Después de meses de trabajo, hay un curso a punto de finalizar y es momento de reflexión tanto para sonreir satisfactoriamente por lo conseguido como para anotar aquello que ha quedado pendiente para el próximo año...

Hablo en general como docente y a la vez como integrante de este grupo, como persona convencida de la importancia que tienen las EMOCIONES en la educación y como persona implicada en la formación para ello...

Han sido fructíferos los ratos compartidos con mis compañeras, superando las expectativas que tenía (sin ofender ni mucho menos), pues en cada reunión hemos volcado gran cantidad de ideas, a cual más original; hemos escuchado aquellas que traían las demás y hemos hecho remix entre todas intentado hacer cada una de las actividades perfectas o al menos atractivas para el alumnado y el profesorado más reacio a tratar la educación emocional como algo instrumental...

Esta convivencia y trabajo no se ha limitado a las quedadas en el CEP regladas, han sido complementadas con ponencias en centro y con un grupito de whatsapp que no ha dejado de sonar en todo este tiempo...

Desde aquí quiero darle las gracias a mis compis por tener las mismas inquietudes que yo, habiéndome sentido así comprendida; por no haberme quitado ganas, sino potenciarlas más; y en general por ser como son, profesionales como la copa de un pino y mejores personas aún.

Porque aún no está todo hecho...

Porque quedan muchas ideas por salir...

Porque quedan momentos por vivir...

Porque quedan historias por contar...

Porque quedan emociones por descubrir...

Porque queda mucho que aprender...

Por esto y mucho más, me despido con un hasta pronto y no un adiós. Queda mucho por escribir y podremos seguir haciéndolo gracias a los puntos suspensivos...

Sara