Lo que más me llamó la atención de todo lo aprendido este curso ha sido que el objetivo de la educación por competencias sea la "formación integral" del alumnado. Porque es un ideal... cómo diría... humanístico quizás, pero un ideal a fin de cuentas. La distancia entre teoría y práctica es difícil de salvar, y desde nuestra práctica docente aspiramos a estrecharla. La formación recibida me ha ayudado a entender mejor esa relación, asimilando los instrumentos de cada técnica de evaluación por competencias, para luego poder reflejarla en la programación de aula. Pero sigo pensando que, al final, terminamos poniendo una calificación de 1 a 10, y todo lo demás se queda por el camino. Por eso, lo importante es la formación de cada alumno/a, lo que recoge por el camino, que sin duda tendrá sus frutos en su futuro.