Este ejercicio consiste seleccionar una serie de palabras mágicas, es decir, una serie de palabras que al ser pronunciadas provocarán unas consecuencias. He seleccionado aquellas palabras que he observado que mis alumnos utilizan más y que hacen que no introduzcan otras nuevas que van aprendiendo con el mismo significado. Una manera de utilizarlas es dividir a los alumnos en grupos de unas cuatro personas y poner el taco de tarjetas en el centro. Por turnos, deberán ir cogiendo una tarjeta, cuya palabra se corresponde con la palabra que no podrán utilizar ante las preguntas que sus compañeros le irán haciendo. En caso de que la utilice, se la quedará y la acumulará para su próximo turno con una nueva que deberá coger del taco. Si no la utiliza la devolverá al taco. Gana quien menos cartas tenga cuando se acabe el taco o el tiempo. Otra forma de utilizarlas es en la práctica de la expresión oral de cara al examen. El alumno en cuestión seleccionará una, dos o tres cartas que no podrá usar durante su monólogo. Si las usa, las acumulará para el siguiente.