¡¡Hola compañeros/as!! Tras analizar como coordinadora los resultados obtenidos a lo largo del curso en nuestro centro gracias al programa de mediación de conflictos, he de decir que me siento muy satisfecha de los logros y objetivos alcanzados durante este proyecto de trabajo.

Creo que hemos realizado una fuerte e importante labor sensibilizando al alumnado del centro en la utilización de la comunicación y el diálogo como medio de resolución de conflictos de manera pacífica. También hemos sabido seleccionar dentro del alumnado a un grupo que, junto con el profesorado participante y voluntariamente, aceptó desarrollar la mediación dentro del centro con gran interés y motivación.

Mi labor en este grupo de trabajo ha sido dar a conocer al profesorado del centro y al alumnado el Servicio de mediación y actuar como coordinadora poniendo en marcha de forma real y práctica el Servicio de mediación. Para ello, el primer trimestre y el mes de Enero se dedicaron a la elaboración de documentos, selección de futuros mediadores y a la formación del profesorado y alumnado integrante del grupo de trabajo. Junto al resto de integrantes del grupo, fui realizando diferentes recursos y materiales como:

- Presentaciones en Powerpoint para informar a los alumnos del centro del programa de mediación.
- Elaboración de unos criterios de selección del alumno mediador.
- Cartas de información a los padres de la selección del alumnado mediador.
- Documentos necesarios para la solicitud y realización de la mediación.
- Documento de inclusión del programa en el Plan de Convivencia.

Tras la formación, mi labor ha sido detectar posibles casos de confllicto y llevar a cabo las mediaciones, bien por derivación de la Jefatura de Estudios del centro o por algún tutor que detectaba algún conflicto en su aula. Durante las mediaciones, intenté poner en marcha las habilidades y técnicas aprendidas en el taller de formación a la hora de gestionar positivamente conflictos con el alumnado de sus aulas. El resultado fue muy satisfactorio pues se consiguió eliminar el clima tenso que existía en el aula y los alumnos resolvieron de forma pacífica y asertiva los diferentes conflictos generados.

He de destacar que la colaboración del alumnado ha sido muy positiva y que su concienciación ante la solución pacífica de conflictos es elevada, pues solicitaban la ayuda a nuestros mediadores o accedían de buen grado a resolver sus problemas cuando se les proponía la mediación. Además la formación conjunta de profesorado y alumnado mediador ha permitido la integración y el reforzamiento de lazos entre los miembros del equipo de mediación que, desde un principio se han sentido como un único grupo humano, y esto último es absolutamente necesario a la hora de crear una red de mediación fuerte y unida.

Lo anterior, junto con la estructura creada y su integración en el Plan de Convivencia del centro, me hace pensar que el servicio de mediación del I.E.S. Manuel Reina gozará de ¿buena salud¿ en años venideros.

Por tanto, creo que los resultados que hemos alcanzado al final de todo este proceso han sido muy positivos ya que hemos conseguido ampliar el equipo de mediación, que empezó a formarse el curso pasado, con una estructura clara: Coordinación del Servicio, Coordinación de la Formación, Relaciones con Jefatura de Estudios, Equipo de profesorado Mediador y Equipo de Alumnado Mediador.

En cuanto a dificultades encontradas durante el desarrollo de este proyecto, en mi opinión, la mayor problemática que hemos encontrado es que las sesiones de formación nos han resultado escasas ya que el formador las había preparado para que fuesen más numerosas de lo que al final fueron a petición del CEP. Nos hubiese gustado realizar más simulacros durante esas sesiones de formación pero por falta de tiempo nos fue imposible.

Ha resultado también muy difícil coordinar las horas de los mediadores con el alumnado que presentaba el conflicto, ya que pretendíamos que el alumnado no perdiese clase aprovechando las tutorías y los huecos horarios del profesor mediador.

Creo que debemos seguir trabajando la mediación de conflictos en el aula para inculcar en nuestro alumnado el respeto, la tolerancia y el diálogo a la hora de resolver los problemas de su vida cotidiana. Ha sido para mí una experiencia muy gratificante y considero la formación en mediación una herramienta clave para el profesorado.

"El diálogo, basado en sólidas leyes morales, facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto de la vida, de toda vida humana".

Ya lo advirtió Juan Pablo II en uno de sus discursos más celebrados: no hay mayor señal de respeto entre los semejantes que escuchar y ser escuchado. Y, aunque la filosofía cristiana quizás no sea la mejor base para apuntalar un programa educativo, no es menos cierto que, muchas de las experiencias que podamos vivir dentro de nuestra aulas sean como ese tipo de experiencias religiosas que entonaba el cantante en una de sus canciones menos celebradas.

Un profesor de la facultad nos decía que el responsable de todo fue Xavier Sardá. Que antes de Crónicas Marcianas él sentía que dentro de un grupo humano se podía debatir con cierta fluidez. Pero que, a partir del mismo, los intervinientes de cualquier debate público, no ya sólo televisivo, comenzaron a dejar de pedir la vez y, a lo más importante, preparar la contra réplica sin escuchar la réplica. Con el paso del tiempo, hemos podido comprobar cómo esta forma de entender el debate y el diálogo ha alcanzado también a nuestra clase política, más preocupada en gobernar, u opositar, a base de Twitter en frases que no ocupan más de 140 caracteres que en debates dialogados y con cierta profundidad intelectual.

Y, como no podía ser de otra manera, esto llega a nuestras aulas. Nuestros alumnos no saben dialogar. No saben hablar entre ellos. No se escuchan. Y en el fragor de un debate, solo interesa pensar en el mayor zasca posible (como se le llama ahora) antes que en intentar entender al contrario e incluso poder empatizar con él.

