ECOS DE UN DÍA DE CONVIVENCIA

Pasados unos días desde el encuentro, comparto la certeza de la bondad de actividades de este tipo, donde los alumnos salen de su entorno y de su círculo de amigos.

Constato con alegría que, en un mundo tan masificado de tecnologías, donde las relaciones son mayoritariamente digitales, los niños salen entusiasmados y con deseos de un reencuentro después de haber vivido la experiencia de estar un rato jugando, superando pruebas, cayéndose y volviéndose a levantar.

Ellos expresan que en un principio eran reacios a formar grupos con desconocidos, que les resultó un esfuerzo separarse de sus compañeros de centro para hacer la gymkana con niños de otros institutos, pero que por haber conseguido superar esa barrera ahora tienen nuevos amigos y dicen con sorpresa: ¡HASTA NOS HEMOS HECHO AMIGOS!

También nosotros como profesores hemos tenido que superar dificultades para coordinarnos y sacar la actividad adelante, pero lo hemos conseguido otro año.

Gracias por todo el esfuerzo realizado.