Situación de partida

Nuestro instituto posee, desde hace tiempo, un aula de convivencia en el que atender al alumnado que lo requiera. Algunos profesores y profesoras que hemos participado en el funcionamiento de esta aula hemos notado que necesitamos una formación concreta para ayudar a este alumnado a cambiar su actitud ante el centro y ante su vida, en general. Concretamente, siete profesores y profesoras hemos decidido formarnos en una nueva forma de atender a este alumnado, bajo la fundamentación teórica de la DISCIPLINA POSITIVA.

Objetivos

• Ayudar al alumnado a aumentar su conciencia emocional para facilitarle su proceso de regulación y autonomía emocional, lo cual hará mejorar sus habilidades sociales y, en definitiva, su bienestar personal. De este objetivo principal se derivan objetivos específicos típicos de una aula de convivencia; a saber:

• Enseñar a reflexionar al alumno o alumna que ha sido expulsado del aula.

• Valorar las causas de la expulsión del aula.

• Establecer compromisos de actuación para la mejora de la vida escolar.

 

Repercusión en el aula

El proyecto que pretendemos desarrollar persigue, en principio, un trabajo individualizado fuera del aula ordinaria. Si conseguimos el efecto deseado la repercusión en el aula ordinaria sería significativa ya que, ayudaríamos al descenso de conductas disruptivas en la misma.

 

Actuaciones

Las actuaciones que llevaremos a cabo serán las siguientes:

Actuación	Temporalización	Responsable
Recibir formación a través de una persona experta en la metodología "Disciplina Positiva" Asignación de un alumno o alumna con comportamientos disruptivos a un miembro del grupo Entrevistar individualmente a cada alumno y a su familia para recbar información Programar la intervención que se va a llevar a cabo con cada alumno. Para ello será necesario contar con la aportación de la experta. Hacer un seguimiento de la intervención a través de puestas en común grupales de los miembros del grupo.		Todo el grupo

 

Recursos y apoyos

El modelo educativo conocido como ¿Disciplina Positiva¿ está basado en la obra de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs. Alfred Adler introduce por primera vez los talleres para padres y profesores ya desde 1920. Su acción es preventiva y divulgativa, formar y apoyar a los educadores para lograr mejorar la sociedad a través de la educación de niños y jóvenes. Por primera vez presenta la educación como una acción colaborativa entre padres, profesores, psicopedagogos y demás profesionales de la educación. Defiende un trato respetuoso a niños y adolescentes, pero advierte del peligro de caer en la permisividad y ausencia de límites. Así, su lema es ¿Firm & Kind¿, que en nuestro idioma traducimos por ¿Firme y amable¿.

Las técnicas pedagógicas fueron inicialmente implementadas en Viena por el Dr. Adler y posteriormente fueron llevadas a Estados Unidos por el Dr. Dreikurs, su discipulo que tras la muerte de Adler asume el desarrollo y difusión de su legado y que acuña el término ¿Educación Democrática¿ que en su día supuso un cambio conceptual importante, ya que hasta entonces la educación se entendía como una imposición de autoridad del adulto sobre niños y jóvenes. El autoritarismo queda atrás y el respeto mutuo pasa a ser a la vez un medio y un objetivo educativo central.

Décadas después en 1980 estas teorías educativas encuentran un nuevo impulso gracias a la labor de Jane Nelsen y Lynn Lott que escriben un manual sobre educación para padres titulado ¿Positive Discipline¿ que hoy en día, tras 35 años ha logrado un importante grado de difusión en Estados Unidos, América Latina y Europa. En nuestro país la primera promoción de certificados como facilitadores de Disciplina Positiva tiene lugar en septiembre de 2013 en Madrid.

Contamos con el recurso básico de una ponente experta en esta metodología (lucía Infantes).

Estrategias e indicadores para la valoración del trabajo

Se realiza un seguimiento de forma periódica mediante reuniones semanales del grupo de trabajo que permitan ir introduciendo modificaciones y mejoras en función de los resultados que se vayan produciendo. Al finalizar el trabajo del grupo se hará una evaluación con los siguientes indicadores: grado de satisfacción del miembro del grupo en relación con los resultados obtenidos, incremento de conductas adaptativas del alumnado seleccionado, disminución de partes de incidencias del alumnado seleccionado, grado de satisfacción de las familias y alumnado participante.