El IES Juan de Aréjula es un centro donde uno de los objetivos principales del claustro es mejorar la convivencia entre el alumnado. De esta manera surge el curso pasado el programa "Tutoría compartida" para ayudar a determinados alumnos que cumplían un perfil previamente establecido en colaboración con el departamento de orientación.

Para este curso, este programa ha sido aprobado como propuesta de mejora del centro. Nuestro objetivo es que tenga un impacto mayor en la mejora de convivencia del instituto y para ello, además del trabajo con el alumnado seleccionado, consideramos muy necesario una mayor implicación de los equipos educativos de los grupos a que pertenecen estos alumnos y alumnas, pues ha sido éste el punto débil que consideramos hemos tenido hasta ahora, así como la implicación de las familias. Para ello, se elabora un contrato que debe ser firmado por todas las partes, tutor, alumno/a y familia.

En este sentido puedo comentar que soy segundo tutor del alumno Daniel Arcos que se encuentra repitiendo el curso de 1ºESO. Este alumno está diagnosticado como capacidad límite y cuenta con ACS en casi todas las asignaturas que cursa. A esas dificultades de aprendizaje se suma el desinterés hacia el estudio y un hábito de trabajo diario. De momento, he podido trabajar poco con él ya que falta a clase de manera intermitente. Daniel es un alumno con un comportamiento excelente en clase, partiendo de esa base, creo que se pueden conseguir cosas positivas a partir de este trabajo individualizado con él.

Un saludo

Durante el curso 2017/2018 -mi primero como profesora en el IES Juan de Aréjula-, se me propuso trabajar en el Programa de Tutoría Compartida y accedí de buena gana puesto que cualquier mejora para la convivencia es crucial en el funcionamiento de un centro educativo, y particularmente, muy ventajoso para algún alumnado de ciertas características. El profesorado que colaboramos el año anterior nos involucramos cuanto pudimos e hicimos por nuestros/as "alumnos/as tutorados/as" todo lo que estuvo en nuestra mano para ayudarles a ellos/as, sus tutores/as de grupo, y a sus familias.
El trabajo fue conjunto en la medida de lo posible -si bien se necesitaría mejorar la comunicación de los equipos educativos en los que están el alumnado tutorado-, y para este curso escolar pretendemos continuar nuestra labor desarrollando además este grupo de trabajo para oficializar lo que al año anterior ya hicimos.
Por mi parte llevé a cabo una medida -y lo haré de nuevo- de uso de compromisos de mejora semanales para supervisar el trabajo y esfuerzo de mi alumno/a tutorado/a. Obviamente ya existía este tipo de iniciativas, pero el hacerlas semanales, que cada profesor/a en su hora "tenga" que supervisar si este/a alumno/a está cumpliendo con lo estipulado en el compromiso, garantiza el seguimiento más cercano, inmediato y eficaz para este alumnado.
El curso pasado no obtuve los resultados deseados en lo referente a estos compromisos con el alumno que estuve tutorando, pero espero que este año vaya mejor. Sobre todo, intentaré que el equipo educativo se implique muchísimo más y tenga en cuenta el uso de estos compromisos, y entre todos/as animemos a este alumnado a que los cumpla.
Ante todo, deseo que con mi pequeño esfuerzo, algún alumno o alumna salga beneficiado del trabajo aportado por mis compañeros/as y por el mío propio, y realmente podamos entre todos y todas ayudarle en este curso escolar a mejorar su rendimiento y aprendizaje.
Un saludo,

Socorro Víctor

Para este curso, seguiremos con el programa de tutoría compartida, con el fin de ayudar a alumnos determinados que claramente tienen problemas de aprendizaje, autoestima, etc, para conseguir, de alguna manera los objetivos del curso en que se encuentran,
hemos creado un grupo de trabajo, y nuestro objetivo es que tenga mayor impacto en la mejora de la convivencia en nuestro centro. Para ello es necesario, nuestra implicación como equipo educativo y también del alumnado y padres.Ya el año pasado, los resultados aunque modestos, quedamos satisfechos de los mismos, para este curso, calculamos que alcanzaremos nuevas metas. Saludos.

