equipo Educativo - Segundo Tutor/Tutora: Es imprescindible que exista una comunicación fluida entre el Tutor o Tutora del grupo del alumnado del programa con su equipo educativo y con el Segundo Tutor o Tutora. Todos estos docentes deben estar informados e implicados en las propuestas que se desarrollen con el alumnado.
     


¿Qué alumnado puede participar en el Programa de Tutoría compartida?

En nuestro centro, el programa está dirigido a alumnado de 1º y 2º de ESO, que presenta alguna de las siguientes características:

  • Alumnado que no puede seguir el normal desarrollo del currículum por su actitud.
  • Alumnado con bajo grado de disciplina.
  • Alumnado con problemas de atención y aprendizaje.
  • Alumnado con dificultades para su integración escolar.
  • Alumnado que presenta riesgo de absentismo.

La selección de las alumnas y alumnos se realiza durante el mes de Octubre, para ello se reúnen los equipos educativos y se proponen aquellos candidatos que presentan alguna de las características descritas anteriormente.

En función del número de Segundos Tutores y Tutoras se lleva a cabo la elección del alumnado y los emparejamientos.
 

¿Cómo se desarrolla la Tutoría Compartida?

Los agentes implicados en el desarrollo del programa compartimos el objetivo de trabajar por una educación inclusiva. Prestar una atención educativa que favorezca el máximo desarrollo posible de todo el alumnado y desarrollar la cohesión de todos los miembros de la comunidad guían todas nuestras actuaciones. Para ello se desarrolla una metodología que tiene como base la afectividad y la flexibilidad; en el primer caso se trata de establecer vínculos personales, de ¿querer¿ al alumnado de estas características y de que, además, éste se sienta querido y aprenda a gestionar sus emociones. En este sentido, resulta clarificador el testimonio de un alumno del Programa de Tutoría Compartida del curso pasado:

"...yo estaba en 2º de ESO, tenía un comportamiento deficiente, y una actitud un tanto rebelde. Con el objetivo de mejorar mi comportamiento y mi actitud, el Departamento de Orientación junto a los profesores y profesoras, mis padres y yo, decidimos iniciar el programa de tutoría compartida. A mí, por suerte, me tocó una profesora a la que tengo muchísimo aprecio, respeto y confianza, porque me comprendía y me explicaba todo muy bien y de buena manera. Gracias a ella y a la labor del Departamento de Orientación, conseguí aprobar varias asignaturas y, por ello estoy muy orgulloso. Me demostré a mí mismo y a los demás que soy capaz de conseguir cosas cuando me lo propongo. Hoy estoy en 3º de Diversificación, y se lo debo principalmente a la profesora que supo confiar en mí".

Por su parte, una metodología suficientemente flexible es condición sine qua non para que el Programa tenga el éxito deseado. En este sentido, se trata de una metodología que se está adaptando continuamente a las capacidades personales del alumnado, a sus características individuales y su desarrollo curricular para intentar conseguir un alto grado de compromiso, del alumnado y de su familia. Para ello, proponemos actividades que realcen el valor y el atractivo de la educación para un alumnado que, en ocasiones, procede de contextos socioculturales poco estimulantes, en especial en la mediación de conflictos, en la entrega de registros de evaluación y en la información del funcionamiento diario del alumnado del programa, a través del cuaderno de registro semanal, facilitando su salida del aula para entrevistas y sesiones de trabajo.
 

¿Cómo se evalúa?

Empleamos un sistema de bonos positivos o negativos, de manera que el alumnado se responsabilice de sus actos y pueda corregir su actitud, incentivando con recompensas la acumulación de bonos positivos, de los que puede beneficiarse tanto el alumnado del programa como el de su grupo.

Los distintos Segundos Tutores o Tutoras se coordinan con los respectivos Tutores o Tutoras y con los equipos educativos para establecer los criterios y los momentos de evaluación del alumnado seleccionado que participa en el Programa de Tutoría Compartida.

Asimismo, a través del Equipo de Convivencia y en colaboración con los Segundos Tutores y Tutoras, es necesario realizar el seguimiento y la evaluación del Proyecto de Tutoría Compartida e incluirlo en las revisiones del Plan de Convivencia.


 

¿Qué aporta el Programa de Tutoría Compartida a la convivencia del Centro?

Los beneficios que se derivan de la aplicación de este programa son los siguientes:

  • Disminuye el número de apercibimientos y las expulsiones.
  • Las familias se integran y participan en la dinámica del Centro.
  • Mejoran las notas de los alumnos y alumnas tutorizados.
  • Se apoya y se facilita la labor del Tutor o Tutora del grupo-clase.
  • Mejora el clima en el aula.
  • Disminuye el absentismo escolar.


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