Grado de consecución de los objetivos:

Aunque, posiblemente, no se hayan alanzado todos los objetivos planteados, el resultado de la actividad ha sido, en general, satisfactoria.

Se ha conseguido aprender distintas técnicas de comunicación y conocimiento del grupo y de nosotros mismos; aprender a escucharnos, mejorar nuestro grado de observación de las situaciones¿ lo que nos ayudará a manera mejor el aula y al alumnado.

El contenido y el clima de trabajo en las sesiones han sido muy positivo y se ha aprendido dinámicas muy prácticas, ajustadas a la realidad que vivimos todos los días en nuestras aulas.

 

Logros más significativos en el centro tras la transferencia de lo aprendido:

Nos ha ayudado a conocernos todos los asistentes mejor, creando entre la mayoría de nosotros un clima de camaradería y buen rollo que se percibe con más intensidad. Este buen ambiente entre el profesorado es importante para, sin darnos cuenta, transmitir esa misma energía al alumnado.

Nos ha permitido darnos cuenta de que en los pequeños está nos jugamos la relación humana. Y, sin darnos cuenta por las prisas o por la costumbre, los descuidamos. Esto nos hace darnos cuenta de lo que hay detrás del alumnado.

Algunas de las cuestiones importantes que estamos incorporando al centro son la escucha activa y el ser conscientes de los sentimientos de los demás y de que necesitamos sentirnos importantes.

 

Logros más significativos en cada aula tras la transferencia de lo aprendido:

Varios compañeros/as están trabajando la educación emocional en el aula, lo que es muy beneficioso para el alumnado porque adquirirán competencias que les servirán no solo como estudiantes sino como personas. Les ayudarán a gestionar mejor los conflictos, e incluso evitarlos, gracias al autocontrol que puedan aquirir.

Somos capacer de resolver con mejores resultados y menor conflictividad las situaciones más complicadas. Es interesante observar cómo el profesorado que ha perseverado en la formación, intentando poner en práctica determinadas formas de actuar, son de las personas que menos conflictos han reportado al equipo directivo.

El profesorado también se ha unido más entre él, lo que es muy positivo.

 

Productos, evidencias de aprendizaje, que se han generado:

Se ha podido trasladar al alumnado la importancia de sentir las emociones y saber compartirlas con los demás. De intentar transmitir serenidad y paz a todos (compañeros/as, familias, profesorado¿)

No darles respuestas al alumnado, sino ayudarles a preguntarse a ellos mismos, para que encuentren su propia respuesta. En casi todas las ocasiones es más importante escucharlos que aconsejarlos.

Aunque no es algo que haya surgido de la formación en centros, hemos hecho, con un enorme éxito, una prueba de yoga con cada curso de la ESO. Lo que en un principio parecía que iba a ser una una actividad incontrolable (niños sin zapatos, tumbados en el suelo...) se ha mostrado como una experiencia que ha enganchado a todo el el alumnado, especialmente al más disruptivo. Es una prueba de que los alumnos responden positivamente a este tipo de dinámicas, pues aumenta su motivación.

Necesitamos continuar trabajando en la línea de emociones, de sentimientos, de reflexión...

 

Dificultades encontradas:

Cambiar la manera de trabajar pues nuestro trabajo no es un trabajo mecánico; trabajamos con adolescente que necesitan que se les valore y se les ayude a gestionar sus emociones, cosa que no hemos aprendido en en los estudios reglados.

La diversidad de estímulos diferentes que requieren respuestas diferentes que les llega a un profesor en un instante: tres niños, un compañero, un conserje¿ cada uno con su visión y al que hay que tratar de manera diferenciada. No hay tiempo para hacerlo; o no lo sabemos gestionar el tiempo del todo bien.

También ha habido una gran dificultad de mantener el compromiso adquirido por parte de algunos participantes. Es cierto que las circunstancias personales son diversas, pero el número de bajas ha sido excesivo.

 

Oportunidades de mejora:

Una mayor implicación de la mayoría del claustro, sobre todo del profesorado definitivo, y un trabajo continuado con el alumnado en este tipo de técnicas podría ayudar muchísimo a la hora de mejorar el clima del centro. Se podrían realizar unas jornadas al inicio de curso con el alumnado, de educación emocional y/o yoga. Aunque pueda parecer que se pierde el tiempo en esos primeros días del curso en realidad sería una inversión no solo para ese curso si no para todo su recorrido académico a lo largo del instituto.

Se podría preparar material de diferentes actividades para trabajar con los alumnos en las guardias.