De ahí la importancia de un programa de mediación en un centro. Su trascendencia primera figura en sus objetivos principales: apoyar la creación de una plataforma en la que el alumnado, o incluso la comunidad educativa toda, pueda resolver problemas ocasionales, o incluso prevenir futuros, gracias a la ayuda de las personas formadas en mediación. Pero es que, desde mi punto de vista, es muy importante que los alumnos comprendan que el diálogo es la base sólida de toda comunidad, no sólo educativa, de ahí la inmensa transversalidad de lo que estamos hablando.

Pero, evidentemente, una acción de esta envergadura no nace sola. Va acompañada de toda una actividad formativa que lleva ocupando ya la vida docente de este centro durante dos años. En lo que a mi respecta he asistido al curso de formación; he participado en simulacros de mediación; hemos analizado y evaluado algunos de los casos de mediación que se han dado en nuestro centro; hemos compartido toda esta actividad con alumnas y alumnos de todas las edades; he consultado diferentes recursos tanto por internet como por bibliografía especializada y he participado de manera activa en la redacción de las entradas de este blog. Todo ello, como el resto de mis compañeros, en el escaso tiempo libre que nos presta una institución cada vez más burocratizada y exprimida como es la que trabajo, lo que ha provocado que tanto el es que escribe como muchos de mis compañeros en el proyecto no hayamos podido participar en casos reales de mediación con la frecuencia que quisiéramos, pues el cumplimiento de nuestras obligaciones prácticamente nos lo impide.

Aquí querría romper unas cuantas lanzas a favor de nuestras dos excelentes coordinadoras: la labor que han llevado a lo largo del curso requiere de una disminución de su carga horaria. Y no las acostumbradas de reducir el horario de guardia sino más bien la de disminuir el número de horas como docente dentro de un aula pues a la vista de todos ha estado este año las condiciones en las que han trabajado. Si queremos que nuestro servicio de mediación sea un referente del centro y, lo más importante, que tenga la deseada continuidad, creo que es obligado reducir la carga horaria del máximo responsable.

Atentamente, José Manuel Jiménez Migueles

Considero que el Servicio de mediación se debería implantar en todos los centros porque es la manera de concienciarnos de que todos podemos poner nuestro granito de arena y colaborar,
estando alerta, detectando posibles situaciones de conflicto y tener los medios al alcance para solucionarlos.
Es importantísimo valorar el saber escuchar, prestar atención; muchas situaciones dejan de ser conflictivas cuando se está pendiente, o nos adelantamos a los hechos.
Si todos nos esforzamos conseguiremos crear un ambiente armónico, en el que se desarrolle la empatía y se trabaje mejor.

Hola a todos y a todas!

El curso va caminando hacia su ocaso y con él se nos van pidiendo memorias, valoraciones, ... El trabajo realizado este año creo que ha sido muy bueno y enriquecedor tanto para los alumnos como para los profesores que formamos parte del programa de mediación entre iguales. Sin duda alguna, nos ha abierto nuevos caminos en las relaciones interpersonales, tanto entre los alumnos como entre alumnos y profesores. El curso de formación fue muy interesante e instructivo, con una orientación más práctica que teórica, lo cual ha sido un acierto sin duda alguna.

A pesar de que el programa está recién estrenado en el centro y, por lo tanto, todavía requiere de más tiempo para que su visibilidad sea mucho mayor, una ha dado sus frutos este año, puesto que se han llevado a cabo varias mediaciones y todas con éxito. Sin embargo, sigue siendo (y es normal) un programa o proyecto no integrado en el ADN del centro y DEBE SERLO en un corto período de tiempo si queremos que nuestros alumnos completen su formación con el aprendizaje de habilidades sociales adecuadas para una sociedad moderna y democrática. Aunque no he tenido la ocasión de participar directamente en ningún caso concreto, sí que en el aula he intentado poner en práctica algunas de las técnicas aprendidas para minimizar pequeños conflictos que surgen en el día a día.

Estoy de acuerdo con José Manuel cuando manifiesta que las coordinadoras de un programa tan importante como éste deberían tener una reducción horaria que les permitiera desempeñar su labor (que por cierto lo han hecho de manera excelente) sin tener que echar "horas extra" ...

En fin, el balance general del grupo de trabajo es extraordinariamente positivo y enriquecedor; se trata de una serie de conocimientos y técnicas que desarrollan nuestra inteligencia emocional, que debe ser el sustento de otras habilidades intelectuales. Un abrazo a todos y a todas.

José Antº Cruz Artacho.

Hola,
El programa de mediación entre iguales funciona muy bien en el centro, se han realizado distintas mediaciones y todas han ido genial. Esto provoca un ambiente de paz y tranquilidad en el instituto, siendo nuestro alumnado consciente del uso del diálogo para la resolución de conflictos.

Pertenecer al Grupo de Mediación para mí ha sido muy productivo, ya que lo aprendido me ha permitido solucionar problemas en el aula.

Mi aportación al grupo de trabajo ha sido la de dar a conocer el programa entre el alumnado de centro, estar dispuesta a mediar y ayudar en todo lo posible, algo que no ha sido nada fácil por la carga lectiva que tenemos. Me hubiese gustado participar más activamente en los casos de mediación, pero el horario de trabajo lo hacía imposible.

Me interesa bastante el tema de mediar y solucionar posibles conflictos de manera pacífica, creo que es de gran utilidad y beneficia al profesorado y al alumnado.

Trabajar con compañeros y alumnos mediadores ha sido muy enriquecedor, he aprendido de ellos más de lo que pensaba.