Grado de consecución de los objetivos

Objetivos conseguidos con bastante éxito. Se ha introducido el ajedrez en el aula a través del taller de matemáticas. Por un lado, la acogida por parte del alumnado ha sido muy buena. Por otro, se ha fomentado el razonamiento matemático a través del ajedrez.

Se han conseguido los objetivos de forma secuencial, pues al principio había parte del alumnado que ni conocían las piezas del ajedrez y al final esperan con inquietud la hora de taller para practicar ajedrez. Para ello se comenzó desde cero, familiarizando al alumnado con el tablero y sus piezas, haciendo un estudio de cada una de ellas y de sus movimientos. Se han visto las distintas fases de las partidas, apertura, juego medio y final. Se han preparado fichas de trabajo que combinan la teoría con la práctica en ejemplos concretos. Para darle sentido a todo se han jugado partidas en clase. Todo ello ha fomentado y conseguido el objetivo fundamental, desarrollar el razonamiento matemático, en un clima de concentración y de superación.

 

Nivel de interacción entre los participantes

La interacción entre los participantes ha sido muy buena. Al tratarse de un grupo reducido ha sido fácil repartir las tareas.

En nuestro caso ha sido un trabajo colaborativo, dando respuesta a las demandas del alumnado, que en todo momento ha estado muy motivado y con ganas de poner en práctica los conocimientos que ha ido adquiriendo.

Los mismos participantes hemos detectado en cada momento las necesidades del alumnado y se ha propuesto qué hacer, coordinando a veces partidas entre dos grupos (2ºA y 2ºB) y fomentar así la sana rivalidad y competitividad que ofrece este juego.

 

Grado de aplicación en su contexto educativo

Aplicación directa en el aula. Se han dosificado los contenidos en los distintos niveles. Así pues, en los cursos de 1º y 2º de ESO se ha motivado e incitado al juego del ajedrez. Para ello se han proyectado dos películas relacionadas con el ajedrez. Además, se han organizado partida entre grupos, en los que alguno de los componentes de cada grupo sabía al menos los movimientos básicos que iba explicando al resto. En 3ºESO se ha hecho un estudio más detallado del ajedrez. Para ello se ha comenzado desde cero, analizando el tablero, las piezas y los movimientos de éstas. Se han estudiado las fases de una partida, apertura, medio juego y final, haciendo un estudio y resolviendo problemas concretos asociados a cada fase. Además se han organizado partidas en el aula para poner en práctica todo lo aprendido.

 

Efectos producidos en el aula tras la transferencia de lo aprendido

La principal repercusión ha sido fomentar, de una manera lúdica, la capacidad de razonar. El objetivo de plantear la mejor partida posible y ganar al rival ha sido el eje conductor para manejar con soltura las piezas y fomentar el interés por aprender estrategias que mejoren la técnica. El propio alumnado confía en su propio razonamiento y sus posibilidades de ser mejor que el rival. Se ha generado una competitividad sana que fomenta el razonamiento.

Además, la gran motivación ha llevado a poner en marcha un aula para la práctica del ajedrez en el recreo, con la colaboración de los componentes de este grupo además de otros compañeros del centro que han querido colaborar con este proyecto tan motivador para el alumnado.

Se han organizado dos partidas simultáneas de ajedrez en el centro, donde se ha seleccionado al alumnado más aventajado para medirse al rival invitado. Siempre ha sido superior el número de voluntarios que el que ha podido participar.

 

Productos, evidencias de aprendizaje que se han adquirido

La evolución del alumnado ha sido bastante notable. Inicialmente, una gran parte del alumnado apenas sabía mover las piezas, sin embargo, muchos de ellos ya visitan el aula de ajedrez en el recreo con frecuencia. El alumnado confía más en su capacidad para razonar y descubre que es capaz de obtener buenos resultados cuando consigue una buena concentración.

El alumnado de 1º ESO insiste en acudir al aula de ajedrez en el recreo, si bien algunos todavía no dominan con soltura el movimiento de las piezas.

Cuando se han organizado las dos partidas simultáneas, se ha tenido que hacer un previo al torneo para seleccionar a los más aventajados para la partida, pues era imposible que participasen todos.

 

Destacar aspectos que hayan resultado interesantes

Se fomenta la capacidad de razonamiento y concentración. Muy interesante resaltar el gran interés despertado por el alumnado para aprender el juego del ajedrez y poner en práctica lo aprendido.

El ajedrez ha sido la excusa para que los alumnos se sientan capaces de superarse en una disciplina que les resultaba totalmente ajena. En muchas de las ocasiones el reto y la competitividad no era para con el contrincante sino para consigo mismos, intentando en cada entrenamiento mejorar su capacidad de trazar estrategias y convertirse en una mejor versión en su rol de jugador.

El ajedrez ha ayudado a trabajar de forma transversal muchas competencias; la lógica, el razonamiento, la deducción, la anticipación, la estrategia, la coordinación, la resistencia al estrés, la gestión de los retos, etc.

El mayor valor añadido de este proyecto quizás haya sido que el ajedrez ha ayudado a que el alumnado desarrolle nuevas formas de pensamiento lateral que genera resolución de problemas de forma imaginativa para obtener resultados diferentes.

 

Destacar aspectos susceptibles de mejora

El material para el aprendizaje del ajedrez es muy diverso, siendo difícil seleccionar y elaborar el material que se adapte a las necesidades del taller. Aun así, se ha conseguido elaborar material para trabajar los contenidos en cada momento.

Las fichas y tableros con los que se ha trabajado son antiguos y deteriorados, es un material muy mejorable.

Un importante aspecto sería fomentar este tipo de grupos de trabajo que ayuden a introducir el ajedrez en el aula.