Con Kodi pasa exactamente lo mismo que con cualquier otra aplicación de cierta complejidad con la que se comienza a trabajar: su conocimiento, manejo y eventual dominio requieren de una cierta inversión de tiempo que uno ha de hacer desde el convencimiento de que merecerá la pena.
Además, Kodi -que podría considerarse una herramienta colaborativa- está en constante cambio, como quedó constatado durante la sesión impartida por el compañero José Piñero. Las actualizaciones, el cambio frecuente de aspecto, la reacción de la aplicación en función del dispositivo en el que se esté utilizando (PC, Android TV), del sistema operativo que dicho dispositivo emplee, de la calidad de la conexión a Internet, etc. hacen que se requiera cierta capacidad de adaptación para no despistarse en su uso. A decir verdad, por todos estos motivos, no resulta una herramienta de uso demasiado intuitivo, aunque tampoco es de una complejidad excesiva.
Si se superan las pequeñas dudas y frustraciones iniciales, lo cierto es que nos encontramos ante una herramienta con un potencial enorme para la enseñanza-aprendizaje de idiomas, por lo que tiene de ventana a multitud de recursos, de elemento de auténtica inmersión lingüística y, en definitiva, de factor motivador para aprender idiomas de una de las maneras más naturales y cotidianas posible: el visionado de televisión (en directo o en diferido) y de otros contenidos multimedia, en las mismas condiciones en las que lo haría cualquier hablante nativo.
En mi caso personal, he incorporado Kodi de diferentes maneras. En el trabajo, gracias a José, disponemos de la aplicación en prácticamente todos los equipos informáticos del centro -tanto en la sala de profesores como en las aulas-, además de tener dos aparatos Android TV con los que podemos disfrutar de Kodi en dos espacios adicionales: salón de actos (a disposición de todo el alumnado que quiera ver televisión en idiomas) y en el cuarto de estar del profesorado. En casa, tengo Kodi instalado en mi PC y además utilizo un aparato Android TV conectado al televisor de casa. Con todas estas posibilidades, lógicamente, la idea es que el uso de la aplicación sea cotidiano y no requiera un esfuerzo extra más allá de encender un dispositivo. De ese modo, tras una primera fase de conocimiento de la aplicación (especialmente importante es la familiarización con la gran cantidad de complementos que incluye), me encuentro en una segunda fase de uso cotidiano, pero personal, de Kodi. El uso es aún personal, porque, poco a poco, estoy decidiendo cuáles de los complementos que ofrece me interesa más ejecutar, voy aprendiendo cuáles funcionan mejor según el dispositivo que esté utilizando y voy tomando notas de las recomendaciones de José y de mis propias impresiones, para, eventualmente, atreverme a usarlo en clase. No tengo excesiva prisa por trabajarlo explícitamente en clase, porque primero quiero asegurarme de que lo haré con la profesionalidad que me exijo dentro del aula y todavía desconfío de que la aplicación, por los motivos comentados anteriormente, me pueda jugar una mala pasada delante del alumnado. Además, considero que mi labor a este respecto, al igual que en otros, consiste en transmitir una información y un conocimiento que yo mismo tengo bien procesados. Lo que sí he hecho es presentar Kodi en clase, explicando brevemente en qué consiste y mostrando un poco de todo su potencial. Me parece una herramienta tan interesante para el aprendizaje de idiomas, que no quería posponer el momento de dársela a conocer al alumnado -como ya he hecho anteriormente con otras como fleex.tv, youglish, forvo, etc., que no podían esperar para ser compartidas, dada su utilidad y su potencial como herramientas de trabajo y disfrute para cualquier alumno de idiomas. He trabajado con informativos y con un programa de gran éxito en la televisión pública británica (BBC) que se llama ¿Would I lie to you¿, que tiene una gran carga de humor y en el que se hace un uso muy especial del idioma, ya que la narración breve de experiencias personales es el principal elemento del programa.
Para el futuro próximo pretendo dominar la aplicación y hacer algún minitaller para el alumnado interesado en su uso cotidiano. Para quienes no tengan interés en esta oferta adicional de contenido multimedia o no puedan permitirse su uso por cuestiones técnicas, la idea es sacar los contenidos que me interese utilizar para mis clases del contexto de la aplicación y emplearlos como material para la comprensión oral, para la profundización en la cultura en habla inglesa y para el fomento de la conversación en el aula. Independientemente de que el alumnado maneje o no Kodi, creo que no tendré mayor dificultad para compartir con ellos los contenidos específicos que vayamos a tratar, para que, a modo de tarea, puedan traerlos trabajados a clase. Y, por supuesto, las posibilidades de recomendación de materiales, programas, canales, etc. concretos se multiplican, con lo que utilizaré los canales de comunicación que tengo abiertos con mi alumnado para hacer las sugerencias, enviar los contenidos o los enlaces a los mismos.
Como reflexión final, insistiría en que, desde mi punto de vista, la enseñanza de idiomas se centra cada vez más en el fomento de actitudes y la exploración de estrategias de aprendizaje y autoaprendizaje que en la mera transmisión de conocimiento. Siendo coherente con esto, no puedo dejar de sentir curiosidad por cualquier herramienta que me parezca útil para mis fines como profesor y Kodi indudablemente lo es.
