La evaluación competencial, enfocada desde el punto de vista que se está planteando, me parece totalmente imposible de realizar. A no ser que se pretenda que nos convirtamos en meros registradores  y no en educadores. Me imagino durante una clase en la que tenga que evaluar como un mero apuntador de todo lo que el alumnado realiza.

Aún así, espero que esta visión cambie o se modifique ya que de seguir así la veo claramente inviable. No nos llevará a ningún lado.

Sobre lo trabajado en esta Formación en Centros, en lo que a la evaluación se refiere, tras varios años hablando de las competencias y recibiendo formación al respecto sigo en el punto de partida.

Estamos desarrollando un trabajo al que sigo sin verle la luz; no está claro cómo ponerlo en práctica. A la hora de elaborar trabajos para aplicar en el aula, exámenes clasificados por competencias, etc está clara la dinámica ya que, de alguna manera, ha estado siempre presente en nuestro quehacer diario. Pero, ¿cómo puede el maestro/a llevar un seguimiento y valoración del progreso de cada uno/a de sus alumnos/as a lo largo de la sesión?, es inviable en 45 minutos que dura la misma. Si te dedicas a registrar, falta tiempo para explicar, corregir, etc. Tanta exhaustividad... ¿perjudicará al trabajo diario en el aula, ralentizará el ritmo de enseñanza-aprendizaje...? y más aún cuando hay tanta diversidad que atender en las aulas.

También me planteo el enfoque que se dará en las reuniones para informar a las familias, incluso a los propios alumnos/as. Espero seguir aprendiendo y resolviendo dudas respecto a la aplicabilidad en el aula. Un saludo.