La valoración del proyecto eco-escuela es muy positiva. Desde el ciclo de infantil ya teníamos conocimiento y experiencia relativa a la Inteligencia Emocional y Mindfulness y cómo estos aspectos influyen de forma muy beneficiosa en el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros discentes, permitiéndonos dotarles de herramientas que van más allá del currículum académico y que le servirán en su vida personal. Durante este curso escolar he podido descubrir su vinculación con la eco-escuela.
Como tutora de 3 años, en la práctica, diaria, con los más pequeños ha resultado muy enriquecedor, nos ha permitido descubrir qué son eso de las emociones, qué están bien sentirlas, lo que a veces nos cuesta un poco más y no está, tan bien, es la forma de expresarlas, que debemos tener paciencia y que eso consiste en aprender a esperar...que muchas cosas podemos reciclar, no solo el papel, el plástico, etc. sino también nuestros sentimientos, como la tristeza mediante nuestro triste-reciclador. Además hemos seguido cuidando de nuestro jardín, descubierto que las plantas también son seres vivos y que las debemos cuidar y mimar para que sigan creciendo y ellas nos puedan cuidar a nosotros, dándonos aire limpio para respirar. Hemos disfrutado muchísimo abrazando los árboles del colegio.
La formación en el colegio relativa a Mindfulness me pareció muy enriquecedora, espero seguir aprendiendo en cursos próximos.