Durante el curso 2018/2019 continuaremos con el trabajo que comenzamos en el curso anterior con el fin de mejorar la convivencia en el centro. A pesar de que el porcentaje de alumnado problemático en el centro, desde el punto de vista de la convivencia, es bastante reducido en comparación con otros centros, en mi opinión es necesario atajar determinadas conductas disruptivas desde el principio. Por eso se han elegido alumnos y alumnas del primer ciclo de secundaria (1º y 2º de la ESO) y algún alumno de 3º para incluirlos en el programa. Como segundo tutor o tutor compartido creo que el compromiso debe consistir en hablar, orientar y apoyar al tutorando marcándole unas pautas que le permitan integrarse en su grupo y superar las dificultades que pueda encontrar. En mi opinión, hay veces que el comportamiento disruptivo es consecuencia de algún problema relacionado con el entorno familiar, con la dificultad de establecer relaciones interpersonales o con dificultades de aprendizaje que el alumnado problemático trata de disimular portándose mal. El diálogo y el apoyo por parte de un profesor o profesora que habitualmente no le dé clase le puede llevar a abrirse y comentar el problema que subyace a su comportamiento y, a partir de ahí, podemos ayudarle a comprender que llamar la atención portándose mal no es la solución y a cambiar su forma de actuar con el consiguiente beneficio para el propio alumnado y para el resto de la comunidad educativa. Espero que podamos desarrollar correctamente el proyecto y elaborar los documentos necesarios para conseguir ese bien común que es la buena convivencia en el centro.

Durante este curso me incorporo al grupo de trabajo y al programa de tutoría compartida, que colabora en el centro en la mejoría de la convivencia tanto en el aula como fuera de ella. Mi función es ser tutora de dos alumnos que se han comprometido a formar parte del programa. Yo no le imparto clase a ninguno de ellos, esto tiene ventajas e inconvenientes ya que me dificulta la relación con el resto del equipo educativo. Pero creo que los alumnos podrán comunicarse mejor ya que no hay relación académica.
Como han comentado mis compañeros, los alumnos llevan un registro semanal de comportamiento, actitud y participación en clase que debe ser cumplimentado por el profesorado que le imparte docencia. En las sesiones/charlas con los alumnos comentamos lo registrado y valoramos lo sucedido durante esas semanas.
El grupo de trabajo servirá para mejorar el programa de tutoría compartida, crear un equipo de trabajo que siga las mismas pautas con los alumnos seleccionados y formarnos a nivel pedagógico para tratar con alumnos que dificultan de manera habitual el desarrollo normal del aula.
Espero que el programa pueda ayudar al alumnado a mejorar tanto personal como académicamente.

Hola a todos. Ya el curso pasado participé en el programa que, gracias a la persistencia del coordinador, ha ido tomando más entidad. A mi entender, la finalidad de este grupo de trabajo es introducirlo como una propuesta de mejora para el presente curso escolar de manera que con los resultados positivos que se obtengan se pueda institucionalizar y cree un compromiso en el claustro de profesorado, así aunaremos esfuerzos en la mejora de la convivencia del alumnado en particular y del centro en general.
Durante el presente curso continuo con la misma alumna tutorada y mis objetivos y plan de trabajo son los siguientes:
- Cambiar la percepción que de ella misma tiene la alumna, favorecer su confianza y su estima.
- Mediar entre el profesorado y la alumna, esto contribuirá a disminuir el número de amonestaciones y por tanto la posibilidad de expulsión.
- Mantener conversaciones sobre la alumna con el profesorado que le imparte clase con la finalidad de favorecer la tolerancia y la toma de decisiones tras la reflexión sobre los hechos que acontezcan; la actitud del profesorado hacia la alumna debe ser positiva.
- Mantener reuniones semanales con la alumna; mi objetivo es disminuir sus accesos incontrolados de ira.
- Mantener reuniones ocasionales con la familia.
- Acompañar al profesorado y al alumnado en los acontecimientos diarios que puedan hacer sufrir a cada uno de ellos.
- Mantener reuniones formales con el coordinador y el resto de tutores que participamos en el grupo, para compartir experiencias.

