Si comenzamos a extraer información de dicho documento, lo primero que podemos observar es la diferencia explícita entre un método cerrado basado en cifras (tradicional), y un método abierto basado en números (ABN). En este aspecto surgieron las primeras preguntas, ¿qué diferencia hay, por tanto, entre ambos? En el método ABN, la A corresponde a abiertos, lo que ya nos indica que no hay una única manera de realizar el cálculo, primera diferencia respecto al método tradicional, el cual, sólo permite una única forma de realización, ya que no admite alteración alguna de los dígitos.

                Y BN (basado en números) permite descomponer el número en unidades, decenas, centenas etc y no en cifras sueltas y aisladas como en el método tradicional.

                Otro aspecto que considero importante es que, el tratamiento que se le debe dar a las matemáticas es completamente diferente al que se le puede dar a otras asignaturas, teniendo en cuenta aspectos propios de la materia: su nivel de abstracción, su carácter acumulativo (que impide acceder a niveles superiores si no se han conseguido los anteriores), su elevado nivel de concreción, así como, las dificultades de su enseñanza recogidas en el documento, lo cual nos indica, que necesariamente debe de haber un cambio metodológico respecto al planteamiento y puesta en práctica de la matemática desechando, desde mi punto de vista, las estructuras rígidas del método tradicional, la utilización única y exclusivamente de fichas y/o libros de texto, donde la manipulación de materiales, la reflexión y contrastación, la forma alternativa de abordar un problema,  quedan relegados a un segundo plano.

                Y, por último, la parte final del documento está destinada a la enseñanza del sentido del número, en contraposición a la enseñanza únicamente del número (estático, determinado, cerrado). Considero que aprender matemáticas significa construir matemáticas, donde el aprendizaje debe apoyarse en la acción, con cantidades tangibles con las que aprendan a separar, juntar, contar y calcular de diferentes maneras, descubriendo relaciones entre cantidades y números y no solamente la aplicación de reglas. Es decir, considero que es imprescindible que nuestra planificación educativa tenga en cuenta la psicología del infante, porque si no prestamos atención a la forma de pensar y aprender de los niños, corremos el riesgo de hacer que la enseñanza inicial de mas matemáticas sea difícil y desalentadora.