Hace unas semanas tuvimos en nuestro centro una sesión de formación con nuestro asesor, para un seguimiento de nuestro proyecto y limar todos esos detalles que nos quedan en el tintero. En primer lugar, cada miembro del claustro y demás integrantes contaron la evolución de los objetivos dentro de su propia experiencia, y resaltaron tanto los aspectos positivos que habían surgido en la práctica como aquellos negativos, debido a la falta de tiempo, planificación o falta de conocimiento entre otros...
Después de una charla para recabar información nos propusimos tres metas de aquí a final de curso, para terminar de dar forma y cerrarlo de la mejor manera posible. Llegamos a la conclusión entre todos de que podría ser una buena idea trabajar los siguientes:
-El dado o ruleta de las emociones: Este material nos permitirá hacer dinámicas de juego con nuestro alumnado para idenfiticar a través de imágenes las emociones más primarias, como el miedo, la alegría, la vergüenza, la rabía... Una vez que se tira el dado o se juega la ruleta deben de expresar diferentes momentos de la vida cotidiana dónde encontremos estos sentimientos, tanto dentro de nosotros mismos como con los demás. En principio, todos tendremos un lugar en el aula para colgarlo o poner el juego, y dedicaremos sesiones donde sea idóneo trabajar el contenido, o incluso cuando se presenten situaciones que necesiten de este material. La metodología es muy sencilla ya que eben señalar la emoción que sienten cada día y que explicar el porqué se sienten así, y sobre todo, que razonen sobre que pueden hacer para sentirse mejor (en el caso de que sea una emoción negativa) y busquen soluciones posibles. Todo ello mediante un dialogo activo con vosotros, en el que puedan intercambiar preguntas y opiniones, logrando que desarrollen una autoestima positiva al sentirse escuchados y dar importancia a sus opiniones, además de ayudarles a desarrollar un espíritu crítico que sea capaz de razonar y buscar soluciones a los problemas que les surjan.
-El emociómetro, basado en el libro "El monstruo de colores" se trata de una tira donde aparecen varias de las emociones que se trabajan a raíz de haber leído este libro y reflexionado con los niños y niñas en el aula. Se busca un lugar específico dentro de clase, y cada uno de ellos tiene una pinza para poder situar dentro de la emoción con la cuál se sientan reflejados ese día. Es una forma de empatizar con otros compañeros y compañeras que puedan sentir lo mismo. Es también una buena oportunidad, para dentro de la asamblea tratar problemas cotidianos y enforcarnos a través de lo que sentimos y cómo reaccionamos ante ellos.
-Texto sobre las emociones y palabras clave, es por último uno de los objetivos para cerrar el proyecto. Una vez gtrabajados todos los materiales durante todo el curso escolar, nuestro alumnado ya tendrá una competencia emocional mucho más rica que antes. La idea es elaborar un texto, variando la dificultad por ciclos, donde aparezca un registro de palabras clave y definiciones. Esto les demostrará a ellos mismos a y a nostros como docentes, la evolución de su capacidad humana para sentir, entender y controlar todas las emociones que habitan en nuestro ser. Queremos cerrar con una cita del famoso escritor Daniel Goleman que dice lo siguiente "El 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional". Es por ello que nos sentimos responsables de sembrar el futuro del nuestro alumnado de una manera eficiente en este sentido.
Con esto, nos despedimos hasta la siguiente sesión dónde evaluaremos la consecución y resultado de todas estas propuestas llevadas a la práctica con nuestros alumnos y alumnas. Esperamos que con esfuerzo e ilusión lleguemos muy lejos.