PRIMER OBJETIVO DE NUESTRO GRUPO DE TRABAJO: NUESTRA OPINIÓN SOBRE LOS INDICADORES.
Desde mi punto de vista, el primer objetivo establecido en el grupo de trabajo es esencial. Pueden parecer obvio que todos conocemos qué son los indicadores ya que es una parte esencial del currículo establecido por la Junta. Pero, ¿realmente nos hemos parado a reflexionar sobre la nueva manera de plantear la enseñanza que conlleva el currículo por competencias establecido en la normativa vigente? Considero imprescindible no solo el conocimiento de la norma sino la reflexión sobre los puntos básicos de la misma, sobre todo en un aspecto tan esencial y que nos atañe como maestros de manera tan directa: ¿la evaluación¿.
Este es el objetivo de esta entrada, reflexionar e intercambiar puntos de vista sobre uno de los elementos fundamentales de la evaluación, el sentido de los indicadores en la normativa actual. Cuando nos adentramos en el análisis de este elemento son varios los aspectos que nos llevan a la reflexión. A mi juicio, y, por centrar el debate, el prioritario es sumir o no la utilidad de este nuevo elemento del currículo. Tras la lectura de la normativa vigente y el posterior análisis de los indicadores (en mi caso, concretamente, los establecidos en el área de lengua para el primer ciclo, siguiendo la distribución de tareas establecidas en nuestro grupo de trabajo), estos se perfilan como el puente fundamental que nos permite hacer ¿tangibles¿ los criterios de evaluación y las competencias asociadas a ellos. Hace tiempo que la evaluación tiene el perfil de ¿criterial¿ pero la generalidad y complejidad de los criterios de evaluación ha conllevado que no fueran, en la mayoría de los casos el referente de la misma. Creo que los indicadores, como he señalado anteriormente, hacen ¿tangibles¿ los criterios de evaluación permitiéndonos evaluar mejor su grado de consecución y dando un verdadero sentido a la tan traída y llevada evaluación continua.
Otro aspecto para la reflexión, considero que es las ventajas o inconvenientes de una medida ponderada de los indicadores frente a una media aritmética. La defensa de una educación integral e integradora me lleva a defender una valoración de indicadores ponderada frente a la aritmética. Cada centro dentro de su ¿autonomía¿ y a través de los distintos equipos colegiados puede establecer un ¿peso¿ distinto para cada indicador permitiendo así que los centros adapten el currículo a su realidad sintiéndose participes del proceso evaluador.
Para finalizar, no quiero dejar de expresar la carencia, en demasiadas áreas de indicadores que estén relacionados con aspectos tales como la actitud ante el trabajo, el interés, cumplimiento de las normas de aula¿incluso compartir indicadores en diferentes áreas. La demanda sería dar a los centros la oportunidad de incluirlos de forma particular, opción esta que, por el momento, solo se ha abierto a los primeros cursos de cada ciclo.