Como conclusión, conviene señalar que esta experiencia ha demostrado con claridad que las actividades extraescolares favorecen notablemente el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado. Además, convence en gran medida al profesorado de su aportación a la interdisciplinariedad. En este sentido, vemos cómo nuestra asignatura se puede interrelacionar con otros departamentos (lengua y literatura, plática y visual, convivencia...); es más, muchas veces sirve de nexo entre ellos.

Para concluir, hemos llevado a cabo una evaluación en el aula con unos resultados muy satisfactorios y enriquecedores tanto para alumnos como para profesores.

Como propuestas de mejora, se ha acordado que este tipo de actividades estuvieran subvencionadas ya que, como hemos expuesto mas arriba, son numerosos y evidentes sus aspectos positivos y cómo inciden directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.