En este curso 18-19 me he incorporado al programa de ¿tutoría compartida¿ para colaborar en la mejora de la convivencia en el centro y en particular ayudar a determinados alumnos con problemas de aprendizaje, autoestima, familiares¿, con el fin de que puedan alcanzar los objetivos del curso en el que se encuentran.
Me he encargado de la tutoría de Alejandro Pérez Carrasco de 1º ESO, que tiene problemas de tipo familiar (vive con su abuela y su madre) y no tiene ningún estímulo para venir al centro; y de Luís Sánchez Pacheco que tiene problemas de integración en el grupo porque es muy tímido, también presenta problemas de escritura.
Pretendo llevar a cabo una medida de uso de compromisos de mejora semanales para supervisar el desarrollo de estos dos alumnos.
Un saludo Pepa

A principio de curso me incorporé al Grupo de Trabajo de tutoría compartida para colaborar en la mejora de los aspectos emocionales de alumnos del centro y con ello mejorar también su rendimiento escolar. Se me asignó como segunda tutora a los alumnos de 1º de ESO Alejandro Fernández Carrasco y Luis Sánchez Pacheco a los que también les imparto clase de religión católica.
Durante el primer trimestre tras las reuniones del grupo y después de analizar a cada uno de los alumnos de mi tutoría, vimos que Alejandro que es un alumno repetidor no solo no llevaba bien el estudio sino que tenía problemas a nivel familiar, se decidió que lo sacara de alguna clase, concretamente lo hice de la clase de tutoría para poder hablar con él y trabajar con él para que mejorara su rendimiento. Por otro lado, Luís no venía del mismo centro que el resto de los compañeros lo que hacía pensar que al ser un chico tímido podría tener problemas de integración en el grupo, además también tenía muy mala caligrafía que no permitía entender nada de lo que escribía. Se decidió que con Luís solo llevara un seguimiento para ver cómo se integraba en el grupo y ayudarle a mejorar la caligrafía, en este segundo punto la orientadora le dio unas pautas que tenía que seguir cuando escribía en el cuaderno.
A principios del segundo trimestre tuvimos una reunión del grupo de trabajo para evaluar los resultados del trabajo realizado el primer trimestre. En el caso de Alejandro no pude hablar de ningún progreso porque sus faltas injustificadas al centro y por tanto a clase se hicieron tan habituales que tuve pocas reuniones con él. Además como consecuencia de faltar tanto los resultados académicos fueron muy malos. Después de plantearnos si seguir con él o no, decidimos seguir pues la madre se comprometió con el tutor a preocuparse por la asistencia del hijo a clase, cosa que duró muy poco y Alejandro empezó a faltar de manera asidua a clase, lo cual impidió que pudiera hacer algo con él. En el caso de Luís todo iba bastante bien, el chico estaba bastante integrado en la clase y además estaba progresando en la caligrafía, demostraba mucho interés por avanzar.
Con respecto al Grupo de Trabajo, puedo decir que ha existido muy buena coordinación en especial con el director Conrado Castilla que ha estado muy pendiente de todos nosotros.
La principal dificultad que he encontrado ha sido el absentismo de mi alumno que no me ha permitido desarrollar la labor prevista.

Este curso escolar, se ha adquirido el compromiso de la participación en la tutoría compartida, como una herramienta de trabajo, para contribuir al desarrollo personal del alumnado. Destacar la importancia de esta figura en el instituto. Así como la puesta en marcha de la figura del alumnado ayudante. Dentro de la tutoría compartida, voy a desarrollar mi labor con una alumna de 1º de ESO, la propuesta inicial de partida es trabajar autoestima y autoconcepto, habilidades sociales, resolución de conflictos en el medio escolar, así como el desarrollo de un proyecto vital, que le permita a la alumna desarrollar las habilidades necesarias, para su desarrollo académico y personal.
Para ello desarrollaremos entre otras actuaciones, entrevista con la familia, seguimiento personalizado de dicha alumna; así como otras que se consideren a lo largo del curso escolar.