A la hora de leer hay que tener en cuenta la motivación. No se lee siempre de igual manera, dependerá de los propios gustos y del propósito de la lectura.Para ello usaremos diferentes tipos de textos. La lectura de libros con una temática cercana a ellos hará que se interersen por leer. La lectura y escritura son procesos que vienen unidos.La experiencia del lenguaje hace que la relación entre ambas mediante el lenguaje oral se concrete. Hay que potenciar el trabajar sobre la propia experiencia del niño y basándonos en la tradición oral llegar a la práctica de la escritura. En cuanto a la elección de los textos debemos elegirlos conforme a nuestros alumnos, ni muy fáciles ni muy difíciles. El tema es también muy importante así como los conocimientos previos que se tengan. Debemos trabajar con textos bien escritos, con temas interesantes y estilos también distintos. Hay dos tipos de evaluación: una que ayuda a mejorar y otra que mide el progreso del proceso lector. Habrá que utilizar el método que mejor se adapte a nuestros alumnos. El conocimiento previo ayuda a la comprensión lectora y va a depender de las experiencias vividas. Buscaremos textos con los que se identifiquen y les resulten cercanos, deben ser culturalmente correctos. El proceso lector mejora cuanto más practica se haga de él. Aumentará el vocabulario, la fluidez y la comprensión, con todo ello ampliaremos los conocimientos y disfrutaremos de experiencias que serían inalcanzables sin la lectura.