Mi compañera de departamento de Inglés Juani y yo nos hemos aventurado a realizar grupos colaboratívos este curso en un tercero de eso, dos horas a la semana.
El grupo está compuesto por 34 alumnos, la mayoría de ellos muy disruptivos además de presentar un alto porcentaje de absentismo y muy bajo nivel curricular. En un principio, la motivación a la hora de realizar cualquier tipo de tarea era nula.
Al principio nos costó bastante trabajo tanto a los alumnos como nosotros, sobre todo porque no teníamos las dinámicas o las técnicas que se deben utilizar en estos grupos y porque los alumnos no estaban acostumbrados a trabajar bajo este sistema.
Formamos cinco grupos y en cada una de las dos sesiones les asignábamos una tarea muy concreta, como era la realización de fichas de clase o de ejercicios del libro. Al principio fue un poco caótico pero con el paso de los días hemos constatado un cambio muy positivo a todos los niveles.
Los alumnos disruptivos se han ido implicando poco a poco en la realización de las tareas que les asignamos, es decir, de no realizar nada ni ningún tipo de trabajo por lo menos se han puesto a realizar las tareas que les encomendábamos.
Los alumnos con un bajo nivel curricular no disruptivos poco a poco han comenzado a implicarse más en la realización de las actividades al darse cuenta que pueden alcanzar la finalización de una tarea con éxito lo que se les ha llevado a motivarse más.
Pensamos que esta formación en grupos de trabajo nos ha sido muy útil, ya que nos ha proporcionado una visión diferente de cómo actualizar nuestra metodología de trabajo así como nos ha otorgado las herramientas y técnicas necesarias para llevarla acabo de efectiva en el aula. Por todo esto, nos gustaría felicitar tanto a los ponentes como a Chiqui por abrirnos de alguna manera los ojos hacia otra perspectiva totalmente diferente a nuestra práctica diaria.